Salvador García Soto
La frase se comienza a escuchar entre peñistas del primer círculo con cierto tono de preocupación: “A Eruviel la gubernatura le está quedando grande”. Y se refieren no sólo a los cuestionamientos a la elección presidencial en el Estado de México, donde se presentaron el mayor número de impugnaciones al triunfo de Enrique Peña Nieto, sino también a la actuación del mandatario que ha tenido varias crisis en el tema de seguridad en su estado.
Porque en el Estado de México, la entidad que gobernó y que dejó hace un año con altos niveles de popularidad, se convirtió en una de las más reñidas para Peña y de las que más le costó ganar el 1 de julio; de hecho, muy lejos de la votación de carro completo con la que Eruviel ganó la gubernatura en julio de 2011 (66% de los votos) el voto por Peña en la presidencial fue de apenas 44% (dos millones 977 mil votos) contra 38% de Andrés Manuel López Obrador (dos millones 400 mil votos), apenas una diferencia de poco más de 500 mil votos.
La frase se comienza a escuchar entre peñistas del primer círculo con cierto tono de preocupación: “A Eruviel la gubernatura le está quedando grande”. Y se refieren no sólo a los cuestionamientos a la elección presidencial en el Estado de México, donde se presentaron el mayor número de impugnaciones al triunfo de Enrique Peña Nieto, sino también a la actuación del mandatario que ha tenido varias crisis en el tema de seguridad en su estado.
Porque en el Estado de México, la entidad que gobernó y que dejó hace un año con altos niveles de popularidad, se convirtió en una de las más reñidas para Peña y de las que más le costó ganar el 1 de julio; de hecho, muy lejos de la votación de carro completo con la que Eruviel ganó la gubernatura en julio de 2011 (66% de los votos) el voto por Peña en la presidencial fue de apenas 44% (dos millones 977 mil votos) contra 38% de Andrés Manuel López Obrador (dos millones 400 mil votos), apenas una diferencia de poco más de 500 mil votos.