PRI destemplado
PAN-PRD, precariedad
Candidato maniquí
Julio Hernández López / Astillero
Como en las novelas policiacas: Follow the money, que en este caso sería Monex.
La modernidad alcanzó a los tradicionales mapaches del jurásico de tres colores y, esta vez, en lugar de quedarse solamente en la clásica utilización de las maletas en efectivo (al jarocho estilo aéreo detectado en Toluca, por ejemplo) o del reparto físico entre miembros de la élite que a la hora de bajar los recursos a las bases bien podrían quedarse con tajadas importantes (poniendo incluso en riesgo la eficacia del inverificable proceso individual de compra de voluntades), el nuevo PRI experimentó con redes de distribución de dinero que acabaron dejando huella, no solamente en las ya famosas tarjetas de plástico para adquisición de mercancías en almacenes como Soriana, sino también en los registros contables de empresas como Monex, acusada de haber servido para lavar dinero y permitir así la magna operación mercantil que lentamente va conociéndose y que podría llegar a convertirse en la gota de abuso que llegue a derramar el vaso de la acumulación de pruebas de fraude electoral extracasillas.
PAN-PRD, precariedad
Candidato maniquí
Julio Hernández López / Astillero
Como en las novelas policiacas: Follow the money, que en este caso sería Monex.
La modernidad alcanzó a los tradicionales mapaches del jurásico de tres colores y, esta vez, en lugar de quedarse solamente en la clásica utilización de las maletas en efectivo (al jarocho estilo aéreo detectado en Toluca, por ejemplo) o del reparto físico entre miembros de la élite que a la hora de bajar los recursos a las bases bien podrían quedarse con tajadas importantes (poniendo incluso en riesgo la eficacia del inverificable proceso individual de compra de voluntades), el nuevo PRI experimentó con redes de distribución de dinero que acabaron dejando huella, no solamente en las ya famosas tarjetas de plástico para adquisición de mercancías en almacenes como Soriana, sino también en los registros contables de empresas como Monex, acusada de haber servido para lavar dinero y permitir así la magna operación mercantil que lentamente va conociéndose y que podría llegar a convertirse en la gota de abuso que llegue a derramar el vaso de la acumulación de pruebas de fraude electoral extracasillas.