jueves, junio 28, 2012

“No habrá más guerra en México”: López Obrador

José Gil Olmos / Apro

El camino que empezó hace cinco años cuando decidió andar por todo el país para armar su propia estructura, terminó este día en un Zócalo a reventar. Exultante, luego de tres meses de campaña, Andrés Manuel López Obrador aseguró que volverá a ganar la Presidencia, y anunció ya no habrá más guerra en México.

“Vamos a serenar al país, no enfrentaremos violencia con violencia, la paz es fruto de la justicia. Mi compromiso es que ya no habrá guerra, no queremos que siga habiendo más muertes”, aseveró López Obrador al indicar que se van a respetar derechos humanos y se atenderán a las víctimas.

Ante miles de seguidores que desbordaron la Plaza de la Constitución, López Obrador manifestó: “Hemos trabajado con intensidad para volver a ganar, hay condiciones inmejorables, contamos con el apoyo de ciudadanos independientes. Vamos a obtener muchos votos de priistas y panistas inconformes, hartos de sus partidos”.

Los seguidores del tabasqueño abarrotaron también las calles aledañas al Zócalo de la Ciudad de México.

Al cerrar su campaña de 90 días en los que realizó 36 actos en igual número de ciudades, a los que asistieron más de 2 millones de personas, según sus propias cuentas, el aspirante mostró la fuerza que tiene en la capital del país.

“No me voy a divorciar del pueblo”, dijo ante sus millares de seguidores, quienes lo corearon desde que salió del Ángel de la Independencia hasta llegar al Centro Histórico del país donde proclamó la victoria adelantada.

Durante más de una hora el candidato recorrió a pie el camino por el Paseo de la Reforma y sólo cortó un tramo al Zócalo subiéndose al Metro en Bellas Artes. En el amplio templete ya lo esperaba todo su gabinete, incluida Elena Poniatowska, la más aplaudida cuando los presentó ante sus seguidores.

Arropado por los suyos que no dejaban de gritarle “presidente” una y otra vez, López Obrador dio gracias especiales por su apoyo al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. También al PRD, al PT y al Movimiento Ciudadano, así como al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin el cual, afirmó, no podría haber hecho su campaña.

Ahí, en pleno Zócalo que no se llenaba tanto en un acto político desde el 2006, el candidato afirmó que no funcionó la “guerra sucia” que implementaron en su contra sus adversarios; tampoco la estrategia mediática con que el duopolio televisivo y algunos periódicos que quisieron imponer a Enrique Peña Nieto.

El tabasqueño dio las gracias a los jóvenes estudiantes por “sacudir las conciencias” a la mitad de la campaña. “Ellos nos están dando un gran ejemplo, han dicho no a la simulación, la mentira y el engaño. Nos han dado un ejemplo en todo el país, tan es así es que es un honor ser joven”, dijo al anunciar el triunfo el domingo 1 de julio.

“Vamos a ganar la Presidencia. A nuestros adversarios no les funcionó su estrategia, fracasó el intento de imponer a Peña mediante la mercadotecnia y la publicidad. Pensaban que sería pan comido” dijo ante la gritería de “¡fuera Peña!”.

“Pensaron que iba a ser un día de campo, un mero trámite sentar a Peña en la silla. Pero la realidad es otra, la gente quiere un cambio verdadero y no lo podrán impedir con la compra de conciencia y de votos”, dijo López Obrador, quien indicó que de acuerdo con su última encuesta sigue arriba del priista por tres puntos.

“Les digo que eso se escucha, se siente y cada vez más el grito: vamos a ganar, vamos a ganar. Sin embargo, no debemos confiarnos, en estos días debemos aplicarnos a fondo. No se puede hacer campaña, pero hay que seguir relacionándonos, no dejemos de orientar y convencer a cuando menos cinco ciudadanos más que vayan a votar. Que nadie se quede sin ir a votar. Aunque hay 450 mil ciudadanos, los que no se inscribieron como representantes de casilla, que voten y se queden a vigilar hasta tener los resultados”, pidió a sus miles de simpatizantes.

Acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez, así como del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y el candidato de la izquierda para el Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, el tabasqueño prometió gobernar para todos, sin rencores ni venganzas:

“Voy a gobernar para todos, el cambio es que ya no haya un gobierno sectario, para un uno por ciento. Lo nuestro será distinto, gobernaré para pobres y ricos, para simpatizantes y adversarios que serán respetados por un gobierno democrático. No habrá persecuciones ni destierro. No buscamos rencores, sino justicia. Queremos el renacimiento moral de México. Lo digo de manera sincera, quiero inaugurar una nueva etapa del país, no subordinado a nadie.”

Luego de pedirles que voten por todos los candidatos de la izquierda, desde la Presidencia de la República hasta los diputados y presidentes municipales, López Obrador estableció un compromiso:

“Les digo con sinceridad, no se preocupen, no les voy a fallar, no les voy a traicionar. Estoy consciente de mi papel histórico. Sería una canallada fallarles, traicionarles. Eso no les voy a hacer nunca. Así como me quieren, así los quiero yo. No es una relación fría, utilitaria, es distinto lo nuestro. Como decía José Martí: ‘amor con amor se paga’. Estaré siempre a la altura de ustedes. ‘Ya es hora de que gane el pueblo’, me dijo una vieja campesina. Por eso luchamos. ¡Viva la libertad, viva la justicia, viva la nueva república!”, arengó el candidato de la izquierda eufórico.

En su último acto de proselitismo López Obrador insistió que el domingo habrá una disyuntiva para el ciudadano que va a votar: más de lo mismo o un cambio verdadero. “Es decir más pobreza, más violencia o el cambio verdadero, que es poner por delante la honestidad como forma de vida y de gobierno”.

En su largo discurso, el primero que lleva escrito, habló del combate a la corrupción y de la austeridad republicana. Insistió que no aumentará impuestos ni privatizará Pemex, como lo propone Peña Nieto.

Dijo que impulsará un nuevo modelo económico y la soberanía alimentaria para no seguir comprando los alimentos básicos en el extranjero. Habló de regresar al campo, apoyando a comuneros, ejidatarios, pequeños y medianos empresarios. Y se comprometió a bajar el precio de gasolinas, diesel, gas y luz, así como desaparecer el Impuesto Especial de Tarifa Única (IETU).

Entre aplausos dijo que se acabarán las prácticas monopolistas en cementos, telefonía, alimentos, bancos y en los medios de comunicación. “Habrá plena competencia y se garantizará el derecho a la información. No se expropiara Televisa ni ningún otro medio. No habrá censura, nadie será perseguido por su derecho de pensar. En la democracia se tiene que garantizar la pluralidad”, sostuvo.

Finalmente, adelantó que habrá nuevas concesiones para radio y televisión, hasta donde sea posible, y se establecerá el servicio de internet en todo el país a través de la red de fibra óptica, lo cual servirá para impulsar la educación y evitar la manipulación de la información de quienes controlan los medios.

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