Extinguir la oposición
Coquetas remodelaciones
Poder de las palabras
Julio Hernández López / Astillero
Las cúpulas partidistas concurrentes en el Pacto por México dieron ayer un paso más hacia su consolidación como auténtico cuarto poder sexenal. Dependen de los lineamientos del Ejecutivo, suplen al Legislativo y ahora simulan facultades del Judicial, interpretando leyes y amagando con sanciones a profesores y gobernadores que osaren contravenir en ámbitos estatales la nueva letra federal en materia de reformismo educativo.
Las nuevas facultades del pactismo peñista fueron proclamadas por el dirigente de uno de los partidos que han cambiado la etiqueta de oposición (así ésta de por sí fuera pálida y poco creíble) por el de colaboración, Jesús Zambrano, orgulloso presidente en turno de la criatura concertista. No le pareciera suficiente, ni a él ni al panista Gustavo Madero, llegar a arreglos legislativos y dejar que Los Pinos o la Suprema Corte se encarguen de hacerlos cumplir en momentos críticos, así que ayer mismo arremetieron contra los pocos actores disidentes que en el controlado escenario nacional quedan, para dar legitimidad a las acciones de fuerza que decidiera tomar el aparato priísta de poder contra secciones sindicales de Oaxaca, Guerrero y Michoacán que al nuevo entramado educativo se opusieran.