Martha Anaya
Para Juan José Rodríguez Prats, el pasado sábado 11 de agosto “es una fecha triste en la historia del PAN”. Según nos cuenta, en Acción Nacional afloró en los últimos años -y en la reunión del Consejo Político se vivió tal cual- una enfermedad terrible: La discordia. Y eso se vivió ese día.
Yo mismo me siento muy mal, confiesa el panista, “porque pronuncié un discurso en donde insulté, agredí, me burlé de Gustavo Madero. Quise pedir disculpas, (pero) ya no me concedió la palabra. Yo siento que Gustavo ha sido un mal presidente del partido, que ha cometido muchos errores, pero no merecía que yo lo tratara de esa manera”.
Rodríguez Prats traía clavada la espina de la forma en que se designó al candidato del PAN para la gubernatura de Chiapas. Pero sobre todo, en la reunión del Consejo Nacional del sábado lo enardeció la actitud de Madero mientras él hablaba: “Me parece una falta de respeto, me molesta mucho que si uno está hablando, la gente esté con una computadora, con el teléfono… y le dije cosas de las que me arrepiento. Me ganó la discordia”.
Para Juan José Rodríguez Prats, el pasado sábado 11 de agosto “es una fecha triste en la historia del PAN”. Según nos cuenta, en Acción Nacional afloró en los últimos años -y en la reunión del Consejo Político se vivió tal cual- una enfermedad terrible: La discordia. Y eso se vivió ese día.
Yo mismo me siento muy mal, confiesa el panista, “porque pronuncié un discurso en donde insulté, agredí, me burlé de Gustavo Madero. Quise pedir disculpas, (pero) ya no me concedió la palabra. Yo siento que Gustavo ha sido un mal presidente del partido, que ha cometido muchos errores, pero no merecía que yo lo tratara de esa manera”.
Rodríguez Prats traía clavada la espina de la forma en que se designó al candidato del PAN para la gubernatura de Chiapas. Pero sobre todo, en la reunión del Consejo Nacional del sábado lo enardeció la actitud de Madero mientras él hablaba: “Me parece una falta de respeto, me molesta mucho que si uno está hablando, la gente esté con una computadora, con el teléfono… y le dije cosas de las que me arrepiento. Me ganó la discordia”.