sábado, octubre 06, 2012

Azcárraga y sus perros quieren silenciar a Aristegui y mutilar la libertad de expresión


Televisa y otros medios coludidos con esa empresa se autonombran defensores de esas libertades y son quienes pretenden impedir a otros periodistas que las ejerzan. A ellos da publicidad el calderonismo.

Álvaro Cepeda Neri

Son como una jauría, a la que bien le va la lapidaria frase de la serie de televisión: Washington a puerta cerrada, donde le espetan a Nixon, el genocida de Chile que mandó matar a Salvador Allende, lo de “amarre a sus perros”. Azcárraga Jean, en pleito a muerte con el multimillonario Slim, está atrapado en el asunto de las camionetas con logotipo de Televisa transportando más de 9 millones de dólares y droga, aparentemente en el cuarto viaje de “lavado”; y ha ordenado a sus empleados: López Dóriga, Carreño Carlón, Loret de Mola, e incondicionales Carlos Marín, José Cárdenas, etc., atacar a la periodista Carmen Aristegui porque ésta informa y comenta lo que ellos censuran. Televisa y Tv-Azteca, el duopolio televisivo y casi monopólico en radio (con Radio-Centro aprovechando la impunidad otorgada por Calderón para no saldar su deuda con el periodista José Gutiérrez Vivó), pretende controlar la información con su desinformación y servilismo, a cambio de publicidad y sobornos a sus periodistas, y quitar de en medio a quienes no comulgan con sus ruedas de molino.

Azcárraga y sus perros (y no me refiero a los auténticos caninos), tienen una campaña contra Aristegui para empujarla a salir de sus programas donde tienen cabida protagonistas de todos los sectores del país, cumpliendo con el derecho a la libertad de expresión, dando voz a quienes tienen otro punto de vista sobre los problemas nacionales. Encabezada la jauría por López Dóriga y Loret de Mola Jr., insisten en desviar la atención de la opinión pública, de cómo fueron pilladas en Nicaragua, con una mujer al mando que trabaja o trabajó para Televisa, las seis o siete camionetas con logotipos de Televisa para realizar operaciones de narcotráfico. Al respecto, la revista Proceso (23/IX/12) nos da más información.


Televisa quiere silenciar a la periodista y mutilar la libertad de expresión para que no divulgue los actos de los dueños de los poderes fácticos que han colaborado en la imposición de Peña. Pero, afortunadamente hay periodistas que no están dispuestos a la complicidad. Carmen Aristegui ha cumplido con su trabajo amparada en los derechos de todos los mexicanos y más para quien como ella se dedica a la información y crítica.

Televisa y otros medios coludidos con esa empresa se autonombran defensores de esas libertades y son quienes pretenden impedir a otros periodistas que las ejerzan. A ellos da publicidad el calderonismo y pide a los empresarios que sólo a ellos otorguen publicidad privada. Ahorcándolos para que dejen de publicarse. Proceso y Contralínea han sufrido esa embestida y han sido beneficiadas con dos resoluciones-recomendaciones de la CNDH contra Calderón y el desgobierno federal por sus actos discriminatorios. Contra Carmen Aristegui y el periódico Reforma, estos perros no han podido ni podrán imponer ninguna clase de censura. El salinismopeñista ha engallado a Televisa, suponiendo que con su apoyo silenciarán a quienes, como Carmen Aristegui, no cederán un milímetro de las conquistas de prensa duramente ganadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

NO TE DEJES ARSTEGUI YA CAERAN ESTOS NARCOTELEVISORAS POR SU PROPIO PESO CORRUPTOS DE MIERDA.