Martha Anaya
En el discurso público, la separación de Andrés Manuel López Obrador del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, parecía suave, tersa, sin recriminación alguna. “No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos”, diría. Pero entre líneas, en las presencias y ausencias del templete, y en la misma plancha del Zócalo, otra era la historia que asomaba.
Aquellos que una y otra vez intentaron expulsarlo de las filas perredistas -Los Chuchos y compañía-, eran los más molestos, “ardidos”, señalarían algunos. Jesús Zambrano, presidente del sol azteca, ni siquiera hizo acto de presencia, a diferencia de los petistas Alberto Anaya y Ricardo Cantú; y de Luis Walton, líder formal de Movimiento Ciudadano (si bien fue notoria la ausencia ayer, y desde hace meses, de Dante Delgado, así como las de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera).
Los que se apropiaron del PRD intentaron incluso boicotear el evento. “Está dura la cosa con ellos -nos confiaría Ricardo Monreal al concluir el acto-, incluso intentaron que no viniera tanta gente al Zócalo… pero mira: ¡lleno!”.
El senador Armando Ríos Piter, cuya presencia resultó una sorpresa pues hubo un tiempo en que fue muy cercano a Los Chuchos, mostraba sentimientos encontrados ante la decisión del tabasqueño de abandonar finalmente al PRD. Con su pequeño hijo en hombros apuntaría: “Respetable (la decisión), pero…ojalá pudiéramos mantener un partido fuerte, caminar juntos en un frente común… Yo creo que no hay buenos y malos en esto…”.
En el discurso público, la separación de Andrés Manuel López Obrador del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, parecía suave, tersa, sin recriminación alguna. “No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos”, diría. Pero entre líneas, en las presencias y ausencias del templete, y en la misma plancha del Zócalo, otra era la historia que asomaba.
Aquellos que una y otra vez intentaron expulsarlo de las filas perredistas -Los Chuchos y compañía-, eran los más molestos, “ardidos”, señalarían algunos. Jesús Zambrano, presidente del sol azteca, ni siquiera hizo acto de presencia, a diferencia de los petistas Alberto Anaya y Ricardo Cantú; y de Luis Walton, líder formal de Movimiento Ciudadano (si bien fue notoria la ausencia ayer, y desde hace meses, de Dante Delgado, así como las de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera).
Los que se apropiaron del PRD intentaron incluso boicotear el evento. “Está dura la cosa con ellos -nos confiaría Ricardo Monreal al concluir el acto-, incluso intentaron que no viniera tanta gente al Zócalo… pero mira: ¡lleno!”.
El senador Armando Ríos Piter, cuya presencia resultó una sorpresa pues hubo un tiempo en que fue muy cercano a Los Chuchos, mostraba sentimientos encontrados ante la decisión del tabasqueño de abandonar finalmente al PRD. Con su pequeño hijo en hombros apuntaría: “Respetable (la decisión), pero…ojalá pudiéramos mantener un partido fuerte, caminar juntos en un frente común… Yo creo que no hay buenos y malos en esto…”.