Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com
Conforme avanzan los días se suman más personas al planteamiento de que las elecciones del próximo domingo 1 de julio serán una simulación. Somos muchos los que afirmamos que en realidad se impondrá en julio próximo a un candidato o candidata a modo, sin que se respete el voto de la gente en las urnas. No es un hecho novedoso, pero sí es algo que debería de preocuparnos y ocuparnos a todos los mexicanos.
Ocurrió en 2006, en donde el candidato de lo que en aquel entonces era una sola izquierda, Andrés Manuel López Obrador -hoy candidato de "las izquierdas" (¿cuántas izquierdas, de qué tipo y propiedad de quiénes?, ¡vaya usted a saber!- ganó en las urnas las elecciones, pero no se respetó dicho triunfo e impusieron a Felipe Calderón, actualmente uno de los principales orquestadores del nuevo fraude electoral para 2012.
En mi anterior entrega para RMX, señalé que no podemos ser ingenuos. La misma "mafia" que se robó la presidencia de 2006, hará hasta lo imposible por repetir la historia este año y, lo que es peor, ahora el escenario pareciera les favorece pues el líder de "las izquierdas", ha admitido públicamente estar posicionado de manera distinta a 2006 y que hay un candidato por encima de él, nos referimos al ignorante del PRI que lleva por nombre Enrique Peña Nieto.
AMLO, además de reconocer que no va en el primer lugar de las preferencias, para sorpresa de todos y anticipándose a lo que pudiera ocurrir en la jornada electoral, afirmó que "de perder" las elecciones "de manera limpia", se iría a "La Chingada" a descansar, ya que no siente las mismas fuerzas que tenía en 2006. Es cierto, AMLO ha recorrido el país, prácticamente desde 2006 ha estado en permanente campaña para disputar la presidencia ahora en 2012, pero creo que es una ofensa, falta de respeto, insulto y agresión al "movimiento" que le ha acompañado durante todo este tiempo. Pasan los días y se suman irregularidades en su contra, ya verán que mientras más nos acerquemos al domingo 1 de julio, otra vez, López Obrador nos dirá que la mafia le robará la presidencia y aunque seguramente tendrá la razón, ahora le podremos cuestionar qué dejó de hacer con el movimiento y por qué el aferrarse casi al 100% al resultado de la elección que viene.
Los recientes dichos y hechos de AMLO no hacen otra cosa sino confirmar mi tesis, de que el mismo Peje ha caído en el juego de los potentados, de quererles seguir el juego electoral sin querer llevar la lucha social a otro nivel y a una etapa distinta en donde la transformación sea de raíz y no solamente por la vía institucional y electoral. Respeto y admiro la valentía de AMLO, pocos políticos tienen el arrojo que él sí tiene, pero me parece que ya dejó ver que "va estar en chino" ganar la elección de 2012 y que no volverá a repetir la movilización y liderazgo que hizo en 2006, sino que se irá a descansar... y ¿saben algo? Creo que el caballero está en todo su derecho, es más, en buena onda, creo lo merece y se nota que le hace falta darse "un break". Si alguien ha tratado de forma honesta cambiar el país ha sido López Obrador, por eso pienso que no es mala idea que después de que le hagan el fraude el 1 de julio de 2012 se vaya a "La Chingada" o a otro lugar a descansar.
Pero las elecciones próximas de 2012 no son el punto central. Creo y siento que el problema radica en que millones de sus simpatizantes y toda la ciudadanía en general, no hemos entendido el sentido de su lucha, incluso ni el significado de lo que es luchar por cambiar un país lo tenemos claro. En su momento a AMLO y a otros líderes de izquierda "históricos" no les hemos sabido hacer enfrentar sus malas decisiones. Me da mucha tristeza ver y enterarme de casos de gente que eran ciudadanos "de a pie", que eran piezas valiosas dentro del movimiento, que ahora están igual jugando con las reglas de la mafia del poder y participando por un cargo de elección popular (el antecedente del caso de un tal "Juanito" en Iztapalapa, parece que no dejó lección alguna). Algunos de ellos son gente de bien, decentes y lo hacen de forma independiente, con toda honestidad, pero otros lo hacen ya siendo parte de una tribu o corriente al interior de los partidos de la hoy izquierda electoral y plural.
Tengo que retomar una parte de lo que propuse en el artículo "Las elecciones presidenciales 2012 en México: ¿cambio cosmético o cambio de fondo?": "...analicemos todas las formas y medios posibles para dinamitar un cambio, pero que sea municipio por municipio, vivienda por vivienda, desde la forma en cómo organizamos nuestra vida, nuestro tiempo, nuestra conducta con familiares, amigos y conocidos."
Reitero "analicemos todas las formas y medios posibles para dinamitar un cambio". De verdad, ya no podemos seguir jugando a ir con nuestra credencial del IFE -hoy en día una institución legal y anticonstitucional- a votar por un candidato y esperar que por arte de magia éste sujeto haga un cambio en la vida política nacional. Ya dijimos que eso no va a ocurrir a través del voto y que aunque gane el Peje o gane quien sea su candidato favorito, más allá de la persona, la clave del cambio de México es usted y yo, no el político que llegue a la presidencia, ni el gabinete, mucho menos los diputados y los senadores o los funcionarios de las dependencias públicas.
En esa reflexión sigo sumergido y creo que usted bien haría en pensarlo de esta forma: ¿qué hago yo, día a día, para que cambie la realidad de mi país? Es ahí donde vamos a encontrar los primeros desafíos y probables avances de una lucha que será dura, larga, aguerrida, pero no dependiente de un líder carismático o popular (como en este caso lo es AMLO).
El famoso Peje sigue teniendo fuerza y apoyo del pueblo, creo que si de votos se tratara y se respetara el resultado en las urnas, él ganaría fácil las próximas elecciones. Pero la lucha en realidad no es ahí, no es en las urnas, es en el terreno del capital, en donde se mueve el dinero y el poder, allí, aunque le sorprenda a usted, es donde nosotros entramos al juego, pues nuestro capital no es el mismo que el de los potentados, ellos apelan a los bienes materiales, a la opulencia, a la riqueza, al despilfarro y al atesoramiento de bienes, a la explotación y a la enajenación de las masas, pero nosotros tenemos nuestra vida diaria, nuestra dignidad, nuestro tiempo, nuestra alegría y nuestra libertad, ese capital humano es el que debemos explotar y con el cual hacer frente a la oligarquía que nos gobierna. El capital humano y nuestra lucha digna, harán que ni con todos los millones de dólares habidos y por haber nos vengan a imponer un sistema político caduco y putrefacto, más bien, con nuestra lucha sensata los potentados la pensarían más de dos veces en venir a imponernos al sujeto que ellos creen que nos debe de gobernar. Pero sucede que ni entre nosotros mismos existe respeto, solidaridad, unidad, unaminidad y confianza, ese es uno de los principales motivos por los cuales la oligarquía se termina imponiendo.
Lo he dicho anteriormente, es municipio por municipio, de ser necesario luchar y resistir a los malos gobiernos de nuestra delegación o municipio, no ceder ante los corruptos, así sean nuestros vecinos. Tampoco estoy diciendo que desatemos una lucha de todos contra todos y "que gane el más chingón", no, no es generar enemistad, se trata de ser congruentes y tener bien en claro que, pese a nuestras diferencias con la gente, nuestros adversarios son aquellos que detentan el poder para servirse del pueblo y no servirlo. Hacer historia requiere un cambio de actitud y para ello necesitamos limpiar nuestros vecindarios, modificar nuestra conducta, la forma en cómo utilizamos los espacios públicos y cómo nos relacionamos con los otros.
Pienso en aquella persona que es ofendida y agredida por policías corruptos, en los comercios que son estafados y obligados por la autoridad o por la delincuencia organizada a pagar una tarifa "por su seguridad". Pienso en la gente que vive en la calle sin tener que comer y donde dormir, pienso en los niños que están expuestos a que desde pequeños les vendan droga y los hagan consumir algo que les irá carcomiendo su salud y el alma misma. Pienso en todos esos detalles de la vida diaria que pasamos por alto, pero que son sin duda esa trinchera que no hemos sabido identificar y por lo tanto encarar para alcanzar el cambio.
El cambio es desde cómo saludas a tus familiares, vecinos y conocidos, hasta cómo exiges o solapas a tus autoridades inmediatas. Pasa por el hecho de que seas o no solidario con la gente que está a tu alrededor, pasa por el hecho de que seas honesto en la escuela, en tu hogar y en tu trabajo. El cambio lo podríamos ir construyendo diario y entre todos, fácil, sin elecciones ultra costosas, pero hemos dejado que sea poca la gente atrevida y dejamos que hagan esfuerzos aislados. Otros prefieren el reposo, el descanso, el alejarse cobardemente del campo de batalla, otros incluso se venden y prostituyen su dignidad para ser parte de ese mundo oscuro mal nombrado como "el mundo de la política" que ofrece cargos y dinero, pero a cambio entrega deslealtad, traiciones y una estabilidad mentirosa y efímera.
Usted y yo tenemos la última palabra. Por más que denunciemos y tengamos toda la razón en descalificar y señalar a la clase política corrupta, si no nos miramos primero en un espejo para ver nuestra realidad y cambiarla nosotros con nuestro propio esfuerzo, si no hacemos eso primero y seguimos nada más esperanzados a un político, jamás vamos a lograr algo.
El fraude electoral de 2012 ya está en marcha, desde hace mucho tiempo. Algo extraordinario tendrá que hacer nuestra sociedad para impedir que el atraco sea consumado. Algo sumamente atípico podría ocurrir incluso dentro de la misma clase política como para darle un giro a la elección próxima. Pero sea como sea, pase lo que pase, la palabra final la tenemos nosotros los mexicanos, no nos dejemos engañar, no se trata de llevar a un partido político al poder con un aparente buen candidato, se trata de mirar lo podrida que ya está nuestra nación y dar el máximo esfuerzo por rescatarla.
Conforme avanzan los días se suman más personas al planteamiento de que las elecciones del próximo domingo 1 de julio serán una simulación. Somos muchos los que afirmamos que en realidad se impondrá en julio próximo a un candidato o candidata a modo, sin que se respete el voto de la gente en las urnas. No es un hecho novedoso, pero sí es algo que debería de preocuparnos y ocuparnos a todos los mexicanos.
Ocurrió en 2006, en donde el candidato de lo que en aquel entonces era una sola izquierda, Andrés Manuel López Obrador -hoy candidato de "las izquierdas" (¿cuántas izquierdas, de qué tipo y propiedad de quiénes?, ¡vaya usted a saber!- ganó en las urnas las elecciones, pero no se respetó dicho triunfo e impusieron a Felipe Calderón, actualmente uno de los principales orquestadores del nuevo fraude electoral para 2012.
En mi anterior entrega para RMX, señalé que no podemos ser ingenuos. La misma "mafia" que se robó la presidencia de 2006, hará hasta lo imposible por repetir la historia este año y, lo que es peor, ahora el escenario pareciera les favorece pues el líder de "las izquierdas", ha admitido públicamente estar posicionado de manera distinta a 2006 y que hay un candidato por encima de él, nos referimos al ignorante del PRI que lleva por nombre Enrique Peña Nieto.
AMLO, además de reconocer que no va en el primer lugar de las preferencias, para sorpresa de todos y anticipándose a lo que pudiera ocurrir en la jornada electoral, afirmó que "de perder" las elecciones "de manera limpia", se iría a "La Chingada" a descansar, ya que no siente las mismas fuerzas que tenía en 2006. Es cierto, AMLO ha recorrido el país, prácticamente desde 2006 ha estado en permanente campaña para disputar la presidencia ahora en 2012, pero creo que es una ofensa, falta de respeto, insulto y agresión al "movimiento" que le ha acompañado durante todo este tiempo. Pasan los días y se suman irregularidades en su contra, ya verán que mientras más nos acerquemos al domingo 1 de julio, otra vez, López Obrador nos dirá que la mafia le robará la presidencia y aunque seguramente tendrá la razón, ahora le podremos cuestionar qué dejó de hacer con el movimiento y por qué el aferrarse casi al 100% al resultado de la elección que viene.
Los recientes dichos y hechos de AMLO no hacen otra cosa sino confirmar mi tesis, de que el mismo Peje ha caído en el juego de los potentados, de quererles seguir el juego electoral sin querer llevar la lucha social a otro nivel y a una etapa distinta en donde la transformación sea de raíz y no solamente por la vía institucional y electoral. Respeto y admiro la valentía de AMLO, pocos políticos tienen el arrojo que él sí tiene, pero me parece que ya dejó ver que "va estar en chino" ganar la elección de 2012 y que no volverá a repetir la movilización y liderazgo que hizo en 2006, sino que se irá a descansar... y ¿saben algo? Creo que el caballero está en todo su derecho, es más, en buena onda, creo lo merece y se nota que le hace falta darse "un break". Si alguien ha tratado de forma honesta cambiar el país ha sido López Obrador, por eso pienso que no es mala idea que después de que le hagan el fraude el 1 de julio de 2012 se vaya a "La Chingada" o a otro lugar a descansar.
Pero las elecciones próximas de 2012 no son el punto central. Creo y siento que el problema radica en que millones de sus simpatizantes y toda la ciudadanía en general, no hemos entendido el sentido de su lucha, incluso ni el significado de lo que es luchar por cambiar un país lo tenemos claro. En su momento a AMLO y a otros líderes de izquierda "históricos" no les hemos sabido hacer enfrentar sus malas decisiones. Me da mucha tristeza ver y enterarme de casos de gente que eran ciudadanos "de a pie", que eran piezas valiosas dentro del movimiento, que ahora están igual jugando con las reglas de la mafia del poder y participando por un cargo de elección popular (el antecedente del caso de un tal "Juanito" en Iztapalapa, parece que no dejó lección alguna). Algunos de ellos son gente de bien, decentes y lo hacen de forma independiente, con toda honestidad, pero otros lo hacen ya siendo parte de una tribu o corriente al interior de los partidos de la hoy izquierda electoral y plural.
Tengo que retomar una parte de lo que propuse en el artículo "Las elecciones presidenciales 2012 en México: ¿cambio cosmético o cambio de fondo?": "...analicemos todas las formas y medios posibles para dinamitar un cambio, pero que sea municipio por municipio, vivienda por vivienda, desde la forma en cómo organizamos nuestra vida, nuestro tiempo, nuestra conducta con familiares, amigos y conocidos."
Reitero "analicemos todas las formas y medios posibles para dinamitar un cambio". De verdad, ya no podemos seguir jugando a ir con nuestra credencial del IFE -hoy en día una institución legal y anticonstitucional- a votar por un candidato y esperar que por arte de magia éste sujeto haga un cambio en la vida política nacional. Ya dijimos que eso no va a ocurrir a través del voto y que aunque gane el Peje o gane quien sea su candidato favorito, más allá de la persona, la clave del cambio de México es usted y yo, no el político que llegue a la presidencia, ni el gabinete, mucho menos los diputados y los senadores o los funcionarios de las dependencias públicas.
En esa reflexión sigo sumergido y creo que usted bien haría en pensarlo de esta forma: ¿qué hago yo, día a día, para que cambie la realidad de mi país? Es ahí donde vamos a encontrar los primeros desafíos y probables avances de una lucha que será dura, larga, aguerrida, pero no dependiente de un líder carismático o popular (como en este caso lo es AMLO).
El famoso Peje sigue teniendo fuerza y apoyo del pueblo, creo que si de votos se tratara y se respetara el resultado en las urnas, él ganaría fácil las próximas elecciones. Pero la lucha en realidad no es ahí, no es en las urnas, es en el terreno del capital, en donde se mueve el dinero y el poder, allí, aunque le sorprenda a usted, es donde nosotros entramos al juego, pues nuestro capital no es el mismo que el de los potentados, ellos apelan a los bienes materiales, a la opulencia, a la riqueza, al despilfarro y al atesoramiento de bienes, a la explotación y a la enajenación de las masas, pero nosotros tenemos nuestra vida diaria, nuestra dignidad, nuestro tiempo, nuestra alegría y nuestra libertad, ese capital humano es el que debemos explotar y con el cual hacer frente a la oligarquía que nos gobierna. El capital humano y nuestra lucha digna, harán que ni con todos los millones de dólares habidos y por haber nos vengan a imponer un sistema político caduco y putrefacto, más bien, con nuestra lucha sensata los potentados la pensarían más de dos veces en venir a imponernos al sujeto que ellos creen que nos debe de gobernar. Pero sucede que ni entre nosotros mismos existe respeto, solidaridad, unidad, unaminidad y confianza, ese es uno de los principales motivos por los cuales la oligarquía se termina imponiendo.
Lo he dicho anteriormente, es municipio por municipio, de ser necesario luchar y resistir a los malos gobiernos de nuestra delegación o municipio, no ceder ante los corruptos, así sean nuestros vecinos. Tampoco estoy diciendo que desatemos una lucha de todos contra todos y "que gane el más chingón", no, no es generar enemistad, se trata de ser congruentes y tener bien en claro que, pese a nuestras diferencias con la gente, nuestros adversarios son aquellos que detentan el poder para servirse del pueblo y no servirlo. Hacer historia requiere un cambio de actitud y para ello necesitamos limpiar nuestros vecindarios, modificar nuestra conducta, la forma en cómo utilizamos los espacios públicos y cómo nos relacionamos con los otros.
Pienso en aquella persona que es ofendida y agredida por policías corruptos, en los comercios que son estafados y obligados por la autoridad o por la delincuencia organizada a pagar una tarifa "por su seguridad". Pienso en la gente que vive en la calle sin tener que comer y donde dormir, pienso en los niños que están expuestos a que desde pequeños les vendan droga y los hagan consumir algo que les irá carcomiendo su salud y el alma misma. Pienso en todos esos detalles de la vida diaria que pasamos por alto, pero que son sin duda esa trinchera que no hemos sabido identificar y por lo tanto encarar para alcanzar el cambio.
El cambio es desde cómo saludas a tus familiares, vecinos y conocidos, hasta cómo exiges o solapas a tus autoridades inmediatas. Pasa por el hecho de que seas o no solidario con la gente que está a tu alrededor, pasa por el hecho de que seas honesto en la escuela, en tu hogar y en tu trabajo. El cambio lo podríamos ir construyendo diario y entre todos, fácil, sin elecciones ultra costosas, pero hemos dejado que sea poca la gente atrevida y dejamos que hagan esfuerzos aislados. Otros prefieren el reposo, el descanso, el alejarse cobardemente del campo de batalla, otros incluso se venden y prostituyen su dignidad para ser parte de ese mundo oscuro mal nombrado como "el mundo de la política" que ofrece cargos y dinero, pero a cambio entrega deslealtad, traiciones y una estabilidad mentirosa y efímera.
Usted y yo tenemos la última palabra. Por más que denunciemos y tengamos toda la razón en descalificar y señalar a la clase política corrupta, si no nos miramos primero en un espejo para ver nuestra realidad y cambiarla nosotros con nuestro propio esfuerzo, si no hacemos eso primero y seguimos nada más esperanzados a un político, jamás vamos a lograr algo.
El fraude electoral de 2012 ya está en marcha, desde hace mucho tiempo. Algo extraordinario tendrá que hacer nuestra sociedad para impedir que el atraco sea consumado. Algo sumamente atípico podría ocurrir incluso dentro de la misma clase política como para darle un giro a la elección próxima. Pero sea como sea, pase lo que pase, la palabra final la tenemos nosotros los mexicanos, no nos dejemos engañar, no se trata de llevar a un partido político al poder con un aparente buen candidato, se trata de mirar lo podrida que ya está nuestra nación y dar el máximo esfuerzo por rescatarla.
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