martes, octubre 30, 2012

Ebrard, Calderón y Slim viajan en Metro… y en el mismo vagón

Arturo Rodríguez García / Apro

Ver juntos al hombre más rico del mundo, al alcalde de la ciudad más poblada del orbe y al presidente de México, los tres viajando en el Metro de esta ciudad, en el mismo vagón, podría ser una escena imposible, de no ser porque este martes inauguraron la Línea 12 del Metro, que corre de Tláhuac a Mixcoac.

Claro que Carlos Slim, Marcelo Ebrard y Felipe Calderón, así como los secretarios de Hacienda y Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome y José Antonio Meade, respectivamente, además del presidente de ICA, Bernardo Quintana, y la pléyade de invitados especiales, no fueron abordados por vendedores ambulantes, ni les estallaban los tímpanos con las bocinas de oferentes de discos piratas, ni soportaron los vapores de un furgón con el clima desvencijado…

Si acaso, los embajadores de Estados Unidos, Anthony Wayne, y de Francia, Elizabeth Beton, habrán tenido que mantenerse al tanto de sus carteras mientras hacían el recorrido inaugural de la Línea Dorada.

Y es que si algo notable hubo en la Línea Dorada esta mañana, especialmente en el tramo Parque de los Venados-Eje Central-Ermita, fue seguridad.

Entre agentes que iban y venían, requisando todos los accesos, el jefe de Gobierno capitalino, acompañado del presidente Felipe Calderón, puso en marcha la Línea 12, una de las obras emblemáticas de su administración.

Con una inversión de aproximadamente 24 mil millones de pesos, la Línea Dorada se convirtió en la más larga de las existentes, ya que atraviesa las delegaciones Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa, Coyoacán, Benito Juárez y Álvaro Obregón, conectando con las líneas 8, 2, 3 y 7, en el sur de la Ciudad de México.

Con 20 estaciones construidas a lo largo de 25.1 kilómetros y 21 trenes para empezar, según el gobierno capitalino, se tiene previsto resolver la movilidad urbana del sur de la ciudad con perspectiva a 70 años.

En sus estructuras, que aún presentan rezagos en el remozamiento, además de que las obras complementarias de la superficie siguen incompletas, la nueva ruta se ve reluciente, libre aún de grafitis y desperfectos.

El retraso en los acabados no es nada comparado con los hacinamientos de los túneles en desuso de la Línea Rosa o las filtraciones de la Línea Naranja, con humedales de procedencia incógnita.

Pintados de verde y naranja, los trenes destacan por su modelo reciente respecto del resto del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Ni por asomo se cuela la destartalada ventilación de la Línea 1.

Como sea, Marcelo Ebrard se dijo emocionado de la inauguración y, durante una breve intervención, recordó el proceso de consulta para decidir la construcción de la obra, así como el monto de recursos aportado para concluirla.

En el acto también estuvo presente el jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, postulado por el bloque de partidos de izquierda (PRD-PT-Convergencia), al que Ebrard agradeció su apoyo en el trámite de los recursos para la inversión.

Dicho bloque de partidos desconoció en 2006 el triunfo de Felipe Calderón y hasta intentó evitar su toma de protesta… pero hoy la convivencia fue cordial, llevadera, y la inicial reticencia de Marcelo Ebrard a reunirse con Calderón quedó como cosa del pasado.

En su intervención, Calderón hizo un reconocimiento a Marcelo Ebrard, encomió ampliamente la obra, hasta considerarla competitiva a nivel mundial, y aseguró que “compensa con creces todos los esfuerzos realizados”.

El Ejecutivo federal no pasó por alto los fantasmas del pasado y dijo:

“La Línea 12 es un ejemplo de lo que se puede alcanzar por los gobiernos. Es un ejemplo de que lo relevante, más allá de la ideología política o la simpatía partidista, es sumar esfuerzos, voluntades y recursos para generar bienes públicos que demanda la ciudadanía.

“La mayoría de los mexicanos queremos un país con la capacidad de hacer muchas obras como la Línea Dorada, un país que sea vanguardia económica, que sea símbolo de desarrollo humano, de técnica al servicio del hombre, como dice el lema del Politécnico Nacional, una técnica que se expresa en mejora sustancial para la calidad de vida de la gente”.

Después del mediodía, el ejército de guardias que custodió a los notables desapareció. Sin esa seguridad seguramente jamás volverán a reunirse para viajar en Metro.

Y, mientras, las impecables estaciones, los brillantes andenes y los trenes recién equipados adquirieron su normalidad con pasajeros presurosos, quienes viajarán gratis hasta el próximo 4 de noviembre.

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