viernes, octubre 12, 2012

BM: apertura de Pemex, pero con "consenso social"


Roberto González Amador / Enviado La Jornada

Una reforma al sector energético en México, como la planteada por el próximo gobierno para permitir la inversión privada en algunas áreas reservadas por la ley a Petróleos Mexicanos (Pemex), debe contar con amplio consenso social, aseguró el Banco Mundial (BM), y consideró que en el debate en curso sobre las modificaciones a la legislación laboral es necesario ampliar la discusión y que sea bastante franca.

No hay una norma general sobre la estructura del sector energético. México va a tener que encontrar un modelo que lo lleve a una mejor eficiencia, consideró Augusto de la Torre, economista en jefe del organismo, al responder a La Jornada sobre los planteamientos del presidente electo, Enrique Peña Nieto, para permitir participación privada en algunas áreas ahora reservadas a Pemex.

El área energética ha sido objeto de un intenso debate en México, con visiones distintas de cuál es el modelo apropiado para desarrollar el sector. La búsqueda de un consenso social en torno al camino de reforma va a ser decisiva en el crecimiento de México, opinó, al ser entrevistado en el marco de la asamblea anual del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se realiza en la capital japonesa.

Desde el año pasado, aun antes de ser formalmente candidato priísta, Peña Nieto propuso modificar el régimen legal de Pemex para permitir la inversión privada en actividades reservadas por la Constitución a la empresa paraestatal.

En su campaña, el hoy presidente electo habló de romper tabúes en este tema. En octubre de 2011 declaró al Financial Times que México ha sido rehén de una ideología que ha retrasado el desarrollo y dinamismo del sector energético.

El debate energético

Hay dos áreas, no son las únicas, que son claves para el crecimiento de México: la laboral y la energética, expresó De la Torre. Consideró que en México ha habido un intenso debate con visiones distintas sobre el camino apropiado para desarrollar el sector de la energía.

Por eso, abundó, es necesaria la búsqueda de un consenso social en torno a un camino de reforma que haga que el sector energético pueda desarrollar su potencial y contribuir a la economía de una mejor manera. Eso va a ser decisivo en el crecimiento de México.

En el país hay, sobre este tema, distintas visiones, casi ideológicamente distintas. Una que quisiera mayor participación privada en un marco regulatorio más fuerte; otra que quisiera la modernización de la injerencia pública. Entre las dos hay que encontrar algún camino, abundó.

–¿Cuál considera que es un punto conveniente?

–No hay una norma general sobre el tema energético. En un país como Chile la explotación del cobre gira en torno a una empresa pública que hace asociaciones con el sector privado. Pero el eje sigue siendo una empresa pública. En otros países el modelo es mucho más disperso y más privado. México va a tener que encontrar su modelo, pero tiene que ser uno que lleve a mejor eficiencia y mayor cambio tecnológico.

Rezago en la recuperación de empleos en México

De la Torre abordó también la discusión sobre la propuesta de reforma laboral, que ahora cursa el proceso legislativo en el Senado y que ha sido criticada por opositores como una forma de legalizar la precarización del trabajo y crear un mercado laboral que transfiera una mayor parte de los dividendos de la actividad económica a los dueños de las empresas.

México acumula un rezago en la capacidad para absorber la incorporación de jóvenes al mercado de trabajo.

La mayor parte de la región de América Latina y el Caribe ha logrado un crecimiento de la economía tal, que ha podido absorber a una fuerza laboral creciente. México no, expresó.

Todavía encontramos que esos mercados laborales necesitan reformas para poder acomodar trabajos para distintos miembros de la sociedad de manera más flexible, como los jóvenes, que buscan trabajar a tiempo parcial para seguir estudiando; y las mujeres, que a la vez que trabajan atienden el hogar, afirmó.

Agregó que en ciertos países las leyes prohíben contratos a tiempo parcial. Encontramos que las mujeres cuando se casan se salen del sector formal y se van al informal, porque allí encuentran la flexibilidad para tener trabajo parcial.

Como está planteada, la reforma laboral en México es balanceada, trata de mejorar la transparencia en los sindicatos y proteger los derechos básicos de los trabajadores y, al mismo tiempo, generar espacios para crear empleo (destinado) a mujeres y jóvenes.

–Una critica que existe sobre la reforma es que arbitra a favor de los empresarios y en perjuicio de los trabajadores, que tiende a una precarización del empleo.

–Es un debate que necesariamente hay que tener. Porque si el resultado de eso es generar más empleo, no puede ir en contra de los trabajadores. Puede ser que existan trabajadores que tienen contratos laborales generosos y se preocupan de su situación actual, pero no están pensando en los que no tienen trabajo, y no hay peor ley que la que no permite el ingreso del nuevo trabajador. Entonces es necesario ampliar más el debate y tener una discusión bastante franca sobre esto.

Muchas de nuestras leyes laborales tienen intenciones muy buenas, pero el efecto que a veces generan es desempleo. Entonces, son muy buenas para los que están empleados, pero son muy malas para los que están fuera del empleo. Encontrar estos equilibrios no es fácil en ninguna sociedad.

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