miércoles, febrero 09, 2011

Tras censura a Aristegui: Cibernautas boicotean los sitios web de Presidencia y MVS

Alejandro Saldívar

Cientos de cibernautas boicotearon esta noche los sitios web de la Presidencia de la República y de la cadena de noticias MVS en reclamo por el despido de la comunicadora Carmen Aristegui.

La protesta bajo el nombre de Operación Tequila y convocada a través de la cuenta de Twitter @Contralacensura comenzó a las 20:00 horas en el sitio de MVS y alrededor de las 22 horas en el de Presidencia.

En cuestión de una hora, la página electrónica del sitio de noticias www.noticiasmvs.com estaba inservible. En la pantalla sólo apareció la leyenda: “Error http 404”. Los directivos de MVS no han manifestado ninguna postura en torno al despido de Aristegui. Pasadas las 22 horas la página de MVS mantenía cierta inestabilidad.

En el caso de la página de Los Pinos, el ataque cibernético logró tirar por momentos el sitio web y hasta pasadas las 23 horas observaba también cierta inestabilidad.

Un ataque de negación del servicio (Denial of service, en inglés) consiste en congestionar, con un exceso de paquetes, las peticiones a un servidor. Es decir, se puede saturar o sobrecargar el servicio, provocando la caída parcial o total del portal.

“El llamado DDoS (siglas en ingles de Distributed Denial of Service, denegación de servicio distribuida) es una ampliación del ataque DoS, se efectúa con la instalación de varios agentes remotos en muchas computadoras que pueden estar localizadas en diferentes puntos”, dice preth00nker en una nota colocada en el foro de la comunidad de programadores “underground.org.mx”.

Y continúa, “el invasor consigue coordinar esos agentes para amplificar el volumen de saturación de información, pudiendo darse casos de un ataque de cientos o millares de computadoras dirigido a una máquina o red objetivo”.

Los cibernautas han convocado a atacar el sitio la cadena MVS, www.mvs.com.mx el 11 de febrero a las 17:00 horas. El cartel reza: “El Alcoholismo no es el problema, la censura si”, en una expresión de hartazgo ante las acciones del gobierno de Felipe Calderón.

Es la primera vez que sucede un boicot cibernético contra una cadena de medios en México. Los cibernautas usaron la misma estrategia que seguidores de Julian Assange implementaron para atacar portales que hostigaron al líder de wikiLeakes, como los de Visa y Mastercard.

Video: Ciudadanos quieren regreso de Carmen Aristegui


http://www.youtube.com/watch?v=_kuojnpowHg

Aristegui pide su reinstalación; mi despido, un berrinche presidencial, asegura

Jenaro Villamil

La periodista Carmen Aristegui calificó como falso que el motivo de su salida del noticiero Primera Emisión de MVS haya sido la violación a un código de ética y aseguró que su despido se debió "al desahogo absurdo de un berrinche presidencial”.

Al tercer día fuera del aire, Aristegui resucitó en los micrófonos de una multitudinaria conferencia de prensa en la Casa Lamm para desmentir que haya transgredido el código de ética de la empresa MVS y calificar esta versión como una “coartada” para justificar su despido luego de la pregunta lanzada el viernes 4 de febrero al aire: “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”

“En este momento no sólo no rectifico ni me disculpo sino, por el contrario, ratifico la pertinencia de que la Presidencia de la República se manifieste al respecto”, sentenció Aristegui.

Hasta ahora, la empresa MVS no ha dado a conocer su posición respecto al llamado de Aristegui para buscar “una salida digna y decorosa”. La periodista propuso que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre su integridad ética y periodística quede resarcida.

“Le digo a MVS: que no les demos el gusto”; y subrayó que la empresa no puede ser víctima de un “berrinche presidencial”.

El valor de preguntar

Aristegui lamentó que la Presidencia de la República se haya sentido ofendida por el cuestionamiento. “No hubo ni hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender”, dijo al mismo tiempo que insistió en que las presiones vinieron por parte de Los Pinos.

“La Presidencia de la República no respondió a la periodista. De inmediato exigió a los dueños, que no a la periodista, una disculpa pública inmediata por la tremenda osadía. Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que, por sí mismas, hablan de algún tipo de problemática”, expuso Aristegui.

“Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió hace algunos años un texto magnífico que tituló ‘El Derecho a Preguntar’. Recordaba así a la maestra Oriana Fallacci, quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntarle a la gente con poder”, reflexionó Aristegui.

Recordó que fue el propio Ramos quien le preguntó a Vicente Fox si consumía el antidepresivo Prozac. Fox se molestó, pero le respondió “no”. Y la propia Aristegui lanzó otras preguntas incómodas en su extenso documento de siete cuartillas:

“¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones? ¿No, acaso, el estado de salud de Dylma Russef fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidenta de Brasil que ahora es? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia de debate nacional? ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a comunicadores?”

Las preguntas incómodas las lanzó también en contra de la concentración de medios en México:

“¿Por qué en México los empresarios de medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas? ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya, en sí mismo, un poder que ha dañado la vida democrática nacional?”

Y más preguntas incómodas:

“¿Qué clase de democracia es ésta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario, como a la periodista ocasionando la ruptura?”

La concentración mediática

Una parte importante del texto que leyó Aristegui se dedicó a criticar la concentración mediática y el debilitamiento del Estado frente al poder del duopolio televisivo.

Agradeció las muestras de apoyo expresadas un día antes en la Cámara de Diputados, pero advirtió que “no sirve mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como éste, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuántos”.

Crítica de la Ley Televisa, lo cual le valió que la empresa WRadio la sacara del sistema Sky hasta cortar su contrato en 2008, Aristegui insistió que el trasfondo más grave del problema son las presiones ejercidas por los poderes fácticos para evitar que MVS pueda explotar sus concesiones en la banda 2.5 Ghz.

“Es ésta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como el de la libertad de expresión. Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia”, argumentó.

Es el caso de las concesiones en la banda 2.5Ghz, de las cuales MVS posee la mayoría. “No obstante haber ya desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia y de la opinión favorable de algunos comisionados de Cofetel y de Cofeco y de tener a la espera cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros, inexplicablemente la decisión se ha retrasado por cinco años”.

Tercer día de protestas

Paralelamente, por tercer día consecutivo, aproximadamente un centenar de personas realizó una protesta de casi tres horas frente a las instalaciones de MVS Radio, en la colonia Polanco, para repudiar el despido d Aristegui y demandar su inmediata reinstalación.

Lamentaron que MVS haya cerrado uno de los “escasos espacios críticos” en el periodismo radiofónico del país, y anunciaron un boicot contra la carrera atlética que organiza MVS, programada para el próximo 20 de febrero.

“Alcoholímetro a Calderón”, “MVS no es nadie sin Carmen”, coreaban los inconformes.

"¡Carmen sí, borracho no!", el reclamo en Casa Lamm

Álvaro Delgado

Luego de un espeso silencio por la decisión de MVS Radio de despedirla para el “desahogo de un berrinche” de Felipe Calderón, como ella misma definió la represalia por haber preguntado públicamente si es alcohólico, la periodista Carmen Aristegui reapareció hoy con el abrigo de una multitud convocada mediante las redes sociales, expresiones de un fenómeno de proporciones aún desconocidas.

“¡Carmen sí, borracho no! ¡Carmen sí, borracho no!”, corearon los manifestantes que, en medio millar, se congregaron frente al complejo cultural Casa Lamm, en la colonia Roma de la Ciudad de México, donde Aristegui -- pasadas las 11:00 horas-- hizo público un comunicado ante cerca de 200 periodistas apiñados en una sala de exposiciones de arte.

A la periodista, que leyó con emotividad un largo documento sobre las causas de su despido --que no dio como consumado aún--, llegaban las consignas de los indignados manifestantes, algunos de los cuales ya se habían expresado el lunes y el martes frente a las instalaciones de MVS, en repudio a su decisión de cerrarle los micrófonos.

Desde que Aristegui comenzó a leer las siete cuartillas a renglón seguido, que le llevó 28 minutos, los gritos de mujeres y hombres de todas las edades se escuchaban hasta ese salón, distante unos cien metros de la puerta, donde se agolpaba la multitud deseosa de oír a la periodista: “¡Aristegui, Aristegui!”.

En un momento, ante unos abanicados guardias de seguridad, la puerta principal de la Casa Lamm estuvo a punto de ceder por el empuje de la muchedumbre, que desistió cuando voces sensatas llamaron a la calma y optaron por consignas que identificaron a Calderón como el autor de la censura a Aristegui.

“¡Viva Carmen, muera Calderón!”, gritaban mientras que dentro del salón Aristegui acusaba que, en efecto, su despido “es, a todas luces, un hecho autoritario, desmedido e inaceptable”, producto de “la ira presidencial”, y comparó: “Un hecho así sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea para México, castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.”

“¡Va a caer, va a caer, Felipe va a caer!”, insistían los manifestantes que, al crecer en número, terminaron por cerrar la avenida Alvaro Obregón ante la impotencia de gendarmes que reportaron “unos 400” participantes que llegaron a Casa Lamm, donde Aristegui inscribió su caso como parte de la estructura monopólica de los medios y un Calderón intolerante.

Los simpatizantes de la periodista desplegaron, también, pancartas que hacían escarnio de Calderón: “Extra, extra, un borracho atropelló a Carmen Aristegui”, “Alcoholímetro a Calderón”, “Borracho, borracho”.

Y es que ante el silencio del grueso de los medios, los asistentes a la manifestación se enteraron de la conferencia de prensa sólo por Twitter, que desde la noche del domingo, cuando trascendió el despido, generó un fenómeno no visto hace dos años, cuando Aristegui fue despedida de W Radio, también por ser incómoda al gobierno de Calderón.

El escándalo ya es sabido a nivel global, sobre todo tratándose de una periodista que también tiene un espacio en la cadena estadunidense CNN y que es conocida, además, por haber hecho el “retrato de un criminal”, como tituló su más reciente libro sobre Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo.

Debido a que los directivos de Casa Lamm se negaron a colocar una bocina en la calle que los enterara de lo que decía Aristegui, ninguno de los manifestantes se enteró de que ella planteó a la familia Vargas, dueña de MVS, la opción de rectificar.

Expuso: “Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla una condición básica y única: Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias.”

Y, además, pidió que se publique otro comunicado oficial de la empresa, dirigida por Joaquín Vargas, en el que quede resarcida su integridad ética:

“Joaquín lo sabe muy bien. Mi integridad profesional y ética nunca estuvo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado.”

Y se refirió al origen de la represalia: “La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido. Serenamente. Sin odios. Con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no agrade, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, inquirir y criticar sobre lo que juzguemos pertinente.”

El planteamiento de Aristegui introdujo la posibilidad de la rectificación, aunque el periodista Miguel Angel Granado Chapa, por ejemplo, manifestó sus dudas sobre la rectificación de los Vargas. “No van a aceptar.”

En contraparte, la escritora Guadalupe Loaeza se entusiasmó: “Es una oportunidad para la familia Vargas. Sería un éxito el regreso de Carmen Aristegui. Todos vamos a adorar a la familia Vargas.”

--¡No, eso tampoco! --le respondió una simpatizante de Aristegui, quien aguarda la respuesta de quienes, hasta este fin de semana, le cerraron los micrófonos.

Calderón goza de buena salud y fortaleza física, informa Presidencia

Arturo Rodríguez García / Apro

El presidente Felipe Calderón mantiene un ritmo de actividades que reflejan “su buen estado de salud, su fortaleza física y su entereza”, pues nunca ha faltado a actividad alguna, informó el secretario particular de Felipe Calderón, Francisco Gil Zuarth.

En una declaración sin precedente en la historia de la Presidencia de la República, Gil Zuarth dio a conocer detalles de la actividad diaria del mandatario.

De acuerdo con el funcionario de Los Pinos, Calderón "inicia su jornada a las seis y media de la mañana, practica diariamente una hora de ejercicio, tiene reuniones privadas e inicia actividades públicas a las ocho y media de la mañana y concluye siempre en torno a las 10 de la noche".

La Presidencia de la República se encuentra inmersa en la polémica por la presunta censura a la periodista Carmen Aristegui, quien el viernes 4 solicitó a Los Pinos informara si Calderón tiene o no problemas de alcoholismo, cuestionamiento por el que MVS la despidió.

Alrededor de las 20 horas, Gil Zuarth leyó en la residencia oficial de Calderón un comunicado donde calificó de infundados los rumores sobre problemas de salud del Presidente de la República.

“La agenda de un Jefe de Estado debe cuidarse con sentido de Estado; sin embargo, en los últimos días, se ha intentado sembrar y difundir en la opinión pública, rumores ofensivos que atentan contra la dignidad y la investidura del presidente Felipe Calderón”, leyó Gil Zuarth.

Según el secretario particular puede “atestiguar la dedicación, el compromiso y la responsabilidad con la que el Presidente desempeña la función que los mexicanos le han encomendado”.

Para ejemplificar, detalló las actividades cotidianas de Calderón. Aseguró que en el último año, realizó 261 eventos en la Ciudad de México, 108 giras nacionales, 17 giras internacionales, 49 entrevistas a medios de comunicación, 198 audiencias, 63 reuniones de Gabinete, 201 acuerdos con el equipo de Presidencia, 135 reuniones para discursos, 67 para revisión y firma de documentos jurídicos y 680 reuniones temáticas sobre políticas públicas.

En total, mil 779 actividades a lo largo del año; siete actividades, en promedio, por día hábil, calculó Gil Zuarth, quien sostuvo que el Presidente no faltó a una de ellas y en lo que va del año lleva 15 giras nacionales, visitas a 9 estados y 22 municipios. Además, 17 reuniones de Gabinete, 79 eventos públicos, una gira internacional, 43 reuniones con colaboradores, tres encuentros y audiencias con líderes de opinión, un diálogo ciudadano sobre seguridad, cuatro encuentros con empresarios y 14 entrevistas a medios de comunicación.

La información relativa a las actividades presidenciales, será permanente, agregó Gil Zuarth, al terminar de dar lectura al documento.

A continuación el comunicado íntegro que dio a conocer Gil Zuarth.

Les agradecemos su atención a esta convocatoria.

La agenda de un Jefe de Estado debe cuidarse con sentido de Estado. Sin embargo, en los últimos días, se ha intentado sembrar y difundir en la opinión pública rumores ofensivos que atentan contra la dignidad y la investidura del Presidente Felipe Calderón.

Frente a esas infundadas afirmaciones y desde el más firme compromiso del Gobierno Federal con la transparencia, resulta oportuno compartir con los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, algunos datos generales sobre las actividades presidenciales, las cuales reflejan que el Presidente de México trabaja incansablemente por el desarrollo de la Nación.

En mi calidad de Secretario Particular del Presidente de México, como responsable de su Agenda, y también de asistirlo en sus actividades, puedo atestiguar la dedicación, el compromiso y la responsabilidad con la que el Presidente desempeña la función que los mexicanos le han encomendado.

Sólo durante el último año, el Presidente Felipe Calderón realizó 261 eventos en la Ciudad de México, 108 giras nacionales, 17 giras internacionales, 49 entrevistas a medios de comunicación, 198 audiencias, 63 reuniones de Gabinete, 201 acuerdos con el equipo de Presidencia, 135 reuniones para preparar discursos, 67 reuniones para revisión y firma de documentos jurídicos y 680 reuniones temáticas sobre políticas públicas. En total, mil 779 actividades a lo largo del año; siete actividades, en promedio, por día hábil.

Desde el primer día de enero y hasta el día de hoy, ha llevado a cabo, el Presidente de la República, 15 giras nacionales, ha visitado nueve estados de la República y 22 municipios. Realizó en este periodo 17 reuniones de Gabinete, 79 eventos públicos, una gira internacional, 43 reuniones con colaboradores, tres encuentros y audiencias con líderes de opinión, un Diálogo Ciudadano sobre seguridad, cuatro encuentros con empresarios y 14 entrevistas a medios de comunicación.

Durante los cuatro años de su Administración, nunca ha faltado a actividad alguna por motivos de salud.

El Presidente de la República inicia su jornada a las seis y media de la mañana; practica diariamente una hora de ejercicio, tiene reuniones privadas e inicia actividades públicas a las ocho y media de la mañana, como a muchos de ustedes les consta, y concluye siempre en torno a las 10 de la noche.

Este ritmo de actividades es la mejor expresión de su buen estado de salud, de su fortaleza física y de su entereza.

Es, también, claramente incompatible con los infundios, los rumores y aún las dudas que dolosamente se propalan con el interés de dañar al Presidente, a su familia y a la Institución que representa y que nos pertenece a todos los mexicanos.

Jefes de Estado, líderes políticos, Gobernadores, Presidentes Municipales, Senadores, Diputados, empresarios, comunicadores, ustedes, como integrantes de la Fuente Presidencial, y muchos miles de ciudadanos que han visto y convivido con el Presidente a lo largo de estos años, son los mejores testigos de que México tiene un Presidente que trabaja, un Presidente responsable y entregado a plenitud a sus funciones.

Éste será un ejercicio permanente de transparencia sobre las actividades del Presidente, para que todos los mexicanos tengan certeza sobre el cuidado y la dedicación del Presidente Felipe Calderón en la conducción de los destinos de este país.

Por su atención, muchas gracias y buenas noches.

Versión íntegra del pronunciamiento de Carmen Aristegui

RMX

Muy buenos días amigos ciudadanos, colegas y periodistas…

Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco. Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas, entre las que me incluyo, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado.

Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento, que impacta de maneras diversas a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook-, otras modalidades y las manifestaciones en las calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos. De que los mexicanos a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor.

Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada, su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es a todas luces un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así, sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea para México. Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.

El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales, y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio, se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país.

Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de la industria, como fue Don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres estén siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

El pasado viernes 4 de febrero, en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la Cámara de Diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: “¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? ¿No, Verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?" , naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo.

Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia, jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta, ni truqueo nada para que televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó a nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración.

La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: “Dejemos a un lado la caricatura, tomemos el asunto con seriedad”, e hice algunas otras consideraciones. Terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”

Yo no tengo manera de corroborarlo pero, si fuera el caso, sería algo delicado que debiéramos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país.

El comentario editorial cerraba diciendo que el tema –y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores – merecía una respuesta sería, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.

La Presidencia no respondió a la periodista, de inmediato exigió a los dueños –que no a la periodista- una disculpa pública inmediata por tremenda osadía.

Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática, que por supuesto, también debe ser analizada.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio, tampoco se transgredía en ningún punto al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida. Pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada.

El estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario, por supuesto que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza, sin ofensas, sin caricaturizaciones, sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. Y vaya que sí ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio.

El motivo de mi despido, se dijo, fue haberme negado a ofrecer una disculpa y transgredir el código de ética, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo, porque no hay nada que disculpar; por el contrario, ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto.

Lamento si personalmente que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se sientan ofendidos, pero aún así, la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas de escrutinios e interrogantes a los que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego.

¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas? ¿No acaso el estado de salud de Dilma Rousseff fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidenta de Brasil? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia del debate nacional? ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas? ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?

¿Por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto? ¿Por qué seguimos dejándolos conducir de esta manera al país?

¿Qué clase de democracia es ésta que por un comentario editorial, que irritó al gobernante, se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario como al periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿Cómo es que pudieron elevar, desde Los Pinos, el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado? ¿Cómo es que a un empresario a quien tenemos como decente lo llevaron a comportarse de esta manera? ¿Cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta –obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y que por supuesto no empataban con lo que dicta mi conciencia- para calmar la ira presidencial?

Una exigencia de la lectura indigna de esa carta que quien me lo formuló sabía de antemano que yo la rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en el que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del Presidente.

Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación que ha pasado por todos los filtros legales y técnicos está sujeta a los poderes dominantes en las telecomunicaciones, cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hace la vida imposible.

Persiste hasta nuestros días, un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno que es la discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es ésta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como la libertad de expresión.

Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión, terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda de 2.5 GHz tienen varios operadores en el país del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas.

No obstante haber desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, y de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, de la opinión favorable de la Cofeco, y de tener a la espera –con riesgo de perderlas- cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante.

Inexplicablemente, la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla, no hay razón técnica, jurídica, ni económica, que hoy no este satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para Internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política.

Se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: Te portas bien, te refrendo la concesión. Te portas mal, te la niego. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación.

Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, las audiencias ganan o pierden información. Lo más grotesco y paradójico es que los únicos beneficiados de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar nuevos competidores.

Y aquí aparece de nueva cuenta la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que de certidumbre jurídica a los empresarios, que tutele los derechos de los periodistas y garantice el acceso a la información de todos los ciudadanos.

Agradezco desde aquí el debate y los pronunciamientos que desde el Congreso se hicieron ayer por parte de los legisladores sobre el caso de nuestra despedida del noticiario; sin embargo, no sirve mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como este, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde el presidente de la República, atraviesa las Cámaras, amplias franjas del Poder Judicial, órganos reguladores a manos de nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder, para sustituir –por lo menos parcialmente a poderes de la República.

Ahí está, por ejemplo, una tele bancada en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México, que han llegado al punto, a la osadía, diría yo, de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas estas reacciones tiene que ver, precisamente, con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario a sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información crítica, de debate y opinión, que ha sido valorado por anunciantes y audiencias. Por eso toma una decisión suicida.

Como tantas obras ésta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y de Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, los espacios con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en su conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre opinión, se merma el debate y se inhibe la conducta crítica. Eso daña seriamente la democracia y, por supuesto, los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

¿Y bueno, me dirán, ahora que hacemos con lo sucedido? Aceptamos lo sucedido, que no le viene bien a nadie, u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino? Sin claudicar pero sin exigir que el otro se arrodille.

Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, sabe que fue un coartada, sabe, porque las sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de la decisión que está a punto de costarnos la cabeza, y digo a punto porque voy a plantearle una salida, digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma.

Joaquín sabe como pocos de lo que yo estoy hablando. Le digo a MVS que no le demos el gusto a los que saborean este fracaso.

Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos, nuestras oficinas, no sé si también otras -La Destilería y el Meridien-, es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos, y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito.

No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido. No se lo merecen, por supuesto las audiencias, no se lo merece la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan: si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece el país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, a la que pertenezco y que preside el maestro Raúl Trejo Delarbre ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. La decisión tomada es desafortunada para todos. “Pierde MVS, cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la suspensión de este espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por el comentario que hizo el viernes 4 de febrero”.

AMEDI exigió a la Presidencia “que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información”. Solicitó a MVS “que reconsidere el despido de Aristegui”. Y es exactamente lo mismo que solicito yo a ellos ahora desde aquí.

El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado; el país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave… como para quedarse parado… No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos, no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿A cuenta de que lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico. Los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida pública están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana, que no ha estado a la altura de los retos y desafíos nacionales, parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que la han carcomido y debilitado como nunca antes. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que, por lo menos los identifique, los discuta y los analice?

¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien, hay que salir en la tele… o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar concentraciones monopólicas, las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso.

Esta mañana hago un llamado para revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dicen “tienes que regresar”. Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla una condición básica y única: Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que “transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias”.

Como consecuencia de ello, pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida.

Si MVS acepta hacerlo, se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Eso sería suficiente.

Joaquín lo sabe muy bien. Mi integridad profesional y ética nunca estuvo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado.

La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido. Serenamente. Sin odios. Con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no agrade, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, inquirir y criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió, de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido.

Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió un texto magnífico que tituló “El derecho a preguntar”, recordaba ahí a la maestra Oriana Fallacci quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder.

Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox, había interrogantes en el ambiente de por qué aparecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le preguntó al mandatario, sin alimentar rumores: “¿Toma Prozac?” Fox miró al periodista y contestó simplemente: “No”. Por supuesto no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribió Ramos: No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta. Y cuando surge la oportunidad hay que hacerla, aunque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario, no agregaría más porque el planteamiento esta formulado y lo que resta es esperar la respuesta…

Gracias a todos y buenos días.

La renuncia de Calderón es casi imposible porque PRI, empresarios y yanquis –toda la derecha- lo apoyan

Pedro Echeverría V.

1. El ejército de los EEUU está listo para intervenir en México; el gobierno de Calderón pidiendo ayuda urgente, lo ha contemplado. El subsecretario Joseph Westphal, declaró ayer martes 8 que en México hay “una forma de insurgencia” encabezada por los cárteles de la droga que potencialmente podrían “tomar el gobierno”, lo cual implicaría una respuesta militar estadounidense. Uno de los flancos estratégicos más preocupantes para Estados Unidos, más allá de las guerras en Irak y Afganistán, es América Latina y particularmente México. “Como todos saben, hay una forma de insurgencia en México con los cárteles, que está justo sobre nuestra frontera. Esto no se trata sólo de drogas e inmigrantes ilegales. Esto es, potencialmente, sobre una toma de un gobierno por individuos que son corruptos”, afirmó. La derecha mexicana (PAN, PRI, empresarios) aplaudirían que los soldados gringos atravesaran nuestra frontera norte.

2. Se sabe: en México, con excepción de la del año 1932, ningún presidente renuncia. No importa que la economía esté cayendo a pedazos, que el desgobierno sea evidente, que la mayoría de la población sufra en la pobreza y miseria; nada importa mientras no surja un gran levantamiento y que las amenazas revolucionarias se hagan serias. México no es Túnez, Egipto o Irán donde un millón de manifestantes pudieran estar un mes o más tiempo en las calles combatiendo. Por solidaridad estuve unos 20 días –durmiendo allí- en el Zócalo de la ciudad de México en 2006, pero fuera de los mítines vespertinos, me parecieron días de campo. Combatir es otra cosa: es realizar cientos o miles de brigadas diarias de agitación con reparto de propaganda en las fábricas, bloqueos permanentes en carreteras, avenidas, glorietas, mercados, edificios públicos, embajadas; es confrontarse con las fuerzas militares que bloquean o buscan reprimir las protestas.

3. Decían mis compañeros profesores de la CNTE al respecto: la bronca no es tomar los edificios o las calles y permanecer resguardándolos unos días, sino el problema es conservarlos hasta que caigan los charros o los malos gobiernos. Aunque debemos comenzar, no estamos aún entrenados en este tipo de batallas. Sabemos que hay cientos de miles de activistas que turnándolos serían más que suficientes para consolidar las tomas, pero surge el otro gran problema: la unidad de la izquierda y demás luchadores sociales. ¿Olvidas la gran campaña de calumnias de los medios de información, la ideología individualista de la mayoría de los habitantes de la ciudad, las permanentes amenazas de represión y todas las presiones de la clase política? Por eso siempre hay que pensar en cómo organizar movimientos contundentes, muy fuertes para unos días y no pensar en varias semanas o meses. Imagina las campañas en contra de la iglesia.

4. Sin embargo no hay que olvidar que la tarea revolucionaria es “hacer posible lo que muchas veces parece imposible”. La renuncia de un tipo tan funesto como Calderón es importante pero, ¿qué hacer luego con el movimiento de masas tan grande? ¿No serán acaso los más organizados –los priístas- quienes se aprovecharán de la coyuntura? El sábado 12 podrían participar 10 mil, luego 100 mil, para más adelante reunir a millones entre los que podrían estar hasta empresarios y parte de la clase política. Pero ¡Cuidado!, comenzarán a acusar a los más notables dirigentes de tener tratos con narcotraficantes, buscará el gobierno sembrarles droga y armas en sus domicilios o acusarlos de violadores de menores. Ya saben como se las gasta el gobierno y cómo los medios de información buscan destruir a los movimientos de izquierda o de trabajadores. La iniciativa movilizadora es correcta, pero hay que cuidar el proceso del control oportunista.

5. Enumerar los motivos por los que Calderón debe renunciar ya no es necesario por obvios y conocidos. ¿Quién puede esconder el gigantesco desempleo, los salarios de hambre en la inmensa mayoría de la población, la emigración de trabajadores a EEUU, las decenas de miles de muertes, la penetración del ejército yanqui y sus armas, el desgobierno, etcétera? Si Calderón es un borracho empedernido o no, es otra cosa; si empiezan a aparecer grandes propiedades entre sus familiares, son cosas personales de la vida privada; pero “esas cosas privadas, íntimas” no son trascendentes, no son de importancia ante la situación tan negativa del país. Pero tampoco hay que olvidar que también hay personajes que piensan como Calderón: “El país está mejor que nunca”; Creel, al lanzar su precandidatura presidencial buscando el apoyo del PAN, ha dicho que “buscará consolidar los grandes logros de los gobiernos panistas de los últimos 12 años, de Fox y Calderón”.

6. Vale más un movimiento real que cien discursos. Las masas en sus luchas pueden aprender en unas cuantas horas, en su práctica social, lo que en años no les pueden enseñar en escuelas burguesas y en libros. Quizá por eso los maestros mexicanos de la CNTE gritan en sus manifestaciones: “el maestro luchando también está enseñando”. ¿O alguien piensa que los títulos académicos sirven para otra cosa que no sea para ganar más salarios y presencia social burguesa? Por ese motivo la convocatoria del próximo sábado 12 al Monumento de la Revolución de la ciudad de México puede ser de enorme trascendencia: enseñar que el único camino válido para que el pueblo logre sus demandas es saliendo a las calles a luchar por ellas. Por eso hay que gritar: “ánimo compañeros, hay que dar la batalla en todos los frentes enterrando nuestros sectarismos e individualismos que tanto nos separan y que la mismo burguesía ahonda.

7. ¿Te imaginas lo que pasaría si un presidente mexicano, como Calderón, se sintiera obligado a renunciar? ¿Quién ocuparía su cargo? ¿Qué harían el ejército yanqui y qué el mexicano? ¿Cómo actuarían la Suprema Corte y el poder Legislativo? ¿Se harían más combativas las masas de trabajadores obligando a realizar elecciones inmediatamente? ¿Huirían los multimillonarios de México hacia los EEUU? ¿La mitad de los priítas y los del PRD se harían izquierdosos? ¿Lucharían los anarquistas por instalar un gobierno horizontal, autogestivo, para frenar a nuevos autoritarios? Por eso sería interesante vivir nuevas experiencias que ensayen otros sistemas económicos y políticos. Pero también puede ser que la renuncia de Calderón sólo se convierta en cambio de personas y caras que sigan aplicando la misma política de gobierno. En fin, lo mejor es asistir a la cita en el Monumento de la Revolución para recalentar las luchas sociales.

Video: Conferencia de prensa de Carmen Aristegui, 9 febrero 2011



MVS analizará palabras de Aristegui para dar su postura

La Presidencia dijo que tampoco hablará ni emitirá comunicado respecto a los señalamientos de la periodista.

México, D.F.- Después de que la periodista Carmen Aristegui diera una conferencia de prensa para dar su postura sobre su salida de MVS noticias, la empresa indicó que no se pronunciará sobre el asunto hasta que haya analizado “con calma todo lo que dijo”, según dio a conocer CNN México.

Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, explicó que todavía “no tenemos claro todo lo que mencionó ni toda la información que se dio” y que en cuanto escuchen con calma la conferencia completa, informarán si hay una posición oficial al respecto.

Por su parte la Presidencia dijo a CNN que tampoco hablará ni emitirá comunicado respecto a los señalamientos de la periodista.

Esta mañana Aristegui tachó su salida de MSV como un “berrinche presidencial” y dijo que regresaría a la empresa si ésta se retracta de lo dicho y ofrece un comunicado para resarcir el daño moral que se le ha causado.

No hay pregunta prohibida, no hay pregunta tonta: Carmen Aristegui

Rodrigo Martínez

La periodista Carmen Aristegui, quien saliera de manera repentina el pasado lunes del noticiario Primera Emisión de MVS, afirmó que su despido se debió al desahogo de un "berrinche presidencial".

Durante una conferencia de prensa celebrada en Casa Lamm, la periodista agradeció a los medios y redes sociales por su apoyo frente a "un hecho autoritario, desmedido e inaceptable".

"Un hecho así sólo es aceptable en las dictaduras que nadie quiere para México, castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes," inició la periodista.

Aristegui explicó que el pasado viernes 4 de febrero formuló una pregunta a raíz de lo que sucedió en la Cámara de Diputados con una manta aludiendo el alcoholismo del presidente de México.

"En la historia no se ocultaron nombres, hechos, autores ni el contenido de la manta; nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración de las cosas y la información me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial," continuó la reportera.

Carmen reconoció que "el cuestionamiento era duro pero no injurioso o difamatorio" y agregó que no se transgredió el mencionado código de ética de la compañía al que denominó como una "mentira y una coartada".

"No sólo no rectifico, ni me disculpo porque no hay nada que disculpar, sino al contrario ratifico la pertinencia de que la República se manifieste al respecto," indicó.

La periodista lamentó que el Presidente y su familia se hayan sentido ofendidos, agregó que no hubo intensión de ofender y que aun así seguía vigente la pregunta. Aristegui citó lo sucedido con el antiguo presidente de los Estados Unidos, William Clinton, cuando este tuvo que explicar y hablar de "semen derramado en el vestido azul de una muchacha" ante una audiencia de millones de personas.

Continuando con otras situaciones relacionadas con otros políticos de la actualidad, Aristegui mencionó cómo es que hay un poder en los medios que daña la política mexicana sin que "nadie haga algo al respecto".

"¿Por qué por un comentario editorial se le corta la cabeza a la persona que lo citó?" dijo Aristegui mencionando que los empresarios con concesiones en la industria de las telecomunicaciones han sido obligados a actuar a favor de la ira presidencial.

Durante la conferencia, la periodista indicó que la toma de decisiones en materia de regulación, concesiones, infraestructura, plazos, inversión, licitación en México, ha terminado en manos de la política y no en el de sus organismos técnicos.

De acuerdo a Aristegui, la única razón por la cual MVS no ha logrado desplegar una red de comunicación e Internet que compita con los grandes conglomerados es política.

"Te portas mal, te retengo al concesión, así trabajan," comentó. "Los que más se benefician son los grandes monopolios".

Aristegui pidió la modificación de leyes que apoyen la democratización de los medios de comunicación para el beneficio de la población, esto al mencionar y agradecer el debate del día de ayer registrado en la Cámara de Diputados respecto a su despido.

"Joaquín Vargas sabe que no infringí ningún código de ética, sabe que fue una coartada, sabe porque lo sufre todos los días de las razones verdaderas" continuó. "Quienes están detrás de esta decisión están a punto de cortarnos la cabeza".

Aristegui planteó una solución a la familia Vargas, dueños de MVS, quienes fueron puestos en una disyuntiva "perversa". Solicitó la reconsideración de su despido.

"Estoy dispuesta a regresar al aire el próximo lunes si es posible cumplir una condición básica y única, que MVS anuncie que retira de manera oficial el comunicado emitido junto con mi salida," agregó solicitando la publicación de un nuevo comunicado que restituya lo dicho y conforme a la verdad.

Carmen mencionó que de regresar al aire tomará el tema y lo discutirá hasta llegar a la verdad sobre lo sucedido.

Narrando un relato de Jorge Ramos en su texto "El Derecho a Preguntar", Aristegui dijo que durante la presidencia del Fox "existían interrogantes en el ambiente pero buscando aclarar las dudas respecto a estas", y así el Sr. Ramos realizó una pregunta al presidente Fox Quesada.

"¿Toma Prozac?" Ramos preguntó. A lo que Fox contestó "No". Aristegui prosiguió añadiendo que al presidente de ninguna manera le había gustado la pregunta. "Pero la contestó".

"No hay pregunta prohibida, no hay pregunta tonta y cuando surge la oportunidad hay que hacerla aunque sea la última vez," concluyó la periodista citando a Jorge Ramos en su texto "El Derecho a Preguntar".

Carmen Aristegui tilda de "hecho ominoso" despido y pide a MVS revertir la decisión

EFE

La periodista mexicana Carmen Aristegui, despedida el pasado fin de semana de la emisora MVS, consideró hoy su salida del aire un "hecho ominoso", "autoritario, desmedido e inaceptable", y ofreció a la empresa regresar al aire bajo condición de que resarza públicamente su integridad ética y profesional.

"Un hecho así sólo es imaginable en las dictaduras que nadie quiere para México: castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes", dijo Aristegui en un concurrido encuentro con la prensa ante la que leyó un comunicado, sin contestar preguntas.

La empresa mexicana Multivisión (MVS), del empresario Joaquín Vargas, anunció hace dos días la decisión de despedir a la periodista, líder de audiencia matutina, por supuestamente "transgredir" el código de ética al divulgar una información que fue considerada como un "rumor".

El 4 de febrero pasado, en su programa de radio, Aristegui hizo referencia a una pancarta mostrada por el Partido del Trabajo (PT) en la tribuna de la Cámara de los Diputados que decía:"¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? No, ¿verdad?, ¿y por qué lo dejas conducir al país?".

En sus comentarios la periodista se preguntó si el presidente mexicano, Felipe Calderón, tenía o no problemas de alcoholismo, tras lo cual MVS le pidió que se disculpara públicamente, lo que no sucedió y motivó la salida del aire de la comunicadora.

Al respecto Aristegui dijo hoy que la razón esgrimida por MVS "fue una coartada para tomar una decisión que le imponían" desde la Presidencia.

La periodista criticó que la Oficina de la Presidencia "de inmediato exigió a los dueños, que no a la periodista, una respuesta pública, inmediata, por la tremenda osadía".

Reconoció que el cuestionamiento era "duro pero de ningún modo injurioso o difamatorio. Tampoco se transgredía en ningún punto el código de ética que ha sido aludido", agregó.

Aristegui recordó que no es la primera vez que un mandatario de un país debe hacer frente a críticas y señalamientos, como lo hicieron en su día Bill Clinton, por un escándalo sexual, la brasileña Dilma Rouseff, sobre su salud, y recientemente Silvio Berlusconi, sobre sus supuestas relaciones sexuales con menores de edad.

"¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a los comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas?", se preguntó Aristegui.

La comunicadora tuvo palabras de afecto hacia el dueño de MVS y hacia su familia, a quien estima y valora, señaló.

"Lamento sinceramente que sus nombres están siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada", sostuvo.

La razón de fondo de su salida, según la comunicadora, es "el grado de vulnerabilidad en la que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación en México", ya que MVS, a la espera de conocer si se renueva o no la concesión de 2,5 gigahertzios con la que cuenta, depende de una decisión que está "en el cajón del Presidente".

"Lo que debería ser técnico, jurídico y legal en la realidad es un asunto político y discrecional", añadió.

Finalmente tendió la mano a la empresa y le ofreció regresar si su integridad y profesionalismo son salvaguardados.

"Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes siempre y cuando se cumpla con una condición básica y única: que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma, falsamente, que transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias".

A la Oficina de la Presidencia le instó, por su parte, a "hacer una valoración de lo sucedido, serenamente, sin odios, con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no guste, que los ciudadanos y los periodistas" tienen derecho "a preguntar, a inquirir y a criticar", sobre lo que juzguen pertinente.

La Presidencia mexicana, a través de sus portavoces, ha negado que ejerciera presiones ante la empresa para lograr el despido de la reconocida periodista.