J. A. Hinojosa, la clave
‘‘Negocios y elecciones’’
Puerta a la represión
Julio Hernández López / Astillero
La clave está en el intermediario y vendedor. Concediendo, sin suponer, que hubiese sido tanta la riqueza acumulada por la señora Angélica Rivera durante su carrera de actriz de telenovelas como para realizar una operación de compraventa a plazos de una residencia valuada en 86 millones de pesos, la historia de exculpación anunciada ayer por el vocero de Los Pinos se enfanga al llegar al quid empresarial: Juan Armando Hinojosa Cantú (JAHC).
El agradecido amigo Hinojosa Cantú es el accionista principal de la firma a través de la cual la señora Rivera hace las operaciones de adquisición de la magna casa, pero también, en un triángulo financiero al estilo que ya es clásico en el historial mexicano de política y negocios, de un consorcio largamente beneficiado por el esposo de la compradora cuando aquél era gobernador del estado de México y ahora desde la Presidencia de la República (el más reciente intento de engrosar las cuentas bancarias del vendedor en abonos de la mansión de Las Lomas de Chapultepec se ha dado en el contexto del grupo de empresas que estuvieron a punto de llevarse uno de los negocios del sexenio, el del tren rápido de México a Querétaro).