Movimientos Sociales en México

Samuel R. García / uzkediam@gmail.com

3. Movimientos sociales


Retomando a Cohen y Arato, ahora respecto a los movimientos sociales, mencionan que estos constituyen un elemento dinámico en proceso que podría convertir en realidad los potenciales positivos de las sociedades civiles modernas y en su teoría afirman que “es indispensable entender adecuadamente la lógica, lo que está en juego y los potenciales de los movimientos sociales contemporáneos”.[1] Por otra parte, Pedro Ibarra menciona que los movimientos sociales son la expresión más visible de la disconformidad y protesta de los ciudadanos, y también vanguardia de nuevos comportamientos y actitudes.

3.1 Definición

Ibarra en el texto ¿Qué son los movimientos sociales? afirma lo siguiente:

Un movimiento social es una forma de acción colectiva, y la existencia de una acción colectiva implica la preexistencia de un conflicto, de una tensión que trata de resolver –haciéndole visible, dándole dimensiones- esa acción colectiva. Si un grupo de interés se mueve en el terreno de la cooperación y un partido compite por el poder, la estrategia prioritaria de un movimiento social es la del conflicto. Un conflicto identitario y un conflicto con el poder político. Un movimiento busca y practica una identidad colectiva, es decir un movimiento supone que determinada gente quiere vivir conjuntamente una distinta forma de ver, estar y actuar en el mundo (...). Un movimiento social no puede ser –no es- una oficina donde la gente arregla sus problemas individuales. Debe existir un mínimo de compartir un sentido, una común forma de interpretar y vivir la realidad.[2]

En un país como el nuestro los movimientos sociales son necesarios, el Estado ha perdido la ruta en la búsqueda de su fin y razón de ser: el bien común. Por lo cual se vuelve indispensable recordar lo dicho por Melucci, respecto a que "es necesario volver a plantearse la acción social a partir del proceso por el cual su significado se construye en la interacción social. Son los actores sociales quienes producen el sentido de sus actos a través de las relaciones que entablan entre ellos" (Melucci, 1994, p. 127). Pero los movimientos sociales no son nada más los ejecutores de acciones sociales más o menos visibles, sino que, por su propia orientación y dinámica, también se constituyen en espacios de socialización con características particulares. Un ejemplo de ello se puede observar en el planteamiento de Alain Touraine, cuando remarca el derecho a la igualdad cultural como el principio básico de los movimientos sociales actuales:

La defensa de los derechos culturales y sociales de los individuos y de las minorías es, actualmente, el objetivo primordial de los movimientos sociales que se oponen tanto al imperio del mercado como a la dominación de los movimientos de inspiración comunitarista. Estos movimientos ya no hablan en representación de la sociedad perfecta, ni miran tampoco hacia el porvenir: más bien luchan por la defensa del derecho de todos a una existencia libre y "humana". Tal es la forma que adquiere hoy día el principio general sobre el que descansan todos los movimientos sociales: el derecho a la igualdad cultural.[3]

3.2 Importancia de los movimientos sociales

En el México actual el Estado sirve más a los intereses de particulares que a los de la sociedad, se puede afirmar que el fin del Estado mexicano se ha pervertido y por ende, ha sido necesario que desde la sociedad civil surjan actores y movimientos sociales que pongan sobre la mesa las demandas de la gente. La etapa actual de los movimientos sociales en México muestra los rezagos de las etapas de organización y movilización comprendidas principalmente durante los últimos tres años, y es evidente que hay necesidad de comenzar un nuevo ciclo de protesta, de movilizaciones y de organización para hacer frente a los embates neoliberales, algunos de los cuales definen los conflictos del presente. Para el autor Touraine los movimientos sociales más importantes son: “aquellos que logran destruir la dominación social a la que se oponen, sin negarse a intervenir en los niveles institucionales y organizativos, sino por el contrario, se vinculan a las fuerzas sociales formadas en estos niveles y logran imponerse a ellas, dirigirlas.” (Touraine, 1991).

En nuestro país se han dado intensos periodos de lucha determinados por la acción en unidad de grupos como la CND, la APPO o La Otra Campaña, y tras las masivas movilizaciones post electorales de 2006, los movimientos parecen encontrarse en un momento de dispersión y reflexión cuya mejor perspectiva sería derivar en un nuevo periodo de lucha que siga la disputa de la nación a los grupos políticos y empresariales que están en el poder representados actualmente por Felipe Calderón. Desde mi punto de vista actualmente hay una crisis ética y moral en el PRD y es muy probable que sufra una caída en el 2012, igual o peor que en las pasadas elecciones de 2009, más allá de que eso suceda el ambiente político y social confirman que los movimientos sociales tendrán que ser el principal motor de movilización y organización ciudadana, lo que nos debe hacer pensar "cuales" y "cómo" se construirán las mejores condiciones para iniciar una nueva etapa que intensifique la lucha y derive en cambios que urge se den en nuestro país.

Notas:

[1] Cohen, Jean L. Sociedad Civil y Teoría Política, Fondo de Cultura Económica, México, 2000, pp. 21-27

[2] Ibarra, Pedro, “¿Qué son los movimientos sociales?”, en Grau, E. e Ibarra, P. (coords.), Anuario movimientos sociales. Una mirada sobre la red, Barcelona, Icaria, 2000, pp. 9,10,22.

[3] Touraine, Alain, ¿Cómo salir del neoliberalismo?, Barcelona, Paidós, 1999.

Lea también la primera parte "Sociedad Civil" y la segunda "Actores Sociales", ambos textos también autoría de Sam R. García

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
estas muy guapo baby!