Francisco Rodriguez / Índice Político
Llama la atención el primero de los diez fundamentos básicos que el candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, blande en su lucha para anular la más reciente elección federal: “Actitud tendenciosa en los medios de comunicación para favorecer a Enrique Peña Nieto.”
¿A qué obedece esa parcialidad detectada por estudios al respecto elaborados por la UNAM? ¿Actuaron esos medios de acuerdo a instrucciones políticas? ¿O por su propio interés?
Vale preguntarlo porque, cada vez más, se acrecienta el protagonismo de los medios de comunicación en la configuración del escenario político en nuestro país.
Y aunque en el fondo es la credibilidad y la democracia lo que están en juego, lo que destaca es que los medios son actores que además –y ahí lo delicado del asunto-- registran la actuación de los otros actores.
Llama la atención el primero de los diez fundamentos básicos que el candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, blande en su lucha para anular la más reciente elección federal: “Actitud tendenciosa en los medios de comunicación para favorecer a Enrique Peña Nieto.”
¿A qué obedece esa parcialidad detectada por estudios al respecto elaborados por la UNAM? ¿Actuaron esos medios de acuerdo a instrucciones políticas? ¿O por su propio interés?
Vale preguntarlo porque, cada vez más, se acrecienta el protagonismo de los medios de comunicación en la configuración del escenario político en nuestro país.
Y aunque en el fondo es la credibilidad y la democracia lo que están en juego, lo que destaca es que los medios son actores que además –y ahí lo delicado del asunto-- registran la actuación de los otros actores.