sábado, junio 14, 2014

#Brasil2014 Costa Rica sorprendió 3-1 a Uruguay #Mundial2014

Duarte en el aire, como todo Costa Rica; es el festejo del tercer gol; es el dolor uruguayo en las tribunas y en Lugano.  

Claudio Mauri / La Nación

FORTALEZA.- Uruguay va a necesitar una hazaña como la de 1950, pero ya no para ser campeón, sino para alcanzar un objetivo más terrenal como es el de pasar la etapa clasificatoria. A la Celeste se le anticipó el grupo de la muerte y se le alteraron todos los cálculos, se le quemaron los papeles. A priori, los partidos más riesgosos y exigentes iban a ser contra los otros dos campeones, Inglaterra e Italia. Hasta el fixture parecía haberle hecho un guiño al marcarle un debut contra Costa Rica. Debía ser un estreno para tomar impulso, para hacerse el colchón de tres puntos que figuraban en las previsiones. Y desde ahí sí salir a romper lanzas contra ingleses e italianos.

Pero al equipo del Maestro Tabárez le salió todo al revés. La derrota fue completa: en el resultado, en juego, en determinación. Ni siquiera supo defender una ventaja por la que no había hecho muchos merecimientos. Costa Rica consiguió para su fútbol un resultado histórico que no le cayó de regalo. Se lo trabajó a pulmón, con un compacto trabajo colectivo y los destellos individuales del delantero Joel Campbell (Olympiacos, el 26 de este mes cumplirá 22 años), que ya había dejado una grata impresión en la Costa Rica juvenil que La Volpe llevó a la Copa América de Argentina 2011.

"¡Tico, tico", se terminó cantando en el Castelao, otro estadio que no completó su asistencia (hubo 58.679 personas y caben 64.846). La desbordante algarabía de los centroamericanos se impuso a los hinchas charrúas, que empezaron ilusionados y terminaron desencantados. Y fue lógico, ya que Uruguay tiene motivos para preocuparse. Fue muy floja la imagen que dejó. No es novedad que no le sobra juego, que le cuesta dar más de tres pases seguidos, que depende bastante de la mística de este grupo (en este plantel se repiten 15 nombres de los 23 de Sudáfrica) que levantó a todo un país con el 4° puesto en el Mundial anterior y el título de la Copa América 2011.

Uruguay renació en estos últimos cuatro años de la mano de orfebre y la palabra exacta del Maestro Tabárez. Pero en las últimas eliminatorias ya dio señales de alerta. Necesitó de un repechaje contra la débil Jordania para sacar pasaje a Brasil. No debería quedarse con la excusa de que ayer no tuvo a Luis Suárez, por lejos su mejor futbolista, elegido por los periodistas ingleses como el más destacado en la reciente Premier por sus 31 goles con Liverpool. El máximo goleador histórico charrúa (39 tantos, tres más que Forlán) todavía se recupera de la operación de los meniscos izquierdos que le practicaron el 23 de mayo. Imposible no extrañarlo, pero es muy probable que Lucho ayer hubiera sufrido la orfandad ofensiva de todo el equipo. Nadie que ponga una habilitación decente, que rompa el esquema rival con una gambeta. Gargano y Arévalo Ríos no están para eso. "Cebolla" Rodríguez y Stuani chocan más de lo que aclaran. Lo de mejor de Forlán (35 años) ya es parte del pasado, su actualidad es el fútbol japonés. Y Cavani necesita lo que no tuvo: que lo busquen al espacio con asistencias.

¿Qué le queda a Uruguay? Muy poco. Los pelotazos frontales de sus centrales, alguna jugada con la pelota detenida, la enjundia física que transforma en golpe artero ante la adversidad. Cuando Costa Rica empezó a imponer condiciones en el segundo tiempo, a varios se les fue la pierna. Fueron amonestados Lugano y Gargano por golpear; también Cáceres, que debió ser expulsado por un brutal planchazo a Gamboa. Y el remate de violencia lo puso Maxi Pereira, con una alevosa patada a un Campbell que tuvo la "irreverencia" de recrearse con algunos lujos con la pelota. Roja inevitable.

Uruguay ganaba sólo porque Lugano (protesta todo, siempre está al límite) exigió un agarrón de Díaz en un tiro libre. Pero ni el penal de Cavani mejoró a Uruguay, que pasó a especular con el resultado y lo pagó caro. Como México e Inglaterra, Costa Rica es otro equipo que sale triunfador con una línea de 5 que cubre bien los espacios en defensa y se desdobla por los laterales cuando tiene la pelota. Desbordó por los laterales y, llamativamente, también le ganó a Uruguay en el juego aéreo. Así llegaron el empate de Campbell, el cabezazo de Duarte para el segundo y el broche de Ureña con toque cruzado tras ir a buscar un pase a las espaldas de la lenta defensa charrúa.

Tabárez no reactivó al equipo con el ingreso de un enganche clásico (Lodeiro) ni al poner otro delantero, Hernández, goleador de la Serie B de Italia con Palermo. Uruguay nunca había perdido en 8 encuentros ante Costa Rica. El jueves próximo, contra Inglaterra, deberá sacar su orgullo y más recursos para que el grupo de la muerte no le dé una extremaunción antes de lo imaginado.

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