Imagen Zacatecas
Cinco personas perdieron la vida en un enfrentamiento armado ocurrido en la carretera estatal Ojocaliente-Pinos entre elementos de la Policía Federal (PF) y un grupo del crimen organizado.
Eran las 2 de la tarde cuando el ensordecedor ruido de las armas de grueso calibre alarmó a la población a tal grado que todas las actividades se suspendieron de inmediato, incluso los comerciantes del tianguis ubicado cerca de la presidencia municipal se levantaron y se fueron de inmediato.
La gente no sabía de que se trataba, sólo que era una balacera.
Luego de casi 15 minutos de detonaciones vecinos cercanos de la carretera circularon el rumor de un enfrentamiento armado que luego de varios minutos se corroboró.
Como un pueblo fantasma, en la cabecera solo algunas personas se atrevían a salir; algunos comentaban que ya tenían más de una semana “presos” en sus casas por el temor de las constantes balaceras y amenazas de sujetos armados.
Tiendas, restaurantes, oficinas y hasta dependencias fueron cerradas.
Donde estaba el tianguis sólo quedó basura; no había personas en la calle.
En el lugar donde ocurrió el tiroteo había decenas de policías y militares custodiando las camionetas de los pistoleros para permitir al personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) hacer el peritaje y levantar los cadáveres.
Fuentes policiacas detallaron que el enfrentamiento empezó cuando dos patrullas de la Policía Federal (PF) hacían un recorrido de vigilancia en dirección a Ojocaliente y se toparon de frente un convoy de ocho camionetas con sujetos fuertemente armados.
El grupo de presuntos delincuentes abrió fuego contra los policías y ellos repelieron la agresión.
Se informó que dos de las ocho camionetas huyeron hacia Ojocaliente mientras que las otras continuaron el ataque.
Los refuerzos de la PF como del Ejército llegaron tanto por tierra como por aire.
Testigos aseguraron que la balacera duró al menos 15 minutos.
Cuando el fuego cesó, el resultado fue de tres presuntos delincuentes muertos, entre ellos una mujer menor de edad; un taxista que iba de pasada falleció y su pasajero resultó lesionado.
Una vez asegurada el área los federales se dieron cuenta de la baja de un compañero y pidieron el apoyo médico para la atención de otro.
Personal de la Procuraduría General de la República (PGR) también llegó al lugar.
Entre lo asegurado quedaron tres camionetas de reciente modelo, una Silverado, una Durango y una minivan y varias armas de fuego de alto calibre, entre ellas un lanzagranadas.
Se implementó un operativo de vigilancia en el municipio y zona aledañas; en el lugar sólo quedaron cientos de casquillos percutidos, evidencia clara de la balacera que gente curiosa comenzó a recoger al irse las autoridades.
Cinco personas perdieron la vida en un enfrentamiento armado ocurrido en la carretera estatal Ojocaliente-Pinos entre elementos de la Policía Federal (PF) y un grupo del crimen organizado.
Eran las 2 de la tarde cuando el ensordecedor ruido de las armas de grueso calibre alarmó a la población a tal grado que todas las actividades se suspendieron de inmediato, incluso los comerciantes del tianguis ubicado cerca de la presidencia municipal se levantaron y se fueron de inmediato.
La gente no sabía de que se trataba, sólo que era una balacera.
Luego de casi 15 minutos de detonaciones vecinos cercanos de la carretera circularon el rumor de un enfrentamiento armado que luego de varios minutos se corroboró.
Como un pueblo fantasma, en la cabecera solo algunas personas se atrevían a salir; algunos comentaban que ya tenían más de una semana “presos” en sus casas por el temor de las constantes balaceras y amenazas de sujetos armados.
Tiendas, restaurantes, oficinas y hasta dependencias fueron cerradas.
Donde estaba el tianguis sólo quedó basura; no había personas en la calle.
En el lugar donde ocurrió el tiroteo había decenas de policías y militares custodiando las camionetas de los pistoleros para permitir al personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) hacer el peritaje y levantar los cadáveres.
Fuentes policiacas detallaron que el enfrentamiento empezó cuando dos patrullas de la Policía Federal (PF) hacían un recorrido de vigilancia en dirección a Ojocaliente y se toparon de frente un convoy de ocho camionetas con sujetos fuertemente armados.
El grupo de presuntos delincuentes abrió fuego contra los policías y ellos repelieron la agresión.
Se informó que dos de las ocho camionetas huyeron hacia Ojocaliente mientras que las otras continuaron el ataque.
Los refuerzos de la PF como del Ejército llegaron tanto por tierra como por aire.
Testigos aseguraron que la balacera duró al menos 15 minutos.
Cuando el fuego cesó, el resultado fue de tres presuntos delincuentes muertos, entre ellos una mujer menor de edad; un taxista que iba de pasada falleció y su pasajero resultó lesionado.
Una vez asegurada el área los federales se dieron cuenta de la baja de un compañero y pidieron el apoyo médico para la atención de otro.
Personal de la Procuraduría General de la República (PGR) también llegó al lugar.
Entre lo asegurado quedaron tres camionetas de reciente modelo, una Silverado, una Durango y una minivan y varias armas de fuego de alto calibre, entre ellas un lanzagranadas.
Se implementó un operativo de vigilancia en el municipio y zona aledañas; en el lugar sólo quedaron cientos de casquillos percutidos, evidencia clara de la balacera que gente curiosa comenzó a recoger al irse las autoridades.
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