Corrupción azul
Nava, lugarteniente
Aumento desgordillado
Julio Hernández López / Astillero
El Pacto por México avanza: Pemex da un toque de seria advertencia al felipismo mediante una denuncia en Estados Unidos contra el íntimo César Nava, con lo que fortalece al más apasionado de los nuevos peñistas, Gustavo Madero (a quien los calderonistas han tratado de derrocar o cuando menos moderar), y oportunamente empareja el marcador de corruptelas con el dúctil Carlos Romero Deschamps, que así no queda tan solitario en el escaparate de la putrefacción petrolizada.
César Nava es, políticamente, Felipe Calderón. La acusación se refiere a hechos sucedidos más de 10 años atrás, cuando el hoy esposo de la cantante Patylú era director jurídico del Pemex foxista dirigido por Raúl Muñoz Leos, pero la identidad inequívoca e imborrable del yunquista Nava es con su paisano Felipe, de quien fue asesor en la Secretaría de Energía, secretario particular en Los Pinos y comisionado para presidir el comité nacional panista durante el mismo sexenio macabro que terminó casi seis meses atrás.