Proceso
Un comerciante común y corriente no puede vender nada en el zócalo, pero los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) sí tienen permiso de mercar lo que quieran.
Dos reporteros del periódico Reforma acudieron a la plancha del zócalo haciéndose pasar por vendedores de chicles. En unos cuantos minutos, los agentes de seguridad los echaron. Como reincidieron, los periodistas fueron detenidos.
Sin embargo, los miembros del SME tienen instalados alrededor de cuarenta puestos ambulantes en común acuerdo con las autoridades.
“A las 14:30 horas, cuando los reporteros de REFORMA, para efectos del ejercicio periodístico, colocaron un auto en el Zócalo e iniciaron la venta de chicles, llegaron hasta ellos un elemento de la SSP vestido de civil y otro de la Dirección de Gobierno para pedirles que se retiraran.
“Al cuestionarles por qué no hacían lo mismo con los autos y puestos del SME, argumentaron que el Sindicato tenía un acuerdo con el Gobierno.
“”¿Vienen con el SME? Porque, si ellos lo autorizan, se pueden quedar de ese lado. Yo le informo que no puede permanecer ahí el vehículo”, dijo el agente”, cita la nota del periódico.
Los reporteros fueron llevados a un juez cívico, junto con más ambulantes. Tuvieron que pagar cada uno 527 pesos.
Un comerciante común y corriente no puede vender nada en el zócalo, pero los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) sí tienen permiso de mercar lo que quieran.
Dos reporteros del periódico Reforma acudieron a la plancha del zócalo haciéndose pasar por vendedores de chicles. En unos cuantos minutos, los agentes de seguridad los echaron. Como reincidieron, los periodistas fueron detenidos.
Sin embargo, los miembros del SME tienen instalados alrededor de cuarenta puestos ambulantes en común acuerdo con las autoridades.
“A las 14:30 horas, cuando los reporteros de REFORMA, para efectos del ejercicio periodístico, colocaron un auto en el Zócalo e iniciaron la venta de chicles, llegaron hasta ellos un elemento de la SSP vestido de civil y otro de la Dirección de Gobierno para pedirles que se retiraran.
“Al cuestionarles por qué no hacían lo mismo con los autos y puestos del SME, argumentaron que el Sindicato tenía un acuerdo con el Gobierno.
“”¿Vienen con el SME? Porque, si ellos lo autorizan, se pueden quedar de ese lado. Yo le informo que no puede permanecer ahí el vehículo”, dijo el agente”, cita la nota del periódico.
Los reporteros fueron llevados a un juez cívico, junto con más ambulantes. Tuvieron que pagar cada uno 527 pesos.
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