Más culpa que Mahony
México, potencia: Friedman
Assange en La Jornada
Julio Hernández López / Astillero
El cardenal Norberto Rivera Carrera no debería asistir al cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto 16, pues está afectado por peores circunstancias descalificatorias que las que han llevado a católicos de varias partes del mundo a demandar que un asociado de Rivera, Roger Mahony, quien fue cardenal de Los Ángeles durante largo tiempo, se excuse de ir al Vaticano y de votar para el nombramiento de un nuevo Papa.
Mahony acaba de estar durante más de tres horas y media en la metrópoli californiana frente a abogados que, en una diligencia judicial, trataron de puntualizar el papel de complicidad que ese cardenal mantuvo en la protección a sacerdotes acusados de cometer abuso sexual contra menores de edad (http://bit.ly/13F8snb ). Los litigantes que informaron de esa comparecencia se abstuvieron de entrar en detalles, porque así los obligan las reglas de esos tribunales, pero el caso más conocido tiene como referencia al presbítero Nicolás Aguilar Rivera, quien gozó de protección por parte de Norberto Rivera.