La mayoría de las víctimas tenía entre 5 y 10 años, reveló el presidente Obama entre lágrimas; decreta 4 días de luto.
El País
WASHINGTON.- En lo que es ya uno de los mayores asesinatos en masa de la historia de Estados Unidos, 27 personas murieron, entre ellas 20 niños, el pistolero y su madre, durante un tiroteo en un colegio de Connecticut en la localidad de Newtown (100 kilómetros al noreste de la ciudad de Nueva York). Dos de los menores llegaron con vida al hospital para morir minutos después.
El asesino fue identificado como Adam Lanza, de 20 años, cuyo cadáver quedó en el interior de una de las aulas; aún no se confirmaba si se quitó la vida o fue abatido.
El asaltante tenía consigo entre dos y cuatro armas de fuego y vestía un chaleco antibalas cuando inició su sangriento asalto en el colegio Sandy Hook de la tranquila Nueva Inglaterra.
La Policía encontró, además, el cadáver de la madre de Lanza en su casa. En un primer momento se afirmó que la mujer era una de las fallecidas en la escuela, donde trabajaba como maestra.
Al hablar del tema desde la sala de prensa de la Casa Blanca, el presidente Barack Obama, tuvo que dejar de hablar debido al llanto que le provocó recordar que la mayoría de las víctimas eran niños de entre cinco y 10 años.
“Hemos vivido esta situación ya demasiadas veces”, expresó secándose las lágrimas, “(hay que) tomar medidas significativas para impedir que esto vuelva a suceder”.
El tiroteo tuvo lugar pasadas las 9:30 horas, y las autoridades cerraron el acceso a todos los planteles de la zona por precaución y pidieron a los padres que no se acercaran a la escuela de Newtown hasta que la situación no estuviera controlada. Los estudiantes fueron evacuados a una zona segura casi dos horas después del ataque.
Los primeros testimonios eran escalofriantes. “Estaba en el gimnasio y oí como siete disparos, y entonces el profesor nos dijo que nos escondiéramos en una esquina y nos agrupáramos”, relató un alumno a las cadenas de televisión. “Volvimos a oír esos ruidos y todos empezamos a llorar. El profesor de gimnasia nos dijo que fuéramos a la oficina donde no nos podría encontrar nadie. Luego llegó un policía que nos dijo que corriéramos fuera”.
“Estábamos en el gimnasio cuando oímos los disparos. El profesor nos dijo que nos escondiéramos en una oficina. Después la policía nos dijo que saliéramos corriendo”, afirmó uno de los estudiantes a la cadena de televisión NBC. “La policía nos dijo que nos abrazáramos los unos a los otros, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio”, explicó una niña al diario Hartford Courant.
“No entendemos cómo ha podido entrar nadie en el colegio, es casi imposible”, se preguntaba el padre de la menor. Wasik afirmó que todos los padres habían recibido una llamada de la Policía informándoles de lo sucedido y de los procedimientos a seguir para recoger a sus hijos.
Tragedia recurrente
1 de agosto de 1966. En la Universidad de Texas en Austin, Charles Joseph Whitman, mató a 16 personas y hirió a 30.
25 de septiembre de 1982. George Banks, guardia de prisión en Wilkes-Barre, Pennsylvania, mató a 13 personas, entre ellas 5 de sus hijos.
18 de julio de 1984. En San Ysidro, California, James Huberty mata a 21 adultos y niños en un restaurante McDonald’s.
16 de octubre 1991. En Killeen, Texas, George Hennard, estrella su camioneta contra una cafetería Luby; después mata a 23 personas.
20 de abril de 1999. Dos estudiantes de preparatoria, Dylan Klebold y Eric Harris, entraron a su escuela de Columbine, Colorado. Mataron a 13 estudiantes y un maestro, hirieron a 23 y se quitaron la vida.
16 de abril de 2007. El estudiante surcoreano Seung Hui Cho, abrió fuego en Virginia Tech, donde mató a 32 personas, para después suicidarse.
3 de abril de 2009. Jiverly Wong, disparó en un centro de servicios para inmigrantes en Binghamton, NY; mató a 13 personas e hirió a 4.
5 de noviembre de 2009. El psiquiatra Nidal Nalik Hasan, mató a 13 personas y dejó heridos a 32 en Fort Hood, Texas.
20 de julio de 2010. En el estreno de “Batman”, James Holmes ingresó a un cine en Aurora, Colorado, disparó al público, matando 14 personas e hiriendo a 50.
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