martes, julio 31, 2012

Juegos Infantiles

Tribunal, Apurado
Nunca tuvo un RFC

Rafael Loret de Mola / Desafío


El "Movimiento Progresista", integrado por tres partidos de izquierda como todos saben, no tuvo visión alguna de futuro para poner candados a los viejos vicios del sistema político mexicano durante los seis años transcurridos desde las desaseadas elecciones de 2006. Nada hicieron salvo atajar las iniciativas ajenas, presidenciales sobre todo, y nos quedamos sin segunda vuelta electoral, un recurso que, ahora mismo, destrabaría la conflictiva planteada por la supuesta compra-venta d sufragios -difícil de comprobar como advirtió el tabasqueño Arturo Núñez luego de su victoria en su entidad-, y sendas multas a partidos y candidatos por haberse excedido en los límites de gastos previstos por la ley. Unos más que otros, pero igualmente culpables.

En nuestro país la trascendencia de las noticias parece dictada desde fuera. Hace poco más de una semana, un sujeto con el cabello colorado, atacó a un cinema de Aurora, Colorado, durante el estreno de una película más de la saga del "hombre murciélago", una fantasía de los años cincuenta que demuestra la ausencia de imaginación para crear nuevos y atractivos "superhéroes". Les sugerimos sopesar la figura de Calderón, muy sencilla de caricaturizar, como el gran vengador del mundo moderno con una cauda de ochenta mil muertos y un saldo casi enigmático: ni un solo gramo de cocaína dejó de venderse en los mercados estadounidenses, protegidos por los grandes "padrinos" -que no son ficción alguna ni en la novela de Puzzo-, con muy altas posiciones hasta dentro del Capitolio de Washington.

Pues bien, cerca de Denver, el joven asesino mató a doce personas e hirió a media docena más. Terrible y estremecedor, sin duda. Pero resulta que ese mismo día, el sábado 21 de julio, un autobús procedente de Chihuahua y con destino a Rincón de Guayabitos -conocido por los festines presidenciales durante el sexenio del hoy extinto Miguel de la Madrid-, se precipitó al vacío, sobre una cerca contenedora de baja calidad, al derrapar en una curva en tierras nayaritas: murieron veinticinco personas, incluyendo varios menores, además de treinta lesionados, quince de ellos graves. Si comparamos las cifras es evidente que la tragedia de Compostela, por donde se desbarrancó el sobrecargado vehículo, acumula más sangre a la vista de una comparación que hiela el estómago. Por supuesto, los gobiernos de Nayarit y Chihuahua auxiliaron a los infelices sobrevivientes proporcionándoles un avión y varios camiones para sus retornos. Contra el dolor, es imposible luchar.

El mandatario estadounidense Barach Obama voló hasta Denver para solidarizarse con quienes salvaron la vida en el cine del demonio y tratar de consolar a los familiares de los muertos; en México, nuestro gobierno federal tarda mucho más en reaccionar, de hecho ignorando una tragedia de las proporciones apuntadas. Es prioritario dar el pésame al gobierno de la gran potencia antes que ocuparse de una tragedia mexicana concurrente y frecuente. Y no es sólo por falta de pericia de los conductores de estos automotores sino de la tremenda, absurda, ofensiva negligencia pública para corregir algunas de las causas de los accidentes carreteros, tales como el descuido en el mantenimiento de las rutas -¡imagínense, los afectados iban hacia una zona turística de alto rango!-, la falta de señales, la ausencia de inversiones para mejorar las rúas más transitadas y la pobre regulación para el tránsito de los monstruosos tráilers de "doble remolque" provocadores de infinidad de dramas por la imposibilidad de rebasarlos en las vías de dos carriles.

Y Calderón, sin rubor, se autodesigna "el presidente de la infraestructura" cuando ni siquiera pudo mejorar, en ausencia de cabilderos habilidosos, la electoral que nos sitúa hoy, en el último día de julio, en un berenjenal parecido al de 2006 aun considerando que quien obtuvo más sufragios se convirtió en el mexicano más votado de la historia, rompiendo el récord que permanecía desde 1994 bajo los efectos del miedo y sobre la sangre política derramada. Vamos hacia atrás con todo y las "nuevas" instituciones electorales, el IFE -creado a imagen y semejanza de Carlos Salinas- y el TRIFE que reemplazó con siete sabios al Colegio Electoral integrado por quinientos presuntos legisladores tan solo en la Cámara baja. Esta comparación, en cuanto a los números, ni remotamente puede considerarse democrática aunque, en apariencia, haya roto la hegemonía del mayoriteo y del presidencialismo que sancionaba las decisiones de sendas Cámaras. ¿Pero siete en vez de quinientos diputados y sin considerar a los senadores?

Y la ligereza de la política llega a tal extremo que si el PRD-PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), multiplican las tarjetas de Soriana -llamando al linchamiento de estos almacenes en donde se supone prevalece la libre empresa- y Monex, uno de los tantos bancos infectados de México -tendríamos que comenzar por explorar al Citygroup fusionado con Banamex con el aval del foxismo, y alegan que se "compraron" cinco millones de votos invirtiéndose 3 mil 500 millones de pesos; el PRI responde presentando "evidencias" de que, a través de la asociación civil "Honestidad Valiente", Andrés Manuel López Obrador se sirvió de mil 200 millones de pesos que también sobrepasan los topes -de 333 millones, una bicoca para lo que gastaron todos los partidos incluyendo al PAN-, y lo peor: sin declararlo al fisco, evadiéndose de una obligación que es ineludible para todos los mexicanos, sobre todo aquellos con ingresos apenas suficientes para paliar sus necesidades básicas; en proporción, la clase media mexicana paga al Estado mucho más que en cualquier parte del mundo. Y seguimos.

Pese a las escandalosas y mediáticas acusaciones, la realidad legal nos indica que, en todo caso, el TRIFE sólo podrá sancionar a los culpables con multas posiblemente millonarias. Nada más... y aunque exploten los manifestantes que piden cabezas y no multas. Lo presentado, en este renglón, insisto en ello, no es suficiente, de modo alguno, para declarar la invalidez de los comicios o inhabilitar a quienes hayan incurrido en falta o retirar el registro de sus partidos. Si los quejosos dicen apegarse a la ley deben considerar precisamente lo que ordenan y no interpretarla, como suelen hacer los inescrupulosos, a su antojo. Las batallas mediáticas no se ganan en los tribunales... salvo cuando las influencias son tan grandes que se ciernen sobre la casona alba de Chapultepec, centro neurálgico de los tramposos.

¿Será cierto que la prioridad de Calderón, siguiendo los exabruptos de Hillary la lengua larga -algo habrá aprendido de loas becarias de Bill- quien dijo que no permitiría que el PRI retornara a Los Pinos cuando ella ni voto debiera tener, no era el éxito de Josefina sino evitar el triunfo de Peña con quien, al parecer, sólo tuvo ráfagas de entendimiento y no salieron muy bien librados de su larga conversación en Los Pinos, de dos horas de duración, secreta y sin pronunciamientos -esto es como si los mexicanos no tuvieran derecho a la información sobre algo tan trascendente como la transición del Ejecutivo federal-, que fue vista como una muestra de "civilidad política" en donde únicamente venció el silencio?

Fíjense: la tal visita, con Peña ni siquiera con la constancia de mayoría y desde luego sin carácter de "presidente electo", sólo encendió el descontento por su inoportunidad. Falta talento para hacer precisiones y tomarle el pulso a la nación. En los dos bandos.

Debate

El Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal -lo que llamamos TRIFE aunque no coincidan sus siglas demostrándose así el desordeno oficial-, anuncia que adelantará el ansiado dictamen sobre el vencedor de la contienda, lo más probable, o la inviabilidad de declarar la invalidez de las elecciones del primero de mes. El límite es el 6 de septiembre pero todos tienen prisa, creyendo que con ello el conflicto menguará hasta extinguirse. Este columnista observa tal salida muy remota por las condiciones adversas que pueden percibirse a simple vista.

En primer lugar, si el TRIFE resuelve en agosto y se inclina por la invalidez -me dicen que dos ministros de los siete tienen dudas severas sobre la declaración de presidente electo a favor de Peña Nieto-, la Comisión Permanente tendría que convocar a sesión solemne del Congreso general para dirimir quién sería el mandatario interino a partir de diciembre; y si tal sucede en septiembre, entonces el nuevo Congreso, en donde es mayoría el PRI al lado de sus aliados el Verde y el PANAL -suman entre los tres 251 curules-, es más que probable el posicionamiento priísta acerca del mandato interino. Bueno, ya hasta "suenan" algunos nombres para ello: desde luego Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa -sendos coordinadores de las bancadas del PRI en la Cámara de Diputados y la de Senadores- y el doctor Luis Videgaray, incondicional de Peña, quien se encargaría de asegurar las condiciones para que su jefe y amigo llegara a la Presidencia "lo más rápido posible".

La perspectiva es casi la de un embrión de brujas, como los que están tan de moda por los filmes norteamericanos y japoneses. Nuestra cinematografía podría aportar lo suyo. ¿Recuerdan "El Castillo de la Pureza". Por allí podría comenzar la trama.

La Anécdota
Ya lo conté pero me parece muy oportuno repetir un pasaje que pinta de cuerpo entero a la situación actual. Hace algún tiempo, el editor de Random House Mondadori, Ariel Rosales, solicitó a Andrés Manuel López Obrador sus datos fiscales para poder pagarle las regalías de los libros de su autoría -desde "La Mafia nos Quitó la Presidencia" hasta los que trataban el asunto del Fobaproa y otros más-. Ante su asombro el empleado de la poderosa casa editorial recibió una lacónica respuesta:
--Andrés Manuel carece de Registro Federal de Causantes y, en consecuencia, sólo puede entregarles un recibo personal.
Las "regalías" siguen esperando.

loretdemola.rafael@yahoo.com.mx

EL CINISMO JAMÁS PUEDE REEMPLAZAR A LA CORDURA. POR HOY ES SUFICIENTE CON ESTO.

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