Delito de falsedad
Senador confeso
Fondo guerrerense
Julio Hernández López / Astillero
Rebautizado como Niño Briago mediante un juego disponible en Internet (http://bit.ly/VLIBMP), el senador Jorge Emilio González Martínez regresó ventajosamente al centro de reclusión denominado El Torito para reponer las horas de encierro que había pretendido evadir mediante un recurso de amparo al que ayer declinó en una operación forzada de lavado de cara, luego de las intensas críticas a su comportamiento personal y al negocio denominado Partido Verde Ecologista de México.
Con esa maniobra efectista, el mencionado legislador pretende abrir paso a una cierta exculpación pública, alegando que cumplió a plenitud el periodo de castigo derivado de sus faltas viales. Pero no quedan sus infracciones al orden jurídico sólo en el plano relacionado con el alcoholímetro. Según reiteradas declaraciones ante medios de comunicación, en determinado tramo de ese episodio González Martínez decidió ocultar su nombre verdadero y usar otro. Tal suplantación fue argüida como demostración de que no lo animaba el propósito de hacer valer su posición e influencias como senador; por el contrario, buscaba ser tratado como otro, como un ciudadano que no fuera él.