Crece el conflicto en Londres

EFE, AP y RMX

Nuevos enfrentamientos entre policías y grupos de jóvenes se produjeron ayer en el barrio de Hackney, en el este de la ciudad de Londres.

Según la cadena BBC, un grupo de antidisturbios se enfrentó hasta altas horas de la noche con varios manifestantes, algunos de ellos con la cara tapada, y que lanzaron piedras contra los agentes.

El Gobierno británico salió ayer al paso de las críticas por su respuesta a la propagación de los disturbios en Londres, que han causado más de 200 detenidos, la mayoría –dijo– por pillaje y violencia callejera.

Los disturbios de la madrugada del domingo en el barrio de Tottenham, los más graves vividos en Londres en 25 años, fueron seguidos anoche por nuevos saqueos y destrozos en otras zonas de la capital, donde la Policía incrementó su presencia anoche para evitar más brotes de violencia.

La Policía, blanco principal de los ataques, acusa a "delincuentes" de estar detrás de estos disturbios que, avivados por las redes sociales y su difusión en los medios, se han expandido en las últimas horas desde el norte a áreas del este y sur de Londres como Brixton, un barrio deprimido de mayoría afrocaribeña.

Los últimos dos días se han quemado vehículos y edificios en Londres, se han saqueado tiendas de ropa y electrónica y se han destruido casas y comercios, en una ola de violencia protagonizada generalmente por adolescentes.

El viceprimer ministro, Nick Clegg, responsable del Ejecutivo ante la ausencia del "premier" David Cameron, aseguró que el Ejecutivo trabaja "de forma efectiva como un equipo" ante la crisis, mientras la ministra de Interior, Theresa May, regresó ayer a Londres para reunirse con la cúpula policial.

El blanco principal de los ataques es la Policía, cuya actuación en la muerte a tiros en Tottenham de un joven negro de 29 años, Mark Duggan, el pasado jueves, no ha sido aún esclarecida.

Su fallecimiento dio lugar el sábado a una protesta en Tottenham que derivó la madrugada del domingo en una violencia callejera no vista en Londres desde 1986, con un autobús de dos pisos quemándose, edificios ardiendo y barricadas en las calles.

Los primeros exámenes practicados a una bala disparada en ese incidente apuntan a que pertenecía a un policía y no a Duggan, de quien en un principio se dijo que portaba armas y murió en un intercambio de disparos.

Scotland Yard culpó ayer a redes sociales como Twitter de "avivar" los incidentes al propagar rumores sobre supuestas provocaciones de los agentes en las protestas, mientras en algunos barrios se constata una animosidad histórica contra la Policía.

En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, el subinspector Steve Kavanagh afirmó ayer que "los medios sociales y otros métodos han sido empleados para organizar estos niveles de criminalidad".

Un residente de Brixton que solo quiso identificarse como Leroy aseguró a Efe que la muerte de Mark Duggan ha sido el detonante, pero las responsabilidades recaen en los políticos locales y los problemas se remontan a tiempo atrás.

El laborista David Lammy, diputado por Tottenham, decía antes de que comenzaran los disturbios que la reducción de las ayudas a los jóvenes fue un "gran error" en zonas de la ciudad donde la violencia es una situación cada vez más normalizada.

Según el Centro para la Justicia Social del Reino Unido, el 6 por ciento de los menores de 19 años afirma que pertenece a una banda.

Comentarios