Martha Anaya
Ya nos lo decía Alejandro Encinas -no sin cierta ironía y a la vez con mucho tino- al filo del medio día de ayer: “No hay acuerdo… y todo va a resolverse por la vía de un acuerdo”.
Recién salía Encinas de la encerrona de los senadores electos donde habían tomado un acuerdo fundamental para las negociaciones últimas por si se llegaba a la votación: que fuera una sola votación para elegir a los coordinadores y que quienes obtuvieran el segundo lugar ocuparan las vicecoordinaciones.
Ya no hubo necesidad de ello, ciertamente, pero influyó en la encerrona que en el hotel de al lado sostenían los cuatro Chuchos (Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo, Carlos Navarrete), Marcelo Ebrard, René Bejarano, Héctor Miguel Bautista, Luis Sánchez y Héctor Serrano.
Y es que todo “rebotaba”. Si se tomaba un acuerdo para el Senado, éste influía en Diputados y éste a su vez en la Asamblea y/o en el partido. La otrora autonomía de grupos por la que tanto se había luchado, aquí salía sobrando. Además, la situación se complicaba no sólo por las diferencias entre las corrientes sino por la competencia que se había desatado dentro de ellas mismas.
Las últimas horas de negociaciones eran, a decir de Encinas, “de control de daños”. Pero al final de cuentas saldría el “gran acuerdo” -que algunos calificarían como “empate técnico”- entre las principales corrientes perredistas:
En el senado, Miguel Barbosa (Nueva Izquierda, léase los Chuchos) como coordinador de sus 22 integrantes perredistas y Dolores Padierna (Izquierda Democrática Nacional o bejaranistas) como vicecoordinadora.
Para la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles (Foro Nuevo Sol) en la coordinación de los 105 diputados del sol azteca, y como vicecoordinador Miguel Alonso Raya (NI). Además apuntaron a Aleida Alavez (IDN) para la vicepresidencia de la mesa directiva.
La Asamblea Legislativa quedó para un mancerista-marcelista, Manuel Granados. Y la secretaría general del partido fue para Alejandro Sánchez Camacho (IDN); esta posición era la que más interesaba a los bejaranistas, según nos cuentan, porque desde ahí tienen acceso a la operación del partido y es desde donde se llevan las negociaciones.
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LOS PERDEDORES.- A título personal, el gran perdedor en las últimas negociaciones fue Armando Ríos Piter, quien ya se veía con la coordinación de la bancada perredista en el Senado.
Quedó también feamente relegada Alejandra Barrales, al igual que Mario Delgado. Otros con menos esperanzas, pero que también se habían inscrito eran José Ángel Ávila, Antonio Altamirano y Encinas.
Manuel Camacho Solís es también uno de los perdedores en este juego, pues aunque ni siquiera se inscribió al ver venir el rejuego de las tribus, su corazoncito sí aspiraba a la coordinación de la bancada en el Senado. Y junto con él, a mediano plazo, pierden también Ebrard y López Obrador, pues no tendrán fuertes apoyos en el Congreso.
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ADIÓS MARÍA.- Murió ayer María de las Heras. Mujer entrañable, simpática, inteligente. Directora de Demotecnia, trabajó con entusiasmo hasta al final, aun y cuando ya la acechaba la parca. La vamos a extrañar. Un abrazo para César Augusto Santiago.
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GEMAS: Obsequio de Ernesto Cordero, coordinador de los senadores panistas, durante el carrusel de entrevistas que obsequió ayer: “Las reformas prioritarias son… las primeras que salgan”.
Ya nos lo decía Alejandro Encinas -no sin cierta ironía y a la vez con mucho tino- al filo del medio día de ayer: “No hay acuerdo… y todo va a resolverse por la vía de un acuerdo”.
Recién salía Encinas de la encerrona de los senadores electos donde habían tomado un acuerdo fundamental para las negociaciones últimas por si se llegaba a la votación: que fuera una sola votación para elegir a los coordinadores y que quienes obtuvieran el segundo lugar ocuparan las vicecoordinaciones.
Ya no hubo necesidad de ello, ciertamente, pero influyó en la encerrona que en el hotel de al lado sostenían los cuatro Chuchos (Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo, Carlos Navarrete), Marcelo Ebrard, René Bejarano, Héctor Miguel Bautista, Luis Sánchez y Héctor Serrano.
Y es que todo “rebotaba”. Si se tomaba un acuerdo para el Senado, éste influía en Diputados y éste a su vez en la Asamblea y/o en el partido. La otrora autonomía de grupos por la que tanto se había luchado, aquí salía sobrando. Además, la situación se complicaba no sólo por las diferencias entre las corrientes sino por la competencia que se había desatado dentro de ellas mismas.
Las últimas horas de negociaciones eran, a decir de Encinas, “de control de daños”. Pero al final de cuentas saldría el “gran acuerdo” -que algunos calificarían como “empate técnico”- entre las principales corrientes perredistas:
En el senado, Miguel Barbosa (Nueva Izquierda, léase los Chuchos) como coordinador de sus 22 integrantes perredistas y Dolores Padierna (Izquierda Democrática Nacional o bejaranistas) como vicecoordinadora.
Para la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles (Foro Nuevo Sol) en la coordinación de los 105 diputados del sol azteca, y como vicecoordinador Miguel Alonso Raya (NI). Además apuntaron a Aleida Alavez (IDN) para la vicepresidencia de la mesa directiva.
La Asamblea Legislativa quedó para un mancerista-marcelista, Manuel Granados. Y la secretaría general del partido fue para Alejandro Sánchez Camacho (IDN); esta posición era la que más interesaba a los bejaranistas, según nos cuentan, porque desde ahí tienen acceso a la operación del partido y es desde donde se llevan las negociaciones.
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LOS PERDEDORES.- A título personal, el gran perdedor en las últimas negociaciones fue Armando Ríos Piter, quien ya se veía con la coordinación de la bancada perredista en el Senado.
Quedó también feamente relegada Alejandra Barrales, al igual que Mario Delgado. Otros con menos esperanzas, pero que también se habían inscrito eran José Ángel Ávila, Antonio Altamirano y Encinas.
Manuel Camacho Solís es también uno de los perdedores en este juego, pues aunque ni siquiera se inscribió al ver venir el rejuego de las tribus, su corazoncito sí aspiraba a la coordinación de la bancada en el Senado. Y junto con él, a mediano plazo, pierden también Ebrard y López Obrador, pues no tendrán fuertes apoyos en el Congreso.
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ADIÓS MARÍA.- Murió ayer María de las Heras. Mujer entrañable, simpática, inteligente. Directora de Demotecnia, trabajó con entusiasmo hasta al final, aun y cuando ya la acechaba la parca. La vamos a extrañar. Un abrazo para César Augusto Santiago.
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GEMAS: Obsequio de Ernesto Cordero, coordinador de los senadores panistas, durante el carrusel de entrevistas que obsequió ayer: “Las reformas prioritarias son… las primeras que salgan”.
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