sábado, febrero 21, 2009

Nuevo fraude pactan Calderón y Elba Esther: el TFCA a cambio de votos

Jaime Avilés / Desfiladero (Especial desde La Jornada)

Después de lanzarle la jauría mediática a Carlos Slim, el hombre, a veces, más rico del mundo, y de recibir la cristiana bendición del panadero Lorenzo Servitje, para quien su gobierno "de hecho, no de derecho", ya terminó, Felipe Calderón acaba la semana rodeado por la desconfianza que inspira: luego de escuchar su arenga del jueves en Nuevo León, acerca de que no modificará en absoluto "su" guerra contra el narcotráfico, los más ricos entre los ricos volvieron a atacar las reservas federales, de tal modo que el dólar cerró en 14.95.

Al mismo tiempo, hubo una fuerte caída (1.9 por ciento) en la Bolsa Mexicana de Valores, y el gobierno de Estados Unidos emitió una nueva alerta para que los ciudadanos de aquel país eviten cruzar la frontera, debido a la inseguridad que impera en la franja entre Tijuana y Matamoros.

Quien durante la campaña electoral de 2006 afirmó que Andrés Manuel López Obrador era un "espantachambas", se ha vuelto un espantadólares, bien porque la nula confianza que genera en los inversionistas provoca el derrumbe del peso y de la bolsa, bien porque su derrota ante el narcotráfico ahuyenta a los turistas estadunidenses.

Incapaz de darle una mínima coherencia a su gabinete, donde cada secretario declara lo primero que se le ocurre, Calderón muestra, además, una notoria falta de carácter para pedirle la renuncia a Luis Téllez, o en su defecto, para salir a respaldarlo en su cargo ante las intrigas que van y vienen por los medios electrónicos contra él. Intrigas, todo así lo indica, promovidas por Purificación Carpinteyro, la ex subsecretaria de Comunicaciones, amiga íntima de Los Pinos, a quien la gente de Calderón le habría dado alas para serrucharle el piso a Téllez.

¿Alguien confía en Calderón a estas alturas? Sí, todavía hay alguien que cree en él porque estima que puede volver a sacarle provecho. Esa persona se llama Elba Esther Gordillo y, de acuerdo con fuentes que piden el anonimato, habría ya negociado con Fernando Gómez Mont, el representante de Televisa y Tv Azteca en Bucareli, para "ayudarle" a ganar las elecciones de julio a los candidatos del PAN, a cambio de quedarse con el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), una instancia que se encarga de dirimir las controversias entre el gobierno federal y sus trabajadores, así como las del gobierno capitalino con los suyos.

De concretarse este pacto, doña Elba Estéril controlaría no sólo el sindicato de maestros sino toda la justicia laboral del apartado B, misma que regula las relaciones entre los burócratas y el gobierno. En vía de mientras, agregan las fuentes, se "ha aprobado un presupuesto de varios miles de millones de pesos para duplicar el número de salas con que actualmente cuenta el TFCA, y la señora Gordillo nombrará a su antojo a los magistrados" que allí despachen, con lo que su poder se multiplicaría de manera exponencial.

Aunque Gómez Mont es quien acordó la jugada con la líder vitalicia del gigantesco sindicato charro de los trabajadores, es un tal David Luque, de la secretaría particular de Calderón, quien arregla los detalles. Para que el pacto quede sellado, como decían antiguamente los novelistas, falta la aprobación de la reforma laboral que promueve, con un frenesí que ahora se entiende mejor, el secretario del Trabajo, y porro mayor del gabinete, Javier Lozano Alarcón. Este insistió, hace unos días, en que la reforma "debe" salir "en abril"… justo a tiempo para que Elba Estéril ponga de nuevo en marcha la maquinaria del fraude electoral.

Palos, gracias a la Corte

Eduardo Bours, el pollero gobernador de Sonora, leyó el dictamen de la Tremenda Corte sobre el caso Atenco en el mismo sentido que esta columna, es decir, como una virtual sentencia que "legaliza" la represión en México. Y ni tardo ni perezoso, mandó 200 agentes de la Policía Federal Preventiva y de la estatal –calcando el esquema de Enrique Peña Nieto y Eduardo Medina Mora en mayo de 2006– para disolver con la mayor brutalidad posible un plantón de ancianos jubilados de Ferrocarriles Nacionales de México, que el martes pasado se sentaron sobre las vías del tren en el poblado de Benjamín Hill, para exigir el pago de las pensiones que el gobierno les adeuda desde 1998.

Los togados estarán orgullosos de su decisión, ya que gracias a ésta Bours ordenó golpear con garrote a "ancianos, niños y mujeres (una de ellas embarazada)" y "desaparecer" al líder del movimiento, Humberto Francisco Tapia Madrid, de acuerdo con la denuncia publicada ayer por Julio Hernández López.

Y a propósito de la Corte, Víctor Adrián Trujillo Muñoz opina que don Genaro Góngora Pimentel “es el patiño que procura la coartada de ‘pluralismo de posiciones, propuestas y proyectos de resolución’, y por supuesto siempre pierde porque su función no es ganar batallas sino simularlas. Gran favor le haría a la nación renunciando a su sueldo de 600 mil pesos mensuales, para dejar a esa recua de bien cebados farsantes sin coartada…”.

Diez años sin Galo

Ayer el tiempo cumplió 10 años desde la trágica muerte del periodista Galo Gómez Ogalde, amigo de muchos lectores de esta columna. Ayer también se conmemoró el primer aniversario del fallecimiento de su padre, don Galo Gómez Oyarzún, ex rector de la Universidad de Concepción, en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende. En digna representación de esos dos grandes luchadores sociales, Felipe Gómez, hermano de Galo, dirige un pequeño y delicioso lugar de comidas rápidas, llamado Sol y Sombra, frente a la puerta 3 de la Plaza México, en Mixcoac, donde los buenos sabores son uno de los placeres de la nostalgia… Y ya que se habla de negocios alternativos, la crisis inauguró un servicio denominado Bar en Calma, que en realidad es un teléfono (5564-2654) al que usted puede hablar entre las 21:00 y las 4:00, y pedir que le lleven a su casa bebidas, refrescos o tabaco, y evitarse la molestia de salir a la calle en busca de una "ventanita" y quedar a merced de los alcoholímetros…

Tal como lo anticipó López Obrador el martes frente a la Cámara de Diputados, ya abrieron sus puertas las casas del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, en las 16 delegaciones del DF. Las direcciones son: Álvaro Obregón, Juan Cousin 43, col. Alfonso XIII; Azcapotzalco, Totonacas 90, col. Tezozómoc; Benito Juárez, Víctor Hugo 19, col. Albert. Coyoacán; Pensilvania y División del Norte, col. Parque San Andrés; Cuajimalpa, José María Castorena 226, col. Centro; Cuauhtémoc, Dr. Navarro 5, col. Doctores; Gustavo A. Madero, Bustamante 98, col. Martín Carrera; Iztacalco, Retorno 2 de Sur 16 número 34, col. Agrícola Oriental; Iztapalapa, calle 14, número 336, col. Leyes de Reforma 2da sección; Contreras, av. San Jerónimo 15, col Potrerillo; Miguel Hidalgo, Lago Mask 198, col Anáhuac; Milpa Alta, Nuevo León 222, barrio Santa Cruz Villa Milpa Alta; Tláhuac, Barranca s/n, col. San Juan Ixtayopan; Tlalpan, San Fernando 410; Venustiano Carranza, Berriozábal 48, col. Morelos, y Xochimilco, Xaltocan 50, barrio Xaltocan.

Huracanes y canicas

Carlos Fernández-Vega

- Huracanes y canicas
- Bisoños y codiciosos
- Son, no se hacen


El creativo gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, utilizó una buena cantidad de creativos términos para justificar la enésima sacudida que a la moneda nacional le han propinado las hordas especulativas que operan en el país: "huracán financiero", "turbulencia internacional muy fuerte", "montaña rusa" en Wall Street, "crisis de enormes proporciones", por sólo citar algunos. También mostró creatividad en su intentó por borrar la imagen de "catastrofista" que de él guardan ciertos mochoacanos: pase lo que pase, dijo, "tenemos canicas" para hacer frente a todo lo anterior.

De nueva cuenta sudoroso, como en los buenos tiempos, ayer el ex secretario de Hacienda no sintió lo duro sino lo tupido, pues la cotización peso-dólar rompió la "barrera sicológica" de las 15 unidades (obvio es que favorable al billete verde), algo que en la Comisión de Cambios (Ortiz-Carstens) daban por sentado no sucedería, dada la abundante cuan permanente "inyección" de reservas internacionales para saciar, según creen, el insaciable hambre de los especuladores.

"Huracanes", “turbulencias, "montañas", "enormes proporciones", "canicas" y conexos, pero ninguna explicación medianamente creíble sobre el por qué del más reciente embate en contra del peso. Términos creativos, sin duda, que lo podrían orillar a escribir un cuento adicional, pero ni un solo nombre de los responsables de darle el tiro de gracia al tipo de cambio, el cual rompió la "barrera sicológica" de las 15 unidades y terminó por desmoronar la de por sí endeble confianza que a estas alturas existe entre los mexicanos.

A 15.16 pesos por dólar llegó ayer el tipo de cambio, para concluir la semana cambiaria en 14.95, con no menos de 400 millones de dólares de reservas internacionales "inyectadas" al mercado para saciar, dicen, la sed de los especuladores, quienes con los colmillos perfectamente afilados esperan la reapertura del mercado el próximo lunes, cuando puede suceder cualquier cosa. ¡Felicidades!: en 32 años, con todo y "canicas", 120 mil por ciento de incremento en la cotización del dólar, en demérito, desde luego, de la tambaleante moneda nacional.

"No queremos una crisis de confianza", clamaba días atrás un pandillero de la "continuidad", disfrazado de Secretario del Trabajo, cuando es un hecho que mucho antes de estallar la crisis económico-financiera ya habían reventado las de credibilidad y confianza en un gobierno y una clase política (incluidos los barones del sector privado y de la Santa Madre) que de plano no da una (económica y socialmente hablando, porque para sí ha salido muy resultona).

Crisis de confianza que se profundiza (más allá de los más recientes resultados cambiarios, bursátiles, laborales, económicos y conexos) por la defraudación de una institución extranjera, Stanford Fondos, filial del consorcio gringo Stanford Financial Group, avecindado en México con autorización del gobierno nacional, en contra de un nutrido grupo de mexicanos clasemedieros y de mayor nivel económico, sin que la somnolienta institución oficialmente encargada de "vigilar" y "supervisar" a este tipo de empresas se haya enterado.

Como en tantas otras ocasiones, de madrugada le pasó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores el desfalcó, y ahora ya no sabe cómo zafarse de la bronca ni de los justos reclamos de dicho grupo, porque ella "sólo garantiza" las operaciones e inversiones "que se hagan en México". Y para calmar los ánimos de los defraudados, los directivos de la CNBV muy atinadamente pintaron su raya: si se saben contar, no cuenten con nosotros.

Se repite la historia de la "autoridad" que "vigila" y "supervisa" el "sano funcionamiento" del sistema financiero que opera en el país. Ahora el ágil presidente de la CNBV, Guillermo Babatz, puede recurrir a los bellos calificativos que Miguel de la Madrid utilizó en octubre de 1987 para justificar el saqueo de los pequeños inversionistas en el mercado bursátil. Decía el entonces inquilino de Los Pinos que éstos fueron atracados por "bisoños" y que el fraude que los victimó fue "resultado de la codicia colectiva", es decir, lo mismo que ahora sucede con los saqueados por Stanford Fondos, o, por ejemplo, con el ahorro de los trabajadores y las Afore.

Y a esa misma crisis de confianza, "que no queremos", también contribuye la información que sobre el comportamiento de la economía divulgó ayer el INEGI, la cual, una vez más, desmiente el "optimismo" del inquilino de Los Pinos, quien durante su plácida visita al Foro Económico Mundial en Davos (finales de enero pasado) presumía que "en 2008, a pesar de la recesión global, México creció más de 1.5 por ciento".

Pues resulta que no, que tampoco en eso atinó. Tanto discurso, tanta saliva invertida para "convencer" de que la "gripa" nos hacia los mandados, para que venga el INEGI y apeste la fiesta de la "continuidad" con "optimismo", e informe que en 2008, oficialmente, la economía mexicana "creció" 1.3 por ciento, el peor resultado desde 2002, y que en el último trimestre del año pasado el desplome fue de 1.6 por ciento en términos reales, abriendo surco para la recesión. Cifras desestacionalizadas empeoran los resultados, pues ellas indican que el PIB reportó una caída de 2.69 por ciento en octubre-diciembre en comparación con el trimestre inmediato anterior.

Qué bueno que en Los Pinos "no queremos una crisis de confianza".

Las rebanadas del pastel

No todo está perdido. Ya lo dijo el panista Gustavo Enrique Madero, presidente del Senado: “no podemos sumarnos a las críticas (contra los integrantes del gabinetazo calderonista) que con carácter electoral se expresan para desacreditar un esfuerzo (del) equipo de trabajo” del inquilino de Los Pinos. Bien dicho y mejor explicado: no es que no sean pendejos, sino que las elecciones están a la vuelta de la esquina… Una suerte de misterioso comando alfanumérico atacó al México SA de ayer, en cuyo primer párrafo aparece un incomprensible “en el verano regresan las 32TmRs…”. En el original, sin códigos, era mucho más sencillo: "en el verano" regresan las vacas gordas…”

Entre los dos poderes


Por Alfonso Elizondo / El Norte - Reforma / 21 feb 2009

Aun cuando un sector de la clase política mexicana que posee un refinado cinismo se atreva a fingir ignorancia sobre el poder creciente del crimen organizado, lo cierto es que aun en naciones muy alejadas de México se sabe que el narco y la economía criminal en general han crecido mucho en la última década, sin que el Estado haya encontrado una forma de controlarlos. En el 2008 México alcanzó el primer lugar mundial en secuestros.

Nadie ignora que el narco y el crimen organizado penetraron a los tres niveles de gobierno y a los tres poderes de la República desde hace varios años. Este flagelo ha llegado a todos los sectores de la sociedad en distintas formas y modalidades, pero a pesar de su dimensión colosal, existe un importante sector de la clase política que no quiere aceptarlo, ni atenderlo.

En Monterrey y algunas ciudades fronterizas se llevaron a cabo manifestaciones financiadas por el crimen organizado, en las que se utilizó a adolescentes, mujeres y niños para protestar contra el Ejército y otras instituciones federales. La reacción de las autoridades estatales fue tan tibia y desarticulada que la sociedad civil percibía diferentes grados de temor, disimulo e inclusive alianza para desacreditar a las autoridades federales.

Además del visible apoyo de algunos sectores de la clase política, el problema se agrava con la promoción -quizá involuntaria- que hacen de estos hechos los medios de comunicación masiva, en particular el medio televisivo, al difundir profusamente los atentados del crimen organizado en contra de la sociedad mexicana y de sus instituciones, despojando al Estado de su función fundamental de garantizar la seguridad del ciudadano.

Es obvio que hay un interés de la clase política desplazada del poder para tratar de endilgar este conflicto a la reconocida incapacidad de los funcionarios federales en el poder, sin entender que al debilitar las instituciones del Estado, además de traicionar a la patria, se crea un fenómeno de ingobernabilidad que permitirá tomar el poder político a las fuerzas del crimen organizado, cuya única forma de control es a través de infundir miedo a la sociedad mediante su cruenta legislación criminal.

Conforme avanza esta torpe conjura de ciertos sectores de la clase política y del crimen organizado en contra del Estado, se va cancelando el presente y el futuro de varias generaciones, tal como sucedió en Colombia. Aunque lo más decepcionante es que el pequeño grupo de capitalistas que encumbraron a los actuales líderes políticos no pueda percibir la magnitud y la condición casi irreversible del problema, aun cuando ellos serían los más dañados al desaparecer el Estado institucional.

En este momento crucial para la vida de México se puede afirmar, sin hipérboles, que la nación se está despedazando entre la ambición de sus dos grandes poderes fácticos: el crimen organizado en todas sus modalidades y el duopolio televisivo que representa al pequeño grupo de capitalistas con gran poder económico que aún controla al poder político en México.

Nada podría ser más nocivo que resignarse ante un conflicto que amenaza con la destrucción del Estado. El problema del narco y del crimen organizado podría combatirse con medidas que incluyan la legalización de ciertas drogas y la creación de una Policía especializada, cuya principal arma sea la búsqueda permanente de las fuentes del abasto financiero. Para el duopolio televisivo bastaría con aplicar una minuciosa ley que lo deslinde de la actividad política, tal como sucede en las naciones desarrolladas del mundo.

Decía Dostoievski: "Cada uno de nosotros es culpable ante todos, por todos y por todo".

La miseria humana


Por Alejandra Rangel Hinojosa de Canales / El Norte / 21 febrero 2009

Hoy la pobreza se ha puesto de moda. Aparece en todos lados, se posicionó porque tomó las calles, protestó y se hizo acompañar en un principio por jóvenes "tapados", y después por mujeres y niños, protegida por intereses poderosos capaces de amedrentar a la población.

A partir de estos acontecimientos, la sociedad, enardecida por el caos vial, la alteración al orden y la vialidad, se indignó por la pérdida de tiempo en las avenidas tomadas, después por la actitud y tardanza de respuesta de las autoridades policiacas, y más tarde porque vio la marginación y condiciones sociales de los manifestantes.

Se rasgaron las vestiduras: cómo tanta pobreza, cuántos años de olvido; los hemos hecho invisibles, sin entender ni conocer que para muchos la pobreza siempre ha sido una realidad y responde al abandono de todos hacia sus necesidades, porque no hay apoyo que solucione las causas estructurales de la misma, y se hace indispensable una sociedad con conciencia social: empleo con salarios mejor remunerados, distribución justa de la riqueza, calidad educativa, oportunidades para todos.

Se criminalizó a los jóvenes de los barrios marginados, y, como es costumbre, entraron por igual en la misma definición pandillas delictivas que bandas o grupos urbanos, todos señalados sin importar ni entender las diferencias.

Para algunos, el problema era la falta de espacios: gimnasios, canchas deportivas, y si las había, entonces no cumplían sus propósitos. Como si no hubiéramos presenciado en las universidades privadas con inigualables instalaciones a jóvenes secuestradores o capaces de robo y falsificación de tarjetas de crédito, venta de droga, adicciones, corrupción a la hora de los exámenes, prepotencia y segregación.

Nuestra sociedad siempre ha sido injusta y mientras no solucionemos las causas estructurales que determinan el funcionamiento de la economía y los mercados, y encontremos las estrategias que propicien más equidad y justicia, no avanzaremos. ¿Desde cuándo Buñuel les dio voz y rostro a los "olvidados" de México? Ahora resulta que al tomar las avenidas de Monterrey se hicieron presentes y amenazaron a las buenas conciencias, quienes finalmente miran a los excluidos y levantan la mano para acusar, cuando la reflexión y las fallas son de todos.

Valdría la pena que, como parte de los ejercicios ciudadanos, se visitaran las colonias de donde proceden los manifestantes y descubran que en muchas de ellas llevan años sin agua y drenaje, con fosas sépticas y los olores inundando sus espacios, sin pavimento y, por lo tanto, con ausencia de transporte y muchos riesgos humanos y sociales para llegar a sus viviendas. Ojalá y las carencias fueran sólo de espacios deportivos o de esparcimiento.

De pronto, los indicadores de la miseria humana hablan de una sociedad en descomposición, de problemas muy complejos vinculados a la vida subjetiva y a las condiciones de un mundo sin oportunidades y, por lo tanto, sin esperanza.

No podemos ocultar que los cambios sociales han transformado la vida contemporánea y que estos cambios modifican la relación con la ciudad y los barrios, lo cual impactará en el sentido de pertenencia, en la formación de los imaginarios sociales y la construcción de identidades. A ello habrá que agregar los impactos de una crisis no sólo financiera y económica, sino política y cultural.

Porque si bien es cierto que ha aumentado la falta de seguridad y protección social, los conflictos y la violencia familiar, los bajos niveles de educación, la drogadicción y, por ende, el narcotráfico vinculado al crimen organizado, deberíamos marcar como prioridad a la educación para librar este combate, así como el mejoramiento de la infraestructura en las zonas dominadas por el rezago y la pobreza, propuestas que esperamos ver en las plataformas de los candidatos.

Surge la necesidad de replantear el desarrollo social desde una perspectiva integral y transversal, porque su agenda atraviesa salud, educación, empleo y riqueza bien distribuida, ecología, infraestructura, alimentación y, por lo mismo, responde a una lista de indicadores sociales, económicos, políticos, educativos que hacen difícil el proceso.

Hace algunos años Octavio Paz externó la visión de México como una nación miope, corta de vista que camina hacia el futuro con la mirada fija en el pasado, donde el mañana parece ser un tiempo muerto. Las palabras del poeta obligan a pensar en el sentido de la vida y la dignidad humana, en examinar la realidad para que valga la pena vivirla, en plantear nuevos campos a la libertad.

La pobreza ha tomado la calle, parece ser que en compañía de fuerzas oscuras y misteriosas, y por instantes ha movido la conciencia, ha afectado a una sociedad dormida.

No será por mucho tiempo, desaparecerá de las avenidas y de los discursos, volverá a ser invisible, pero su presencia y sus pies cansados seguirán amenazando con surgir y aniquilar la tierra.

Filosofía del Derecho (el servilismo es un delito)

El capitalismo, sus "Leyes" y sus abogados

Fernando Buen Abad Domínguez

Rebelión/Fundación Federico Engels/Universidad de la Filosofía

La "abogacía" como mercado de ladrones


No todos (desde luego) pero si muchos "abogados" (demasiados) ingresan, cursan y se gradúan cargando bajo el brazo su cajita de ilusiones mercenarias. Y se hacen pasar por "buenos muchachos" esos tránsfugas traficantes del dolor con moral de buitre especializada en saquear sin pudor a cuanto "inocente" (o culpable) caiga en sus garras. Vestidos como empresarios junior, o como empleados bancarios, sellan sus rostros con muecas de solemnidad falsa prefabricada con hipocresía y se regodean en una fanfarronada lenguaraz y estereotipada a la que llaman "litigio". Se les entrena universitariamente para lucir su mediocridad apabullante y para hacerse pasar por adalides del "Derecho". No todos, es verdad, pero...

En sus esquizofrenias desfachatadas el capitalismo promulga sus Constituciones, leyes, reglamentos... plagados con "buenos deseos" incumplidos hasta la nausea y los abogados se forjan como payasos de una retórica cínica que acepta la injusticia como "calamidad del ser humano" y se disponen a negociar (con título universitario) cualquier cosa a cambio de llevarse tajadas jugosas del dinero ajeno. Legalmente, dicen. Juegan con el miedo y el dolor bajo la norma impúdica de la oferta y la demanda de cohechos. Se acomodan socarronamente en un ángulo rentable de la geometría de la corrupción y se ungen "castos" y "corderos".

El capitalismo es un estado de injusticia permanente que obliga a la clase trabajadora (es decir ala mayoría de los seres humanos) a someterse a cualquier oferta salarial explotadora con cualquier tipo de condiciones indignas. Bajo el capitalismo prevalecen las leyes de la selva aunque se invoque al "orden" y al "progreso" Por definición el capitalismo es hostil al intento de construir racionalmente una sociedad mas humana y mas justa. En sus esquizofrenias esenciales la sociedad burguesa desarrolló "bases jurídicas" para apuntalar teóricamente un aparato jurídico y político siempre de doble moral como el derecho a la salud, a la educación, al trabajo, a la seguridad social, a la alimentación, la vivienda, etc., en fin derechos elementales, derecho al voto, a la palabra, a la protesta, a la reunión, el libre movimiento... nada se respeta. Ni el invento del Estado de Derecho ha servido a la burguesía para esconder sus resultados criminales.

El hambre es un crimen, la pobreza es un crimen, la insalubridad es un crimen, la ignorancia es un crimen...

¿qué abogado persigue semejantes delitos?

Muy pocos. Abunda la mediocridad y la fanfarronería. Suelen ser incultos y desinformados. Sus mayores galardones devienen de su trapecismo burocrático, de su habilidad para moverse y contonearse en salas de audiencias, careos y ventanillas de declaración desde donde se tortura, física y mentalmente, a una inmensa cantidad de inocentes encarcelados, principalmente por ser pobres. La Justicia es uno de los enemigos más odiados del capitalismo.

De qué "Justicia" hablan los leguleyos en un mundo sumergido en la miseria, el desempleo, la falta de educación de vivienda y de alimentos... de qué "Justicia" hablan quines ven en cada persona un cliente potencial al que se puede extorsionar y desfalcar a punta de picana psicológica entre terminologías obtusas, decadentes y clasistas. De qué "Justicia" hablan los abogados burgueses que desde una concupiscencia prostibularia profesan la genufelxia más aberrante a cambio de dinero, cargos y lisonjas mientras se pudren en las cárceles seres humanos hacinados en la mugre, la miseria, la degradación y la barbarie... de qué Justicia hablan los señoritos (y señoritas) abo-gángsters con sus sueños de "jurisconsulto" empresario (como los que están de moda en la "tele"). De qué "Justicia" hablan si se educan, algunos, para ser lebreles de las oligarquías; otros, demagogos de las academias... unos más cuentapropistas del chantaje legaloide con despacho privado. ¿Dé qué Justicia hablan?

"Señor licenciado" gustan de llamarse para sentirse ataviados moralmente con un membrete que los licencia para el abuso consuetudinario. Hay que escuchar a los reos que, por miles y miles, viven diariamente el desamparo de las leyes y el abandono jurídico. Hay que escuchar a los presos tras esas rejas y en esas cloacas inhumanas y sobrepobladas, escuchar su resumen sobre el papel de los abogados que, sólo para comenzar, se vuelven buitres exigentes de dinero a todas horas... no son todos pero abundan los corruptos. Hay que ver de qué es ese negocio nauseabundo, quiénes medran de esa inmundicia "legal" y política, qué son las cárceles donde la inoperancia de los abogados (siempre con excepciones muy contadas) es tan sospechosa como rentable.

Las cárceles y los juzgados son espejo del capitalismo. En ellos se refleja de cuerpo entero la verdad de un sistema traidor a la humanidad y servil a la barbarie. Y los abogados, entre mil cosas, son intermediarios comerciantes en ese diálogo del espejo donde cada cárcel expresa los contubernios y las degeneraciones burguesas más atroces disfrazadas con saliva de legalidad y con palabrería jurídica. No hay muchos abogados solidarios militando por la justicia en los hospitales públicos para defender el derecho a la salud de millones que, aun pagando impuestos, no tienen cobertura médica necesaria... no están los abogados entregados a defender la dignidad del trabajo en todas sus esferas, no están los abogados defendiendo con pasión el derecho inalienable a la educación pública y gratuita, no están en las calles ni en las organizaciones sociales volcándose en masa a defender el derecho humano a la rebeldía y a la revolución contra toda fuente de malignidad capitalista originadora de la miseria, la barbarie y la degradación de los seres humanos. No están los abogados, no brillan por su presencia, no son los profesionales más empeñados y comprometidos con la Justicia en su sentido más humanista, más socialista.... ¿en dónde están entonces, si son millones y millones en todo el planeta... si es una de las profesiones más saturadas? ¿Dónde andan, en qué sueño mercenario anidan sus ansias de corrupción, de degeneración del Derecho y del asesinato de la Justicia? ¿Dónde andan que no están todos defendiendo a la humanidad contra las tropelías de los creadores de esta crisis monstruosa y avasallante que nos ahoga a estas horas? ¿Dónde?

La Revolución no se detiene en las puertas de las fábricas ni en las puertas de las cortes. Al panorama anárquico de la teoría y la práctica jurídica le hace falta, urgente, una Revolución en sintonía con las mejores luchas socialistas de la humanidad, le hace falta Justicia, Justicia Social, le hace falta intervención directa de las fuerzas sociales revolucionarias para romper el cerco prebendarlo que tiene secuestradas las leyes y sus códigos, los trabajadores honestos de la jurisprudencia, los pueblos, todos, victimados por las injusticias más atroces y más impunes. Nos hace falta sacudirnos la palabrería hipócrita que se regodea usando la palabra Justicia sólo para traicionarla en la práctica. Nos hace falta un programa revolucionario de los abogados que no se entregan a los banqueros, los terratenientes ni las burocracias. Ignorar la miseria y la barbarie es "abandono de personas". El servilismo a los explotadores es un delito.