Injusticia mediática
Tarjetismo amenazante
Pleito ratero contra AMLO
Julio Hernández López / Astillero
Gravemente tocada no por conducta o hechos atribuibles a ella, sino a su hermana, acusada de formar parte de una banda de secuestradores, la polémica empresaria y activista Xóchitl Gálvez ha reiterado su decisión de no participar más en política. En estricto sentido, la simple vinculación familiar no debería afectar a quien especial relieve público tuvo durante el sexenio encabezado por Vicente Fox y que en años recientes ha sido candidata a cargos de elección popular a nombre del PAN, aunque sin militar formalmente en este partido.
Sin embargo, entre otras distorsiones de nuestra vida pública, los ciudadanos con relevancia pública pueden ser lanzados al torbellino de la injusticia periodística que suele castigar social y políticamente ciertas relaciones familiares, aunque no haya constancia ni indicios de corresponsabilidad. Esas formas de linchamiento mediático han sido especialmente practicadas durante la presente administración federal, que hizo costumbre el difundir propaganda oficial en medios electrónicos, declarando con cavernosas voces como culpables absolutos a quienes apenas habían sido detenidos como presuntos partícipes de actividades de narcotráfico, muchas veces luego absueltos o sentenciados por faenas infinitamente menores a las difundidas en el desquiciado reino del espot rojo.
Tarjetismo amenazante
Pleito ratero contra AMLO
Julio Hernández López / Astillero
Gravemente tocada no por conducta o hechos atribuibles a ella, sino a su hermana, acusada de formar parte de una banda de secuestradores, la polémica empresaria y activista Xóchitl Gálvez ha reiterado su decisión de no participar más en política. En estricto sentido, la simple vinculación familiar no debería afectar a quien especial relieve público tuvo durante el sexenio encabezado por Vicente Fox y que en años recientes ha sido candidata a cargos de elección popular a nombre del PAN, aunque sin militar formalmente en este partido.
Sin embargo, entre otras distorsiones de nuestra vida pública, los ciudadanos con relevancia pública pueden ser lanzados al torbellino de la injusticia periodística que suele castigar social y políticamente ciertas relaciones familiares, aunque no haya constancia ni indicios de corresponsabilidad. Esas formas de linchamiento mediático han sido especialmente practicadas durante la presente administración federal, que hizo costumbre el difundir propaganda oficial en medios electrónicos, declarando con cavernosas voces como culpables absolutos a quienes apenas habían sido detenidos como presuntos partícipes de actividades de narcotráfico, muchas veces luego absueltos o sentenciados por faenas infinitamente menores a las difundidas en el desquiciado reino del espot rojo.