La reforma en la materia "ordenada desde el extranjero" sólo alentará la descomposición social, los resentimientos, la inseguridad y la violencia, dijo al reunirse con senadores del PRD, PT y MC.
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
México, DF. Andrés Manuel López Obrador se reunió con los 28 senadores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, a los que expresó que está seguro que actuarán como auténticos representantes populares, que no se prestarán a que se siga reformando la Constitución y las leyes para legalizar despojos y abusos.
Durante el encuentro, el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) recalcó que la reforma laboral “ordenada desde el extranjero” y acordada entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto sólo alentará la descomposición social, los resentimientos, la inseguridad y la violencia.
Recalcó que no habrá paz social mientras se insista en imponer las llamadas reformas estructurales, entre ellas la energética con la que se pretende privatizar el petróleo.
En una reforma dañina no sólo para los trabajadores, sino también para los verdaderos empresarios del país, señaló, y pidió a los senadores de ese frente sindical de izquierda actuar con dignidad, decoro y posponerse al retroceso que significa esa contrarreforma a la Ley Federal del Trabajo.
“Considero que no debe avalarse la corrupción sindical alentada por los gobierno del PRIAN. Ya basta de líderes o caciques que viven colmados de privilegios a costilla de los trabajadores, al ampro del poder de las complicidad y de la corrupción gubernamental.
Insistió en que está seguro de que todos los legisladores del Movimiento Progresista se manifestarán a favor de la transparencia, la rendición de cuentas, la libertad y la democracia en los sindicatos.
“Tengo que decir, porque ya ha sucedido, que los legisladores no deben faltar a sesiones que son fundamentales. Nada de abstenerse, salir de viaje, supuestamente enfermarse o ir al baño al momento de la votación”.
López Obrador se refirió también a lo que llamó la “cronología de la ignominia”, un recuento que hizo de las reformas que el PRI y el PAN han aprobado desde hace más de 20 años y que han ido orientadas a beneficiar a una elite así como perjudicar a la mayoría del pueblo y la nación.
Se trata de una veintena de reformas, comenzadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari en que se privatizaron la mayor parte de las empresas públicas, pasando por las modificaciones que entregaron los bancos nacionales a extranjeros, las que han permitido a empresas privadas, principalmente extranjeras generar energía eléctrica, hasta esta última reforma laboral.
El político tabasqueño aclaró que no es su intensión dar línea a los legisladores sino expresar su punto de vista como parte de un movimiento que busca la transformación del país.
Flanqueado por Alejandro Encinas y el coordinador Luis Miguel Barbosa, recalcó que estará atento para actuar cuando sea necesario y así lo exijan las circunstancias.
Los llamó a ir juntos para impedir esta “contrarreforma laboral” y las demás modificaciones que Peña Nieto pretende impulsar para privatizar Pemex e incrementar los impuestos, a fin de “tapar el hueco” de las finanzas públicas que dejaría el entregar la renta petrolera a particulares.
Barbosa reconoció a López Obrador como el principal dirigente de la izquierda y le pidió que como el de hoy haya otros encuentros para tratar los temas fundamentales.
Recalcó que en la votación que hoy se llevará a cabo en torno a la Reforma Laboral la izquierda estará firme y unida y no se va a desdibujar. “Hoy lo vamos acreditar, estaremos a la altura de las circunstancias”.
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