martes, abril 19, 2011

Esther Orozco: sensatez en la academia

René Avilés Fabila

La educación pública nacional gozó de un enorme prestigio que ahora, víctima de una extrema politización, ha perdido. Lo sé desde mi niñez porque nunca estuve más que en escuelas oficiales: de la primaria a la licenciatura. Mi propio posgrado lo hice en una universidad estatal francesa. Como profesor, me formé en la UNAM, en la misma Facultad que me permitió la titulación: Ciencias Políticas y Sociales. El resto ha sido trabajar en la UAM. Le he dedicado, pues, 50 años a la educación pública y, si contamos los años de formación, jamás he dejado de estar en sus aulas y bajo la tutela de maestros formados con rigor y devoción. Esto viene a cuento por la penosa situación que cruza la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y particularmente por su rectora, la doctora Esther Orozco, una académica honesta, digna, de larga y brillante trayectoria y de posición crítica y positiva. Sus enemigos y los defensores de un radicalismo simplista de imaginario izquierdismo, que nos ha dañado y dividido, han caído con violencia sobre la institución y la funcionaria.

Es asombrosa la cantidad de injurias y lodo que le han arrojado por una sola razón: luego de un riguroso estudio de la UACM, la rectora Orozco vio que sus resultados no eran los mejores y decidió mejorarla. Nada veo en su trabajo y menos en sus juicios que ofenda o denigre a la universidad capitalina. La UNAM, la UAM y el IPN trabajan intensamente por elevar su nivel académico, por mejorar sus planes de estudios y aumentar la capacidad de enseñanza. No es fácil. La educación pública ha sido descuidada desde épocas priistas; ya con el PAN encima, el deterioro ha aumentado. Es obvio que nuestras universidades públicas requieren cirugía mayor, mejoría en la calidad educativa, profesores altamente calificados y un rigor académico que garantice resultados. No recuerdo que esto haya sido marginal en las universidades de los países socialistas. Al contrario, en las aulas había seriedad, las carreras estaban meticulosamente planeadas y en constante evolución. Lo vi en la desaparecida Unión Soviética y en Cuba. En la UAM es una preocupación constante que se nota diariamente. A nadie linchamos por decirnos que tal o cual ruta es inadecuada para obtener la excelencia que deben tener las escuelas públicas. En especial si hablamos de instituciones que disfrutan de autonomía y tienen una perspectiva social.

La Universidad Autónoma de la Ciudad de México ha recibido infinidad de críticas desde su fundación. Nunca fue un proyecto rigurosamente académico, era una maniobra política, pero allí está y es la esperanza de miles de jóvenes y la fuente de desarrollo profesional de multitud de académicos. Hay que defenderla, no destruirla. Dejar de lado la politiquería y abonarle dignidad y el decoro que la alta academia requiere. Sus egresados deben ser magníficos profesionistas para mejorar el rumbo del país. El trabajo de Esther Orozco merece respeto, su impresionante historial académico la respalda y pone a salvo de juicios rencorosos y de reacciones de garrafal infantilismo, el que por cierto, Lenin desdeñaba. Es una científica que ha mostrado resultados positivos y algo mejor y extraño en México, no sabe mentir ni participar de patrañas y fraudes al país. Razonablemente, ha dicho: “Afirmo, con convencimiento, que la capacidad de autogobernarse es un requisito para cumplir la misión de la universidad. La UACM no ha cumplido, pero parte de la responsabilidad corresponde a los diputados y diputadas de las legislaturas de los últimos 10 años, al no tomar a tiempo las medidas necesarias para evitar llegar a este estado deplorable. Ahora, la comunidad universitaria debe encontrar el difícil camino para salir adelante y resarcir el daño causado a los y las jóvenes que llegaron a la UACM llenos de ilusiones a realizar una carrera, pero al ritmo que llevan, a algunos les tomará 20 años terminarla. La UACM ha de trabajar arduo para construirse ella misma y para que la sociedad de la ciudad de México le perdone la falta de cuidado con los recursos provenientes del trabajo de sus ciudadanos, pero particularmente con sus hijos. A la ALDF y al Gobierno del DF les toca, dentro del total respeto a la autonomía universitaria, apoyar a la UACM con presupuesto, recomendaciones, construcción de infraestructura y laboratorios y aumento sustancial de la matrícula. Por otra parte, si corresponde, y a quien le corresponda, deberá aplicar las sanciones a que haya lugar por la irresponsabilidad en la actividad más sensible de la sociedad: la educación de sus hijos e hijas. La UACM es una institución fundamental para la ciudad de México, no la dejemos perder entre la corrupción, la impunidad y la demagogia”.

Muchos intelectuales y académicos de alto rango han defendido a la doctora Esther Orozco, utilizando argumentos sensatos y de rigor académico; sin embargo, los ataques y agresiones personales no cesan. Si la rectora Orozco pierde la batalla ante rivales llenos de odio, no perderá su brillante currículum, la derrotada será la UACM y en general la educación superior pública. Es inaudito que sus verdugos sean personas que se imaginan progresistas, cuando son los peores enemigos de la izquierda.

Video: Andrés Manuel López Obrador, una nueva corriente de pensamiento


http://www.youtube.com/watch?v=N9zDjcq8XhI

Eco-Noticias Político No. 635

Monitoreo del Entorno Político para los Negocios
Período del 14 al 19 de Abril de 2011


NOTICIAS DEL IMPERIO DEL ESTADO DE DERECHO

Para jueces, 1 mil 288 MDP libres de fiscalización
Con recursos de la enajenación de bienes decomisados a la delincuencia organizada, el Consejo de la Judicatura Federal maneja un fondo por 1 mil 288 millones de pesos sin rendir cuentas ante alguna entidad fiscalizadora. Sus recursos –entre los que se encuentra parte de los 205 millones de dólares confiscados al empresario Zhenli Ye Gon– han servido para pagar premios y maestrías de servidores públicos. [Mayela Sánchez, Contralínea, Abril 17 / 2011]

Son muchos 712 sepultados
En cuatro años y cuatro meses, lo que va del sexenio de Felipe Calderón, se descubrieron 121 fosas y 712 personas sepultadas en ellas. […] Los de Tamaulipas con 126 cadáveres no son los mayores hallazgos, en Guerrero se encontraron 133 cuerpos. […] ¿Qué nos dicen estas cifras espantosas? […] Pues que hay una tremenda criminalidad que no conocen, o han ocultado, las policías de Guerrero, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Michoacán, Coahuila, Morelos, Durango, Oaxaca y otros
10 estados. [Pepe Grillo, La Crónica de Hoy, Abril 14 / 2011]

Diputados acuerdan dar más facultades a las Fuerzas Armadas
Los diputados federales mantienen en sigilo las negociaciones para aprobar una nueva Ley de Seguridad Nacional, basada en la minuta que les envió el Senado de la República hace un año y, sobre todo, en el intenso cabildeo que ha realizado el Ejército Mexicano. Las bancadas partidistas acordaron conservar con “bajo perfil” el tema y presentar la propuesta al pleno en la última semana del presente periodo ordinario de sesiones. PRI, PAN y PRD consideran aprobar sin discusión, y antes de vacaciones, una ley que facultará a las Fuerzas Armadas de México para realizar espionaje e intervenir en asuntos de seguridad pública. [Zósimo Camacho, Contralínea, Abril 19 / 2011]

GOBIERNO DE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA

Calderón y su estrategia contra el crimen
Felipe se exaspera porque sabe que por primera vez en su administración, productora de terror social como forma de control, está frente a una posibilidad de organización nacional, o cuando menos de protesta nacional firme y sin espacio para las manipulaciones televisivas o de otros poderes, que pondrá sobre la mesa la exigencia de que Calderón corrija de fondo su estrategia criminal o se retire del poder. Es obvio que esa derecha beligerante apropiada de Los Pinos no se irá solamente por este tipo de presiones, y que la maquinaria mediática que alquila habrá de afanarse en aducir desviaciones del sentido original de la protesta de Sicilia y motivaciones políticas y electorales. Pero la protesta crece, y habrá movilizaciones en todo el país para desembocar en el Zócalo de la ciudad el ocho de mayo. Razones tenía Calderón para dar en Coahuila golpes sobre el atril. [Julio Hernández López, ASTILLERO, La Jornada, Abril 14 / 2011]

LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL

¿Contra los monopolios de manera generalizada o sólo contra Telmex por “encargo” de Televisa?
1.- A 18 años de su nacimiento, a la Cofeco le salieron dientes... y no de leche... 2.- Y ES que, después de intentar dar uno que otro mordisco pequeñito, se le fue con toda la dentadura a Telmex, imponiéndole una sanción histórica por 12 mil millones de pesos... 1.- LO único que resulta extraño de esa recién adquirida y poderosa dentadura es que la tarascada se dé justo cuando Telmex-Telcel están en pleno "clinch" con Televisa-Iusacell... 2.- OJALÁ que los muchachos de Eduardo Pérez Motta hayan establecido la sanción sin que la boca se les fuera chueca... ni con ganas de salir bien en la pantalla... [1-2 Organización M.A.K., M.A.KIAVELO, El Norte, Abril 16 / 2011]

El reino de la fragilidad
Se extiende por el país una sensación sobrecogedora de fragilidad. Salvo algunas ciudades venturosas, donde la violencia y la impunidad aún parecen poco frecuentes, en el resto de la República se va consolidando la convicción de que el sistema se ha desfondado, que no hay leyes ni autoridades con capacidad ni disposición para enfrentar la criminalidad desatada y que las cosas no pueden seguir así por demasiado tiempo más. […] La contabilidad macabra de San Fernando parece constituir un recuento acusatorio, una enumeración condenatoria, una confesión de dantesca claudicación institucional, sobre todo ante la posibilidad de que aparezcan otras narcofosas y la suma de muertes sin sentido aumente y aumente. Y frente al horror de San Fernando sólo atinan a erguirse las siluetas de la burocracia tragicómica que apenas alcanza a emitir declaraciones torpes y a simular indagaciones judiciales “a fondo”, cuando lo que se tiene a la vista es el fracaso de las instituciones. [Julio Hernández López, ASTILLERO, La Jornada, Abril 19 / 2011]

LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA VAN DE LA MANO

En menos de un año, 44 millones de personas más en pobreza extrema: BM
La causa, el aumento sostenido de precios de alimentos, informó el organismo internacional
En menos de un año 44 millones de personas más a través del mundo han sido empujadas a la pobreza extrema a causa de los volátiles precios internacionales de los alimentos, reveló este jueves el Banco Mundial. […] En un nuevo reporte dado a conocer aquí, el Banco advirtió que un aumento sostenido de esos precios podría aumentar aún más el número de personas que viven con menos de 1.25 dólares diarios. [Notimex, La Jornada, Abril 14 / 2011]

REFLEXIONES

¿Lo equivocado es la guerra, el frente o ambos?
Así que, en principio, y si efectivamente el diseño de esta lucha es mexicano y si la soberanía aún tiene algún valor, entonces México pudiera decidir empezar a cambiar la naturaleza del conflicto. Eso pretende y demanda la movilización encabezada por Javier Sicilia. Si bien ya no se puede detener de manera inmediata la acción armada contra los cárteles de la droga, sí se puede empezar a cambiar el énfasis redefiniendo la prioridad de los frentes del combate. En función del interés nacional mexicano, no del norteamericano, se puede dar prioridad no a la lucha armada en ciudades, caminos y brechas sino a la lucha legal en contra de los bancos, las casas de cambio, los casinos y el resto de los negocios que sirven para transformar el dinero ilícito recolectado por los "dealers" en dinero limpio. […] El Gobierno y la opinión pública de México deben exigir que en tanto Washington no actúe de manera efectiva en contra del lavado de dinero de los cárteles de la droga mexicanos por instituciones financieras norteamericanas, nuestros soldados, marinos o policías no pondrán en riesgo sus vidas ni las de la población civil –los llamados "daños colaterales"– en acciones armadas contra los narcotraficantes. De aquí en adelante nuestro "frente de guerra" preferente debería ser no el que cause bajas a los narcotraficantes –que al final sólo pareciera esparcir la violencia– sino el que se meta en la cárcel a los responsables de los negocios que blanquean dinero. Se trata de un frente con poco olor a pólvora, pero quizá más efectivo que los retenes, patrullajes, "operativos" y demás acciones de las Fuerzas Armadas. […] Y lo anterior viene al caso por el asunto del banco Wachovia citado al inicio. Entre 2004 y 2007, antes de ser adquirido por Wells Fargo & Co., Wachovia manejó ¡378.4 mil millones de dólares! ("billions") que le enviaron casas de cambio mexicanas sin que esa institución hiciera nada para asegurarse que la procedencia de esa enorme suma tenía origen legítimo. Cuando finalmente las autoridades bancarias norteamericanas confrontaron al Wachovia con la enormidad de su falta, lo único que hicieron fue ¡aplicarle a la influyente institución multas por 160 millones de dólares! Es decir, menos del 2 por ciento de las ganancias que tuvo en 2009. Objetivamente, ese "castigo" no fue más que un aliciente para continuar con el blanqueo de dinero criminal. […] Lo dicho, una política mexicana digna y práctica sería anunciar desde las más altas esferas que no se llevará a cabo ni una operación ofensiva más contra el narcotráfico, y que implique arriesgar la vida de militares o policías, en tanto no se demuestre que se ha impedido y castigado en Estados Unidos prácticas como las de los bancos lavadores de dinero y de los vendedores de las armas que terminan en manos de los cárteles de la droga. [Lorenzo Meyer, AGENDA CIUDADANA, Grupo Reforma, Abril 14 / 2011]

Totalmente palacio
La nueva sede del Senado de la República se ausenta de la realidad mexicana para colocarse en un mundo de opulencia que lastima a los más necesitados…
Si algún mérito tiene (sería el único) es que lo terminaron. […] Envuelto en el tufo de la más cínica corrupción desde la compra de terreno hasta el trapeado final, lo concluyeron a su manera, o sea, sin acabar, hazaña normal en tiempos de proyectos cojos, inauguraciones cacarizas y fiestas para llorar. El palacio de los senadores es el nuevo símbolo de nuestra nación. * * * Los acontecimientos de la semana pasada en México se explican sin mayores rodeos en la calavera catrina de Posadas. Un país se enfrenta al asesinato y la pobreza. Parecería otro el pueblo que construye palacios y los inaugura con regocijo. Un esqueleto danzarín finge que la muerte es un incidente festivo. Y su carcajada ahoga el lamento de quienes sufren la parte trágica de los contrastes. […] No el de todos. Hay lamentos, gritos y alaridos cada vez más altos. […] Y no son pocos. [Jacobo Zabludovsky, Bucareli, El Universal, Abril 18, 2011]

Estar hasta la madre
Deberíamos preguntarnos qué tanto hartazgo puede soportar la población. ¿Qué tanta irritación pueden manejar las instituciones? ¿Qué tanto descontento pueden manipular los medios? Nos acercamos junto con las elecciones presidenciales a la crisis final de un sistema que se pudrió hasta la madre. [José Agustín Ortiz Pinchetti, El Despertar, La Jornada, Abril 17 / 2011]

Aún sin identificar, 70 cadáveres procedentes de San Fernando

Otros 50 cuerpos hallados en las fosas fueron trasladados hoy al Semefo de la ciudad de México.

Matamoros, Tamps. Los últimos 50 cuerpos exhumados en San Fernando fueron trasladados la madrugada de hoy martes del Servicio Médico Forense (Semefo) de Matamoros a la ciudad de México, donde se les practicarán los últimos exámenes y se buscará establecer su identidad.

Un camión equipado con sistema de enfriamiento fue cargado desde la tarde del domingo con los 50 cadáveres encontrados en la zona rural de San Fernando. Con este segundo traslado de cadáveres se vaciaron las instalaciones del Semefo en Matamoros.

En los próximas horas arribarán al Servicio Médico Forense del Distrito Federal los 50 cadáveres, con lo que las instalaciones del Semefo capitalino tendrían bajo su resguardo 120 cuerpos, los cuales previamente son embalsamados para su conservación.

Hasta el momento, ninguno de los 70 cadáveres que ya se encuentran aquí han sido entregado a familiares, pues al parecer continúan los trabajos de identificación por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).

Identifican ocho cadáveres en Michoacán; dos son exmarinos

Hoy fueron identificados los ocho cuerpos de las personas encontradas asesinadas el pasado 14 de abril, en el tramo carretero Cojumatlán-Palo Alto, en el predio “La Capilla”, en el municipio de Regules.

Dos de las víctimas son exmarinos. Eran originarios del estado de Jalisco. Se trata de Jorge Martínez Márquez, de 23 años, con domicilio en Zapopan, y Raúl Sánchez Mejía, de 24 años, de Tlaquepaque.

Según sus familiares, ambos habían pertenecido a la Armada de México en Manzanillo, Colima, de la que desertaron hace más de un año.

El resto de las víctimas fue identificada como: José Alfredo Mora Flores, de 37 años; Christoper Madrigal Bautista, de 16 años; Pablo Pérez Sosa, de 24 años; José Alfredo Tapia Rodríguez, de 22 años; José Abraham Rodríguez Sánchez, de 21 años; y Custodio Chávez Madrigal, de 31 años.

Todos ellos de Apatzingán, Michoacán. Salieron rumbo a Tuxpan, Jalisco el 12 de abril.

Al parecer iban trabajar en un rancho, del cual se desconoce el nombre, a bordo de un taxi de la línea “Alfa” de Apatzingán.

Páginas sombrías de Vasconcelos

Testimonio de Itzhak Bar-Lewaw / Milenio Semanal

El autor de José Vasconcelos. Vida y obra (1966) recuerda su relación con el escritor mexicano y narra el momento en que descubrió que éste había dirigido el semanario Timón, que propagaba el nacionalsocialismo en México en la época de la Segunda Guerra Mundial, suceso que muchos trataron de borrar pero que él rescató en un libro ahora de culto.

Dentro de unos meses se cumplirán 40 años de la aparición de un libro que ahora es posesión privilegiada de unos cuantos: La revista “Timón” y José Vasconcelos. Se trata de una de las obras más inquietantes de entre los estudios históricos y literarios en torno al autor del Ulises criollo. Sus mil ejemplares, terminados de imprimir en agosto de 1971 en una imprenta de la calle de República de Venezuela, nunca gozaron del impacto amplio y profundo que merecían. Terminaron, sin remedio, extraviados en las librerías de viejo. En el lomo de aquel volumen de 267 páginas y forros de cartulina azul claro no se lee crédito alguno. Como si el libro hubiese sido editado para no identificarse de inmediato. Como si se le hubiera concebido con suma cautela, casi en la clandestinidad.

La revista “Timón” y José Vasconcelos compila artículos, notas editoriales, crónicas e ilustraciones de la publicación aludida en el título. Fue el semanario que con más recursos financieros y contenidos mejor presentados se dedicó a propagar el nacionalsocialismo en México en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Su primer número se publicó el 22 de febrero de 1940, cuando México aún no entraba en la conflagración internacional y el último, el 17, en junio 15 de 1940, a escasas horas de que el ejército alemán entrara en París, y el mismo día en que la ciudad de Verdún fue ocupada. Los ejemplares en circulación de Timón fueron requisados por la Secretaría de Gobernación y su gerente, el cubano César Calvo, fue aprehendido por la policía. Muy poco pudo saberse después del postrer destino de aquella revista.

El autor de la historia de Timón es Itzhak Bar-Lewaw, académico y crítico literario que había escrito la Introducción crítico-biográfica a José Vasconcelos (Madrid, 1965) y la biografía José Vasconcelos. Vida y Obra (México, 1966). A pesar de ello, y de haber conocido personalmente al escritor oaxaqueño, Bar-Lewaw se enteró muy tardíamente de la existencia del inencontrable semanario pro nazi. Decidió entonces recopilar, prologar y comentar artículos firmados por Vasconcelos, diversos textos en contra de los aliados, las proclamas a favor del nazismo y los artículos antisemitas de Timón, amén de un puñado de ilustraciones de la revista que no dejan duda alguna de que se trataba de un órgano propagandístico del III Reich.

Hasta hace tres años, poco o nada sabía yo de este académico valiente y tenaz que dio luz sobre un episodio borroso de la historia de la prensa en México y de la biografía intelectual de José Vasconcelos. No aventuraba destino ni paradero alguno para él. Una carta inesperada, breve y transmitida a través de la sobrenatural inmaterialidad del ciberespacio nos puso en contacto. El mensaje con que Itzhak Bar-Lewaw abrió nuestra ahora entrañable correspondencia, a fines de agosto de 2008, abrió también la posibilidad de exhumar la historia de sus hallazgos. Las siguientes líneas son el resultado de una entrevista a Itzhak que he editado para darle la primera voz de este relato a un autor secreto como pocos.


Nací el 9 de febrero 1922 en una provincia de Ucrania, Galizia, cuyo nombre proviene de una pequeña ciudad en el occidente de aquel país, Halitsch, que derivó en el nombre de Halytschyna, Galizia. La ironía es la siguiente: Galizia fue conquistada por el Imperio Austrohúngaro y la capital se llamaba Lemberg en alemán; después estuvo integrada a Polonia y era Lwow (pronúnciese Lvouv) y ahora se llama Lviv. Mi padre nació en Austria, yo en Polonia y ahora mi país natal es Ucrania. Mi padre fue soldado austriaco durante la Primera Guerra Mundial y yo habría sido soldado polaco en la Segunda si hubiese tenido 21 años en 1939.

Al llegar con la edad de seis años a la escuela primaria de Naraiow, mi pueblito, hablaba cinco idiomas: con mis abuelos yiddish; polaco en la calle, con mis amigos futboleros; ucraniano con la doméstica; hebreo desde los tres años con el rabino que me enseñaba a escribir y a rezar en hebreo y a estudiar la Toráh, parte del llamado Antiguo Testamento. Mi madre, quien estuvo cinco años en una escuela de Viena, escribía en alemán y yo lo escribía bastante bien al llegar al primer grado de escuela pública. Quizá sea un poco dificil comprenderlo para un extranjero, pero para un judío de Polonia y especialmente de Galizia esto era muy “normal”. Además, sin fanfarronear, yo era un jovencito inteligente que leía a Tolstoi y a Pushkin en ruso; a Yehuda Halevi, el poeta más grande del pueblo judío, en hebreo; al poeta Adam Mickiewicz en polaco; al poeta Taras Shevchenko en ucraniano y a un Don Quijote, mal traducido, también en hebreo. De las literaturas hispánicas nada sabía. Al llegar a Lwow para estudiar en la Tarbut nos enseñaron todo en hebreo, con excepción de la literatura polaca, latín, francés e inglés.

Cuando llegué a México, en 1956, ya dominaba bastante bien el castellano después de haber recibido la maestría en lenguas romances de la Universidad Hebrea de Jerusalén tres años antes. En la UNAM me trataron bien porque conocía la literatura mexicana (Sor Juana Inés de la Cruz y muchos otros, pero no a José Vasconcelos). Mi esposa Leah Laura, Lola, y yo no teníamos plata y ya éramos padres de dos chicos. Lola daba clases de yiddish y yo de hebreo en el Colegio Israelita en la Ciudad de México, donde un alumno mío era Enrique Krauze, el futuro eminente historiador mexicano. Ahí se hablaba del antisemitismo en México y se mencionaba a José Vasconcelos y su revista Timón durante la Segunda Guerra Mundial.

Olvidé el asunto hasta que publiqué en 1966 José Vasconcelos, vida y obra, donde lo alababa por sus comentarios de los profetas hebreos que, cito, “hablaron, removieron, pusieron acción las palabras y se han hecho polvo faraones y emperadores; pero el verbo de Israel sigue conmoviendo a los pueblos”, (p. 228). O, como en otra cita: “El esfuerzo colectivo sólo se sostiene merced a la aparición intermitente de aristocracias del espíritu. Un hombre extraordinario, un Moisés, levanta de pronto el nivel de todo un pueblo. Y hace falta una cadena de profetas para mantener vivo el espíritu”, (p. 233).

En 1940, cuando apareció la revista Timón, yo tenía 18 años. Nunca la encontré citada en las bibliografías de José Vasconcelos. Sólo después de 30 años, ¡en 1970!, un amigo mexicano me la mencionó. Me di cuenta que al hablar con Vasconcelos, dos años antes de su muerte, el “Ulises criollo” me mintió. Fuera de México, en los Estados Unidos, tengo la impresión de que se sabía más de los escándalos vasconcelianos y de sus amoríos fáciles que de sus publicaciones.

Antes de descubrir su infamia, José Vasconcelos me interesó porque era un escritor discutido y leído. Me le aproximé de esta manera: el editor de mi libro José Vasconcelos. Vida y obra fue el señor Manuel Escamilla de la O, quien era gran amigo suyo. Él me sugirió que debería conocer al “Maestro”, y así lo hice. De toda su obra me impresionaron solamente sus cuentos cortos. De este tema hablo extensamente en mi libro Introducción crítico-biográfica a José Vasconcelos, editado en 1965 en Madrid por Ediciones Latinoamericanas, cuyo director era un español antifranquista de nombre Francisco Gonçalvez, amigo del clérigo Pedro de Toledo, quien tenía un bello palacio y también era antifranquista. Don Francisco publicó la Introducción… porque don Pedro era su amigo y le gustó mi libro. Siendo aquella la época de Franco, el libro no tuvo mucho éxito y fue un fracaso económico. No obstante, la recepción en los medios de mi otro libro, José Vasconcelos. Vida y obra (publicado por Clásica Selecta Editora Librera en 1965-66, con prólogo de Salvador Azuela, hijo de Mariano) fue muy buena. Hubo notas, que ya no tengo, en Excélsior, El Universal, Novedades, donde celebraron que, siendo judío, tratara bien a José Vasconcelos.

Mi primer encuentro con José Vasconcelos es otra historia fascinante. En 1960 publiqué mi primer libro en español, sobre Plácido (pseudónimo de Gabriel de la Concepción Valdés), un excelente poeta autodidacta cubano. Mi tesis doctoral en la UNAM fue sobre él. Incluye capítulos acerca de la influencia del Antiguo Testamento sobre Plácido. Mi profesor Francisco Monterde me contó que otros dos alumnos, un cubano y un mexicano, fracasaron sobre el mismo tema porque no había nada nuevo en sus tesis doctorales. La mía sí contenía nuevos detalles. Como dominaba el hebreo encontré similitudes entre la poesía del vate cubano y los Salmos del Rey David. No sé cómo llegó esto a un profesor cubano de geografía en la Universidad de Harvard, quien platicó con el señor Botas y también con el señor Escamilla sobre un judío polaco a quien le interesaba la poesía cubana. Sospecho que el señor Escamilla, dueño de Clásica Selecta, ya pensaba en mi persona para que escribiera la biografía de José Vasconcelos con la intención de “maquillar” su vida. Me ofreció la posibilidad de hablar con el “Maestro”. Ahora me doy cuenta de que quería sepultar el asunto de la revista Timón para siempre.

Salí de México para Chile al final de 1959 después de haber recibido mi doctorado en la UNAM. Luego llegué a las siguientes universidades: Kansas; Florida; Saskatchevan, en Saskatoon; y York, en Toronto. Sin embargo, viajaba a México o a España y al Ecuador cada año durante las vacaciones o durante mis sabáticos para publicar mis libros y visitar a mis amistades. Como tenía muchos amigos (judíos y no judíos), todos muertos ya, estuve varias veces en el DF entre 1961 y 1966. Ahora me acuerdo que la señora Carrillo, hermana de Antonio Carrillo Flores, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (1964-1970), era amiga mía y la invité a la Universidad de York (donde yo era profesor y director del Departamento de Español), para dar unas conferencias en español sobre cultura mexicana. En México, ella me invitó a su casa para conocer a su hermano y también al embajador canadiense de entonces, Saul Rea.

Ya mencioné que durante mi estadía en México circulaban rumores en la comunidad judía acerca del antisemitismo local durante la Segunda Guerra Mundial, mención aparte de José Vasconcelos. Durante un viaje, por casualidad encontré al señor Escamilla. Me propuso escribir la biografía de Vasconcelos con un prólogo de Salvador Azuela. Ignorando todo acerca de la revista Timón acepté la oferta. Escribí la biografía seis años después de la muerte del “Maestro”. Él había sido muy amable conmigo, había hablado con él varias veces durante los últimos años de su vida; es decir, entre 1957 y 1959. No tuve sospechas acerca de su pasado durante la Segunda Guerra Mundial, puesto que nadie hablaba de ello y en su bibliografía Timón nunca apareció mencionada.

También de las manos de Escamilla recibí después la revista Timón. Al leerla con detenimiento me di cuenta de que no se trataba de una revista cultural, sino de una revista política pro nazi cuyo propósito era la propaganda hitleriana del poderío alemán y de la personalidad de Adolf Hitler y sus planes de construir un Lebensraum (espacio vital). Esto lo explico en mi prólogo a la compilación de artículos de Timón. En la revista hay fotos del ejército alemán; fotos de mujeres teutónicas; de diplomáticos de la embajada alemana, y fragmentos de una novela para hacer pensar al lector que la revista era una publicación cultural. Al leerla, me recordaba a Der Stürmer y otros órganos nazis de la Alemania hitleriana en aquel tiempo. El resto del contenido de Timón no era más que anuncios comerciales. A la distancia la veo y la juzgo como lo hice cuatro décadas antes (en 1970). No puedo comparar Timón con otra publicación, pero recuerdo que en Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial, bajo la ocupación alemana, leí un folleto del primado católico August Hlond donde decía que Hitler era “el largo brazo de la justicia histórica” (literalmente traducido del polaco: “karzaca reka sprawiedliwosci dziejowej”). Esta frase la cito en una carta que publiqué en el Globe and Mail, periódico canadiense, alrededor de 1980. Por cierto, nunca he publicado nada en inglés sobre José Vasconcelos a pesar de que entre 1980 y 1986 publiqué artículos en el Globe and Mail, Toronto Star y un periódico en Atlantic, Canada, cuyo nombre olvidé por completo, sobre asuntos latinoamericanos. También publiqué textos en El Comercio (de Quito) y en El Mercurio (de Santiago de Chile). En total, he publicado artículos en inglés, español y hebreo, en un periódico de izquierda, Davar (de Tel-Aviv), que ya no existe desde hace muchos años.

No fue fácil encontrar un editor para mi libro sobre Timón. Antes había tenido tres editores importantes para mis libros: Botas (un cubano) para Plácido; Costa Amic (un catalán) para los temas literarios; y Escamilla para José Vasconcelos. Vida y obra. El catalán y el cubano simplemente tuvieron miedo de publicarlo y con Escamilla, ni hablar… Entonces, buscando a un editor, platiqué con un judío, L. Klein, que tenía plata y sabía quién era Vasconcelos y qué había sido Timón. Me propuso fundar una editorial y así surgió Edimex, que editó mi libro. Los periódicos importantes de México lo reseñaron, y en la revista Tiempo lo reseñó el obispo Pedro Gringoire, mexicano de pura cepa e íntimo amigo mío, a quien yo enseñaba y corregía el hebreo, cuyo verdadero nombre era Gonzalo Báez-Camargo. No hubo censura ni crítica ni persecución o aislamiento hacia mí por parte de los incondicionales vasconcelistas. Nadie pudo disuadirme de publicar la antología de la revista Timón ya que trabajé solo, en secreto. Nunca guardé las reseñas, pero las leí. Francisco Monterde, mi querido maestro de la UNAM, y María del Carmen Millán me dijeron que todo México “tenía vergüenza” de Timón. Me percaté que muchos mexicanos sabían de la infame publicación y simplemente se avergonzaban de mencionarla, como si pudiera sepultarse esa infamia. Pienso que soy el único que no lo permití.

Filósofo, abogado, escritor, político e historiador, José Vasconcelos (1882-1959) comenzó su labor educativa en 1909 en el Ateneo de México, institución que presidió durante tres años. Dirigió la Escuela Nacional Preparatoria y fue rector, en 1920, de la Universidad Nacional.

En 1921, Vasconcelos se convertía en el primer secretario de Educación Pública, durante el gobierno de Álvaro Obregón.

A noventa años de la creación de la Secretaría, resulta pertinente recordar las acciones que el autor de Prometeo vencedor realizó. Entre otras cosas, creó la primera campaña contra el analfabetismo, el primer sistema de bibliotecas y la Orquesta Sinfónica Nacional; impulsó las misiones rurales, así como los libros de texto gratuitos.

Siendo la SEP uno de los grandes logros de Vasconcelos, renunció a ella en 1924 para postularse al gobierno del estado de Oaxaca, y cinco años después a la Presidencia de la República por el Partido Nacional Antirreeleccionista. Apoyado por estudiantes, maestros e intelectuales, Vasconcelos luchó en contra de los vicios nacidos de la Revolución. Derrotado, se marchó a Estados Unidos, donde inició la escritura de Ulises criollo.