Martha Anaya
La mayoría andaba en el despiste. Entraban por un pasillo, salían por otro, recorrían salones, buscaban curules, apretaban un botón, otro, se alzaba automáticamente la pantalla de la computadora… ¡se espantaban! Eran los nuevos diputados en San Lázaro que iban a rendir protesta. Saludos, besos, abrazos entre antiguos conocidos y la pregunta del día: “¿Y tú en qué partido estás?”.
Y es que se daban casos curiosos, como el ver a Alfonso Durazo (colosista, ex secretario particular de Vicente Fox) ocupar una curul en la zona de Movimiento Ciudadano, al igual que Ricardo Monreal; o a Ruth Zavaleta (ex perredista que fue incluso presidenta de la Cámara de Diputados) desfilar con los del Verde Ecologista; o a Adolfo Orive (ex priista, ex presidente de la Fundación Colosio) andar con los del Partido del Trabajo.
Pero el oso del día se lo llevó la velocista Ana Gabriela Guevara, quien llegó hasta el vestíbulo de San Lázaro para rendir protesta ¡como senadora! Alguien tuvo a bien explicarle que se había equivocado… nomás de Cámara, y la petista salió -ahora sí que literalmente corriendo- hacia la nueva sede del Senado en Reforma e Insurgentes.
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CON MAMÁ Y PAPÁ.- Si Elba Esther Gordillo apareció en el Senado para ver a su hija Mónica Arreola rendir protesta como senadora, en la Cámara de Diputados andaba un papá, también orgullosísimo, porque su hija Ximena se convertía en diputada por el PVEM. Era ni más ni menos que el priista José Ramón Martel.
Pero a quien no acompañó su mamá, y eso que no sólo logró una curul por Nueva Alianza sino que también se convirtió en uno de los secretarios de la mesa directiva, fue a Fernando Bibriesca Sahagún, hijo de Marta Sahagún. ¡Ni luces de la señora Fox en tan célebre ocasión!
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PANCARTAS Y GRITOS PARA ABRIR BOCA.- Los eligieron con votación por cédula -y eso que sólo había una planilla-. Fue así que el priista Jesús Murillo Karam fue electo presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y en las vicepresidencias quedaban Francisco Arroyo Vieyra (PRI), José González Morfín (PAN) y Aleida Alavez (PRD).
Pero he aquí que cuando Murillo rendía protesta -seguro lo adivinan- saltaron al pie de la tribuna una treintena de diputados de izquierda con carteles, bajo la referencia de Morena, que rezaban: “La Presidencia no se compra”.
Y cuando comenzaron los gritos de “¡No a la imposición!”, los priistas no tardaron en responder con chiflidos, abucheos y gritos de “¡sáquenlos!”. Pero nada que inquietar. Parecía simplemente el cumplimiento de un guión… digamos que por no dejar.
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EL PETATE DEL MUERTO.- Temprano desayunaron juntos en el restaurante Los Cristales de la Cámara de Diputados los coordinadores de PRI y PRD, Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles.
El perredista intentaba negociar más comisiones, dado que una hora después PRD, PT y MC conformarían el “bloque progresista” y los tres partidos juntos suman 138 diputados. Catorce más que el PAN. Pero resulta que no van como fracción única (cada partido quiere sus prerrogativas), así que Beltrones simplemente sonrió.
Por cierto que el coordinador del PT no se presentó a la firma del bloque de izquierda. Cuentan que hizo berrinche porque lo vetaron para formar parte de la mesa de decanos.
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GEMAS: Regalito del senador Emilio Gamboa: “En el PRI la mayoría de sus militantes son hombres buenos”.
La mayoría andaba en el despiste. Entraban por un pasillo, salían por otro, recorrían salones, buscaban curules, apretaban un botón, otro, se alzaba automáticamente la pantalla de la computadora… ¡se espantaban! Eran los nuevos diputados en San Lázaro que iban a rendir protesta. Saludos, besos, abrazos entre antiguos conocidos y la pregunta del día: “¿Y tú en qué partido estás?”.
Y es que se daban casos curiosos, como el ver a Alfonso Durazo (colosista, ex secretario particular de Vicente Fox) ocupar una curul en la zona de Movimiento Ciudadano, al igual que Ricardo Monreal; o a Ruth Zavaleta (ex perredista que fue incluso presidenta de la Cámara de Diputados) desfilar con los del Verde Ecologista; o a Adolfo Orive (ex priista, ex presidente de la Fundación Colosio) andar con los del Partido del Trabajo.
Pero el oso del día se lo llevó la velocista Ana Gabriela Guevara, quien llegó hasta el vestíbulo de San Lázaro para rendir protesta ¡como senadora! Alguien tuvo a bien explicarle que se había equivocado… nomás de Cámara, y la petista salió -ahora sí que literalmente corriendo- hacia la nueva sede del Senado en Reforma e Insurgentes.
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CON MAMÁ Y PAPÁ.- Si Elba Esther Gordillo apareció en el Senado para ver a su hija Mónica Arreola rendir protesta como senadora, en la Cámara de Diputados andaba un papá, también orgullosísimo, porque su hija Ximena se convertía en diputada por el PVEM. Era ni más ni menos que el priista José Ramón Martel.
Pero a quien no acompañó su mamá, y eso que no sólo logró una curul por Nueva Alianza sino que también se convirtió en uno de los secretarios de la mesa directiva, fue a Fernando Bibriesca Sahagún, hijo de Marta Sahagún. ¡Ni luces de la señora Fox en tan célebre ocasión!
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PANCARTAS Y GRITOS PARA ABRIR BOCA.- Los eligieron con votación por cédula -y eso que sólo había una planilla-. Fue así que el priista Jesús Murillo Karam fue electo presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y en las vicepresidencias quedaban Francisco Arroyo Vieyra (PRI), José González Morfín (PAN) y Aleida Alavez (PRD).
Pero he aquí que cuando Murillo rendía protesta -seguro lo adivinan- saltaron al pie de la tribuna una treintena de diputados de izquierda con carteles, bajo la referencia de Morena, que rezaban: “La Presidencia no se compra”.
Y cuando comenzaron los gritos de “¡No a la imposición!”, los priistas no tardaron en responder con chiflidos, abucheos y gritos de “¡sáquenlos!”. Pero nada que inquietar. Parecía simplemente el cumplimiento de un guión… digamos que por no dejar.
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EL PETATE DEL MUERTO.- Temprano desayunaron juntos en el restaurante Los Cristales de la Cámara de Diputados los coordinadores de PRI y PRD, Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles.
El perredista intentaba negociar más comisiones, dado que una hora después PRD, PT y MC conformarían el “bloque progresista” y los tres partidos juntos suman 138 diputados. Catorce más que el PAN. Pero resulta que no van como fracción única (cada partido quiere sus prerrogativas), así que Beltrones simplemente sonrió.
Por cierto que el coordinador del PT no se presentó a la firma del bloque de izquierda. Cuentan que hizo berrinche porque lo vetaron para formar parte de la mesa de decanos.
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GEMAS: Regalito del senador Emilio Gamboa: “En el PRI la mayoría de sus militantes son hombres buenos”.
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