John Saxe-Fernández
Días antes de que, como estaba previsto, el Trife formalizara la imposición de Enrique Peña Nieto (EPN) sin indagación sobre los graves cargos planteados por el movimiento progresista, los diputados del PRI anunciaron “que se daría prioridad a la privatización del gas shale”, parte del paquete de reformas pendientes impulsadas a lo largo de tres décadas por EU y sus fichas locales, desde el FMI, BID y Banco Mundial (BM), subrogados al Tesoro y por tanto al ejecutivo. Los acuerdos de restructuración –energética, laboral, fiscal, etcétera–, en realidad se imponen a miembros clave del gabinete –ahora con toda probabilidad al equipo de transición de EPN.
Así se documentó en el pase de Salinas a Zedillo. En más de una ocasión los textos, en un inglés mal traducido, hasta se equivocan en el nombre de país. A decir de Joseph Stiglitz, ex primer economista del BM y Nobel, se trata de machotes a cuyos términos y fases prestan gran atención mendigantes y quebrados altos cargos, ya que cada reforma trae consigo un sustancioso paquete de empréstitos que incluyen jugosas comisiones (legales). A los préstamos de ajuste estructural para inducir la privatización de empresas públicas Stiglitz los llama empréstitos de sobornización.
Días antes de que, como estaba previsto, el Trife formalizara la imposición de Enrique Peña Nieto (EPN) sin indagación sobre los graves cargos planteados por el movimiento progresista, los diputados del PRI anunciaron “que se daría prioridad a la privatización del gas shale”, parte del paquete de reformas pendientes impulsadas a lo largo de tres décadas por EU y sus fichas locales, desde el FMI, BID y Banco Mundial (BM), subrogados al Tesoro y por tanto al ejecutivo. Los acuerdos de restructuración –energética, laboral, fiscal, etcétera–, en realidad se imponen a miembros clave del gabinete –ahora con toda probabilidad al equipo de transición de EPN.
Así se documentó en el pase de Salinas a Zedillo. En más de una ocasión los textos, en un inglés mal traducido, hasta se equivocan en el nombre de país. A decir de Joseph Stiglitz, ex primer economista del BM y Nobel, se trata de machotes a cuyos términos y fases prestan gran atención mendigantes y quebrados altos cargos, ya que cada reforma trae consigo un sustancioso paquete de empréstitos que incluyen jugosas comisiones (legales). A los préstamos de ajuste estructural para inducir la privatización de empresas públicas Stiglitz los llama empréstitos de sobornización.