Salvador García Soto
Nadie se sorprendió de no ver a Gustavo Madero el sábado en la fiesta de Los Pinos. Nadie preguntó porque el dirigente del partido del Presidente no estaba entre los distinguidos comensales que celebraban los 50 años de un Felipe Calderón que lucía pletórico y contento. Y no le extrañó a nadie la ausencia porque todos saben que Madero se ha convertido en algo así como la “piedra en el zapato” para el Presidente en su partido.
Nadie se sorprendió de no ver a Gustavo Madero el sábado en la fiesta de Los Pinos. Nadie preguntó porque el dirigente del partido del Presidente no estaba entre los distinguidos comensales que celebraban los 50 años de un Felipe Calderón que lucía pletórico y contento. Y no le extrañó a nadie la ausencia porque todos saben que Madero se ha convertido en algo así como la “piedra en el zapato” para el Presidente en su partido.