CSG, con estudiantes
Caretas y el 132
Mancera aún no sabe
Julio Hernández López / Astillero
A Carlos Salinas de Gortari no parece preocuparle que se extienda la versión de que él es el verdadero teleprompter de Enrique Peña Nieto. Por el contrario, pareciera que disfruta de esta suerte de revancha política, moviendo hilos, colocando funcionarios, apadrinando candidatos, convocando empresarios y realizando reuniones de inocultable sentido político aunque todavía no en lugares públicos y abiertos (pues persiste el temor de que haya reacciones adversas, incluso de corte violento), pero sí en sesiones privadas, con audiencias bajo control.