Enrique Calderón Alzati
Un par de meses atrás escribí un artículo en el que me hacía la pregunta de cómo y por qué un grupo desconocido de personas, pero a todas luces influyente y poderoso, había seleccionado desde 2006 a Peña Nieto como futuro candidato del PRI a la Presidencia de la República, dadas las claras limitaciones de este personaje, las cuales afloraron al conocimiento público durante el reciente proceso electoral; no tenía entonces la respuesta para ellas, pero sí la necesidad de encontrar una explicación, dada la relevancia del tema y la magnitud de las contradicciones implícitas en esa selección.
Luego de un breve viaje a Estados Unidos, de consultar algunos materiales de la BBC de Londres y de platicar mis dudas con varias personas, hoy tengo una idea bastante aceptable de lo que puede ser una respuesta a mi pregunta original, es una historia curiosa relacionada con un personaje muy conocido del cine: Tom Cruise, cuyo fenotipo podría coincidir ampliamente con el de Peña Nieto.
Un par de meses atrás escribí un artículo en el que me hacía la pregunta de cómo y por qué un grupo desconocido de personas, pero a todas luces influyente y poderoso, había seleccionado desde 2006 a Peña Nieto como futuro candidato del PRI a la Presidencia de la República, dadas las claras limitaciones de este personaje, las cuales afloraron al conocimiento público durante el reciente proceso electoral; no tenía entonces la respuesta para ellas, pero sí la necesidad de encontrar una explicación, dada la relevancia del tema y la magnitud de las contradicciones implícitas en esa selección.
Luego de un breve viaje a Estados Unidos, de consultar algunos materiales de la BBC de Londres y de platicar mis dudas con varias personas, hoy tengo una idea bastante aceptable de lo que puede ser una respuesta a mi pregunta original, es una historia curiosa relacionada con un personaje muy conocido del cine: Tom Cruise, cuyo fenotipo podría coincidir ampliamente con el de Peña Nieto.