jueves, noviembre 01, 2012

Dos emprendedores ‘de miedo’ en el Día de Muertos

Conoce la historia de 2 emprendedores que hacen de la tradición del Día de Muertos un negocio muy ‘vivo’ que se viste de colores y sabores: un exportador de manteles de papel picado y un productor de calaveritas de azúcar.
   
Roberto Arteaga / El Financiero

La celebración del Día de Muertos no sólo le da vida a las tradiciones mexicanas. También genera ideas a emprendedores, que hacen nacer ideas de negocio llenas de color, aroma y sabor.

Hoy te presentamos a 2 productores que hacen del papel picado y las calaveritas de azúcar un negocio lleno de vida. Conoce estas historias de ‘terror’ emprendedor y los retos que han enfrentado para mantener viva la tradición. 

Monstruo del papel

Verter la imaginación sobre un papel de China e ir confeccionando las figuras fueron los dos elementos que tomó Alejandro Martínez Arriaga para convertirse en un profesional del papel picado, elemento que engalana los altares este Día de Muertos.

Alejandro recuerda que cuando tenía 14 años veía gustoso cómo los manteles de papel picado adornaban los espacios del restaurante ‘Nevados Don Hermilo’, que atendía su mamá en el centro de Puebla.

Sin embargo, el aumento en el costo de la renta hizo que la familia abandonará la administración del negocio y que el joven buscara una nueva fuente de ingresos. Por eso, decidió aprender las técnicas en la elaboración de los tradicionales manteles.

Así fue como el artesano que los surtía en el restaurante de sus padres se convirtió en el maestro que le mostró los secretos del papel picado, aunque nunca creyó que ese joven lo adoptaría con el paso del tiempo en una forma de vida.

En 1994, Alejandro estableció su local en Puebla, bajo el nombre de ‘La Catrina’. 7,000 pesos serían suficientes para adquirir la herramienta e iniciar la nueva aventura en su vida. “Me iba a los bares a ofrecerlos para las fiestas de septiembre y era muy difícil venderlo”, recuerda Alejandro.

En muchas ocasiones, llegó a regalar parte de su producción como una forma de publicitarse frente a sus clientes potenciales, entre los que se encontraban restaurantes, bares y escuelas.

Pero la suerte no tardó en sonreírle. En 2001, sus diseños fueron exhibidos en una feria artesanal en Puebla, en donde logró vender más de 40,000 pesos en un día, su primer gran venta.

Ese mismo año decidió dejar el local físico de su negocio para trasladarlo al ciberespacio, donde opera con la página ‘Papel Picado’.

Esta nueva etapa le trajo nuevos clientes que hacen crecer su negocio. Empresas como Maseca han adquirido 33,000 manteles para adornar distintas festividades del año, y su producción se ha exportado a países como Alemania, Grecia, Australia, Inglaterra, Italia y Argentina.

Otras empresas que han adquirido sus productos son Bayer, Ford, Nissan, así como Casas Geo y Corona.

Actualmente, el joven emprendedor obtiene ventas por más de 200,000 pesos anuales, de los cuales 70% provienen de los últimos meses del año, en donde se concentran las fiestas del Día de Independencia y el Día de Muertos.

Para Alejandro, la tradición del papel picado en este día se encuentra muy viva, sin importar la influencia estadounidense del Halloween en México: “A mí me piden papel picado para Holloween y Día de Muertos, y no veo por qué tendría que haber un pleito entre una cosa y otra… Ver el papel picado es también ver el Día de Muertos, aunque tenga una bruja en el diseño.”

El alfeñique de azúcar

Calaveras en sus féretros y cráneos de azúcar, son los conocidos alfeñiques que invaden los altares del Día de Muertos en México. Arturo Sánchez Millán es uno de los productores que les da vida, junto con 84 artesanos más, que representa como secretario de la Asociación de Alfeñiqueros del Valle de Toluca.

Él forma parte de la quinta generación de artesanos dedicados a producir la típica golosina de azúcar. A pesar del embate que representan los aumentos en los insumos, como el azúcar y el huevo, del cual ocupan la clara para decorar sus creaciones, hoy quiere continuar con el negocio y la tradición.

“Todos entran al negocio, y nosotros con mucho sacrificio y esfuerzo seguimos manteniendo la tradición, reflejado en nuestras ventas, parece que se va manteniendo”, afirma Arturo Sánchez.

Como cada año, los artesanos de la región de Toluca se dan cita en la Feria del Alfeñique en el centro histórico de esa ciudad, con el propósito de mostrar sus productos a todo el mundo.

“Es la feria más importante para el municipio de Toluca durante todo el año, y yo creo que de las ferias con mayor tradición en la región”, asegura Eladio Molina Monroy, director general de Desarrollo Económico y Regulación del Comercio en el municipio de Toluca.

A pesar de que el Halloween es un factor que muchos pensarían podría amargar la dulce tradición de Arturo Sánchez y otros productores, las ventas anuales se han ido incrementando en la feria en donde participan.

El año pasado, la derrama económica que dejó la feria fue de 3.5 millones de pesos (mdp), mientras que este 2012 esperan alcanzar los 4 mdp, precisa Eladio Molina.

Hoy, la fiesta del Día de Muertos es una nueva oportunidad para demostrar el talento emprendedor y la continuidad de la tradición, opina Arturo mientras prepara sus dulces: “Hemos pasado las buenas y las malas, pero seguimos manteniéndonos al pie del cañón con una tradición del Día de Muertos muy viva.”

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