Futbol y energéticos
Expropiar al pueblo
Amagos panistas
Julio Hernández López / Astillero
No hay portero ni equipo ni suerte que frene el arrollador ataque, con pleno poderío marrullero, reforzado con naturalizados jugadores provenientes de otros clubes, que está goleando de manera implacable al interés nacional en cuanto a reformas relacionadas con el tema energético.
Ya no es tan sólo la desexpropiación petrolera tan evidente, con la voracidad extranjera ansiosa por aterrizar en la zona de conquista, sino la expropiación directa de las tierras de quienes tengan el infortunio de que las compañías de hidrocarburos por llegar necesiten cruzar por esos predios y, para dar seguridad jurídica a sus inversiones, prefieran hacerse de tales terrenos a título de servidumbres de paso que deberán ser negociadas de igual a igual entre los propietarios rurales, campesinos y ejidatarios, y los goleadores bufetes de abogacía empresarial, con la advertencia inaudita de que el gobierno federal decretará la apropiación de esos predios, para ponerlos al servicio de los capitalistas, si las ‘‘partes’’ no se ponen rápidamente de acuerdo en el monto de las contraprestaciones correspondientes. Ya no serían expropiaciones por causa de utilidad pública, sino privada. No para el bien popular, sino abiertamente para las utilidades empresariales foráneas.