martes, julio 17, 2012

Caso La Cruz Azul: La Corte enfría a Billy Álvarez, pero él se aferra...

Acorralado jurídicamente por los integrantes del Consejo de Administración destituidos de manera ilegal, el que fuera durante 24 años director general de La Cruz Azul, Billy Álvarez, tendrá que dejar su cargo a partir de una orden de la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, Álvarez se aferra y, mediante un comunicado difundido el viernes 13, el Consejo de Administración de esa cooperativa sostuvo que se decidió “por unanimidad designar como director general (de la organización) al licenciado Guillermo Álvarez Cuevas”.

Raúl Ochoa


La permanencia de Guillermo Álvarez Cuevas al frente de la Cooperativa La Cruz Azul, Sociedad Cooperativa Limitada, y del equipo profesional de futbol está por concluir luego de 24 años, ya que Álvarez agotó sin éxito la última instancia legal y está obligado a abandonar la dirección general.

El miércoles 11 Billy, como lo conocen sus cercanos, recibió el golpe final: los cinco ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desecharon por unanimidad el recurso de amparo 1566/2012 promovido por él y por la cementera.

Con lo anterior se mantiene firme la sentencia dictada el 8 de diciembre de 2011 por el Decimocuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, cuya resolución beneficia al disidente Consejo de Administración de La Cruz Azul.

De acuerdo con informes obtenidos por Proceso, los ministros rechazaron el recurso de revisión porque el abogado de la cementera, Miguel Eduardo Borrell Rodríguez, no realizó el planteamiento adecuado y “no contiene los requisitos de constitucionalidad que se requieren para entrar a revisión, sino que se abocó a cuestiones de legalidad, resuelta ya por el tribunal, y por lo tanto fue desechado por la Corte”.

Borrell Rodríguez remplazó en la dirección jurídica de la cooperativa al cuñado de los Álvarez Cuevas, Víctor Garcés Rojo, destituido desde abril de 2010 por su presunta responsabilidad en el desvío de 15 mil 558 millones 937 mil dólares (Proceso 1744).

Ahora el grupo disidente reclama también el resarcimiento de un desfalco en agravio de los aproximadamente 2 mil 114 socios, que se calcula hasta en 800 millones de dólares durante los 24 años de “cacicazgo” de Guillermo Álvarez, dice el asesor jurídico del Consejo de Administración, Eugenio Olvera.

Ante el rechazo de la Corte, afirma Olvera, Billy Álvarez deberá dejar el cargo en los siguientes 30 o 40 días hábiles. El directivo intentaba revocar la sentencia definitiva dictada el 8 de diciembre por el Tercer Tribunal Unitario Civil en el Distrito Federal, que confirmó la nulidad de sus funciones (toca civil 427/2011).

Entre el lunes 16 y el martes 31, a la espera del engrose del expediente, la SCJN tendrá su periodo de receso, durante el que Álvarez debe cumplir la sentencia del tribunal. No puede oponerse a cualquier posibilidad de convocar a una asamblea para designar un nuevo consejo directivo, toda vez que “ya no tiene ninguna función ni facultad. Si la Corte le está diciendo que la sentencia queda firme, a partir de ese momento queda firme, y si tramposamente intenta hacer ese movimiento durante este periodo será ilegal y puede exponerse a una responsabilidad. Tampoco procede si lo hizo con anterioridad”, advierte la fuente de la Corte consultada por Proceso.

“Billy Álvarez debe dejar el cargo –prosigue–; simplemente la Corte confirma lo que en su momento consideró el tribunal para negarle el amparo”.

Los socios que se oponen a la gestión de Álvarez también esperan que dimita en el plazo establecido y que se le devuelvan al Consejo de Administración las facultades que ostentó el director general.

En su sentencia, el tribunal unitario declaró ilegales 42 cláusulas de los estatutos vigentes entre 2002 y febrero de 2012, por contravenir la Ley General de Sociedades Cooperativas. Esto es porque en una asamblea la cooperativa había modificado sus estatutos para otorgarle al director general las facultades que la Ley General de Sociedades Cooperativas le confiere al consejo de administración. Por si fuera poco, se estableció que el director general permanecerá en su encargo de por vida.

“Lo convirtieron en el dueño de la cooperativa, al igual que el compañero Hugo Chávez en Venezuela. Es como si los patos le tiraran a las escopetas”, resume el abogado del Consejo de Administración de la Cooperativa La Cruz Azul, José Pastor Suárez.

Explica en entrevista: “La Ley General de Sociedades Cooperativas dice: ‘El máximo órgano es la asamblea, en medio está el Consejo de Administración, encargado de llevar a la práctica la asamblea; abajo el director general’. Pero la asamblea invirtió los papeles: puso arriba a la asamblea, después al director general y abajo al consejo de administración”.

Para él, “ese es el gran problema: tienes un director que puede vender, comprar, arrendar, hipotecar, gravar, pedir préstamos, y el consejo de administración queda de a mentiritas”. En su opinión, ahí está “el origen del cáncer, de la impunidad y la corrupción” en la cooperativa.

El “dueño” de la cooperativa

El 11 de febrero de 2011 cooperativistas e integrantes del Consejo de Administración demandaron la nulidad de las bases constitutivas 55, 51 “y otras que convierten al director general de la cooperativa en administrador único” (expediente 85/2011). El 30 de agosto del mismo año el Juez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal dictó la sentencia definitiva que anuló las bases impugnadas.

“Ganamos todo. El juez dictaminó: ‘anulo las cláusulas atacadas porque contraviene la ley, porque no es posible que en Cruz Azul el director tenga las facultades del Consejo de Administración”, dice Pastor Suárez.

Contra esta resolución, el 8 de diciembre siguiente la cooperativa y Guillermo Álvarez demandaron el amparo directo (65/2012), pero el pasado 4 de mayo el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado Civil confirmó la sentencia que negó el amparo “porque (las bases impugnadas) contravienen la ley: el director no puede hacer el Consejo de Administración. Es decir, el pato nunca les tira a las escopetas”, insiste el abogado del consejo.

Álvarez y la empresa presentaron entonces el recurso de revisión, que le tocó conocer a la Primera Sala de la SCJN con el expediente ADR (Amparo Directo en Revisión) 1566/2012, pero el miércoles 11 lo rechazó por unanimidad. Era el último recurso del director general de La Cruz Azul.

“Lo que pasó el miércoles no fue una pifia del director jurídico de la Cooperativa La Cruz Azul, porque el artículo 16 que atacaron no contraviene la Ley General de Sociedades Cooperativas. Lo hicieron solamente para alargar el proceso, ese fue el tema. Fue una chicana, porque tienen a un gran equipo jurídico: contrataron a tres megadespachos civiles, y en la parte penal contrataron a Fernando Gómez Mont, exsecretario de Gobernación. Cuentan con los mejores despachos del país, imagínate lo que han gastado”, señala Pastor Suárez.

De la sentencia del 4 de mayo de 2012, dictada por el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado Civil, contenida en 382 fojas, se desprenden cinco resoluciones fundamentales:

A).- Los actores en el juicio natural, Armando Valverde Talango, actual presidente del Consejo de Administración, y sus compañeros promoventes del juicio 85/2011, son al día de hoy socios cooperativistas.

B).- Armando Valverde y promoventes son al día de hoy consejeros de administración o de vigilancia.

C).- Se confirma la nulidad de las bases 55, 51 y demás impugnadas.

D).- Las facultades que la Ley General de Sociedades Cooperativas confiere al Consejo de Administración en su artículo 41 corresponden al Consejo de Administración de la Cooperativa La Cruz Azul, S. C. L., designado el 31 de julio de 2010, cuyo presidente es el contador público Armando Valverde Talango. Y

E).- Son nulas las facultades que ilegalmente ha ejercido el director general de la cooperativa desde 2002, siendo en consecuencia nulos los actos ilegales que el director general ha llevado al cabo con apoyo en las bases anuladas.

A decir de José Pastor Suárez, esto implica que “es nula la serie de arbitrariedades cometidas por Guillermo Álvarez (y su grupo de incondicionales). Hay auditorías gravísimas que practicaron despachos internacionales con sedes en Nueva York, Chicago y Londres, que no se doblan por un billete porque mantienen su prestigio. Y aquí va un ejemplo: compraban empresas que no valían nada y que tenían pasivos enormes. Pagaban una fortuna por ellas y la cooperativa absorbía todos los pasivos”.

También, dice el litigante, compraron equipo y maquinaria al triple de su valor y convertían a sus amigos en distribuidores de cemento; se lo vendían a precio de costo para que lo negociaran al precio comercial a cambio de una comisión, que puede ser la mitad o más de ese porcentaje.

“Esas son las partes más relevantes de las auditorías. Todo está documentado, acreditado –afirma Pastor Suárez–; es un esfuerzo sobrehumano trabajar con pocos abogados valientes, que estamos (sujetos) a resultados y contra un monstruo como Billy Álvarez. No sabes qué difícil es luchar contra un gigante que todo lo compra. Nuestro pequeño equipo de abogados está muy contento, porque México no puede seguir siendo tan corrupto e impune”.

Represalias

El jueves 12, Día del Abogado, el asesor jurídico Eugenio Olvera acudió a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y a la salida, denuncia Pastor Suárez, “le metieron una megamadriza”.

Comenta: “Lo que pasó el miércoles en la Corte fue trascendental, pero esta megamadriza a Eugenio me pudo tocar a mí. Es lo que no se vale. ¿Esa es la respuesta del director de la cooperativa, y además afuera de la procuraduría?”.

Olvera, quien también forma parte del destituido Consejo de Administración de la cooperativa, relata a Proceso que apenas se había alejado unos metros de la entrada a la PGJDF cuando fue agredido por cuatro individuos.

“Hubo mucha saña, todo fue dirigido al rostro y la cabeza… Me golpearon hasta que perdí el equilibrio y ya en el suelo continuaron tundiéndome. Tengo un ojo casi cerrado y el oído abierto a causa de una patada, además de diversos hematomas en el cuerpo. Lo verdaderamente indignante es que estas cosas ocurran a unos metros de la procuraduría. Intentaron arrojarme a la vía vehicular. Esto es un atentado.

“Probablemente hay fractura de nariz, y derivado de la averiguación previa que inicié, tengo que ir al hospital de Xoco para que envíen el reporte inmediato a la procuraduría y constatar de qué grado son las lesiones, que tardan más de 15 días en sanar”.

–¿Considera que los agresores actuaron por un motivo específico?

–Por supuesto, porque mientras me golpeaban una y otra vez, gritaban: “Ya bájale, ya bájale de hue… con Billy”.

–¿Deduce que esta gente puede ser enviada por Guillermo Álvarez?

–Si no fue Billy fue su cuñado Víctor Garcés. Lo conozco, es un personaje que se mueve entre lo peor; lo creo capaz de esto y más. Otro personaje es Juan Oviedo. Además tengo el antecedente que hace más de seis meses levanté una denuncia en la procuraduría, derivada de las amenazas que recibía vía Twitter y YouTube por este tema. A través de la red social también me advertían que le bajara, que por favor lo entendiera, que me iban a linchar como a un puerco… y alguien publicó mis datos en el Blog del Narco, diciendo que soy un narcoabogado. Es toda una ingeniería de ataques la que realizan estas personas.

“En esa averiguación indiqué que las amenazas que recibía podían ser producto de mi trabajo como litigante y señalé como presuntos agresores a Guillermo y Alfredo Álvarez Cuevas, a Víctor Garcés y a Juan Oviedo Moreno por cualquier cosa que me ocurriera. Inclusive pedí que citaran a estas personas, pero la procuraduría se negó; argumentó que necesitaba mayores elementos”, cuenta.

En la denuncia presentada el miércoles 11, Eugenio Olvera sólo ha excluido a Alfredo Álvarez Cuevas, hermano menor de Billy Álvarez, como sospechoso de la reciente agresión.

“Tengo 20 años litigando con mi padre asuntos delicados, donde ha estado de por medio mucho dinero y jamás me había ocurrido nada. Casualmente un día después de la resolución en la Corte y mi posterior exposición mediática para explicar la misma, ocurre esto al salir de una diligencia, precisamente de Cruz Azul. El mensaje es el siguiente: no tenemos miedo”.

–¿Había policías cerca en el momento del incidente?

–No, curiosamente llegué lleno de sangre a la procuraduría y nadie fue para atenderme. Me dirigí a la agencia 50 y no querían recibirme ahí. Tampoco querían recibirme la averiguación en la fiscalía especial, lo que verdaderamente me tiene molesto.

“No me voy a doblar, no cambiaré mi actitud, si es lo que quieren. Creo que acaban de cometer un terrible error. Y si no es Billy (quien ordenó la agresión), que se fije en las personas que lo rodean, porque para eso están los tribunales. Billy ha ejercido el poder durante muchos años de una manera déspota. Que no piense que vulnerando a los abogados nos vamos a hacer a un lado”.

El jueves 12 Proceso solicitó una entrevista con el director jurídico de la Cooperativa La Cruz Azul, Miguel Borrell. Una hora después él transmitió el siguiente mensaje a su secretaria: “Por acuerdo de la dirección general y del consejo, se va a emitir un comunicado en el que en breves días se informará a los medios de comunicación la posición de la empresa”.

Fue el viernes 13 cuando la cooperativa emitió su comunicado. En él sostiene que Guillermo Álvarez seguirá en la dirección general. Y fundamenta su decisión en las reformas a las bases constitutivas aprobadas el pasado 4 de febrero por el Consejo de Administración, con base en las cuales se decidió “por unanimidad designar como director general al licenciado Guillermo Álvarez Cuevas, y acto seguido se le otorgaron las facultades de representación y firma social”.

Las reformas citadas dieron origen a la demanda del Consejo de Administración del grupo opositor, que culminó el miércoles 11 tras el rechazo de la Corte al recurso de revisión con el que Billy Álvarez pretendía anular la sentencia de diciembre pasado que declaró nulas sus funciones en la cooperativa en los últimos 10 años.

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