miércoles, junio 13, 2012

Ni frío ni calor con la política monetaria 
de Banxico

Enrique Campos Suárez

La inflación es mucho más dañina que otros fenómenos económicos, incluso más que tolerar una desaceleración económica. Quita a los salarios poder adquisitivo y hace a la gente mucho más pobre.

Hasta hace poco tiempo, la expectativa era que el Banco de México bajara sus tasas de interés para poder apuntalar el crecimiento económico.

Y esto tenía que ver con el hecho de que la inflación mostraba una tendencia a la baja, avalada por la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central y por la realidad de que la economía presenta signos de desaceleración.

Hoy no se han cancelado las posibilidades de que las tasas bajen pero, ante las presiones que ha generado en la inflación la depreciación del peso frente al dólar, hoy el banco central no sabe realmente qué hacer con sus tasas de interés.

Vamos, no es que no tengan idea de cómo proceder, es que las señales económicas mundiales son tan encontradas que hacen uso de la flexibilidad que les permite tomar decisiones en cualquier dirección.

Por eso es que tras dejar sin cambio su tasa de interés de referencia en 4.5%, el Banco de México asegura que puede bajar, subir o dejar igual el precio del dinero, o sea, ni frío ni calor.

¿Cuáles pueden ser las razones para relajar la política monetaria actual? Básicamente, las matemáticas entre una inflación que está en la franja entre 3 y 4% y una tasa de interés real positiva. Todo esto con una expectativa de crecimiento inferior a 4 por ciento.

La idea de un relajamiento de la política monetaria es que se abarate el costo del dinero, y con eso los préstamos sean mas baratos, y que el costo de oportunidad entre el ahorro financiero y la inversión productiva o el gasto se incline hacia alejarse de las tasas de interés.

Abrir las puertas de las bóvedas bancarias para poner a circular el dinero en más préstamos o menos ahorradores implica que pudiera generarse un aumento en la demanda de bienes y servicios, lo que puede tener un riesgo inflacionario.

Como la depreciación del peso frente al dólar se ha vuelto permanente, a pesar de la promesa de un evento temporal, esto ya tiene efectos en ciertos precios, por lo que no se arriesga el banco central a echarle ese tanque de gasolina de las tasas más bajas al fuego.

¿Por qué el banco central podría subir las tasas de interés? Precisamente por esa posibilidad de que los aumentos en los precios generen presiones inflacionarias que atenten en contra de la meta oficial.

La inflación es mucho más dañina que otros fenómenos económicos, incluso más que tolerar una desaceleración económica. El aumento de precios resta poder de compra a la moneda y los salarios no deben entrar en una competencia con los precios, para no generar una espiral inflacionaria, pues los trabajadores suelen perder mucho con las inflaciones altas.

Hay que recordar todo lo que padeció la economía mexicana durante los 70 y 80, cuando la inflación anual llegó a tocar niveles superiores a 150% por la impericia financiera de esos gobiernos.

Actualmente, la economía mexicana enfrenta las presiones de los elevados costos de los alimentos, los altos costos de los combustibles, la escasez de gas natural y los efectos de la depreciación del peso frente al dólar.

Ya son varias semanas en que la cotización de la moneda mexicana está por arriba de los 14 por cada dólar, esto implica que los costos de una economía tan interconectada a través de comercio internacional se presionan y con la demanda en aumento ya hay un traspaso de costos al consumidor.

Entonces, si las condiciones cambiarias se mantienen como hasta ahora, no podría descartarse la posibilidad de que el banco central seque de dinero un poco la economía. O sea, hacer más rentable ahorrar o no pedir prestado.

Y si el banco central decide mantener su política monetaria como hasta ahora, seguro que tendrán más de un guardia en la torre de vigilancia para reaccionar lo más rápido posible a lo que ocurra allá afuera.

Pero el anuncio del banco central de poder bajar, subir o mantener sin cambios las tasas de interés de referencia es una fotografía del mundo actual, donde la incertidumbre es la que rige las acciones financieras mundiales.

No hay comentarios: