Apro
A 10 días del accidente carretero en la Sierra Tarahumara, donde perdieron la vida 11 jornaleros, el dueño de los campos agrícolas donde las víctimas trabajaban sigue sin ser identificado, por lo que no hay quién responda por las lesiones que sufrieron 12 campesinos.
Según el secretario del ayuntamiento de Guachochi, Gustavo Alfonso Arvizu Ruiz, ya enviaron a una persona para realizar la investigación en el campo menonita número 101, localizado en Ciudad Cuauhtémoc, pero el dueño de las huertas negó que los jornaleros accidentados trabajaran ahí.
Además, reveló que ninguno de los trabajadores del campo estaba dado de alta en el IMSS, por lo que una vez que den con el patrón, éste deberá cubrir los gastos relacionados con la defunción y hospitalización de las víctimas del accidente.
De acuerdo con la declaración ministerial de José Nicolás Cruz González, uno de los 12 indígenas lesionados en el accidente registrado en la carretera Creel-Guachochi el pasado domingo 3, tenían 18 días en el municipio de Cuauhtémoc, donde trabajaban en huertas de manzana y percibían 150 pesos.
El chofer del camión trabajaba para un particular que ofrece servicio de transporte del municipio de Guachochi a otras ciudades del estado, como Cuauhtémoc, informó su hija Lizeth Flores.
El día del accidente, el señor Flores, de 74 años, regresaba a Guachochi sin pasajeros y decidió levantar a los jornaleros que esperaban en la carretera que alguien los llevara hacia su tierra.
Llevaban consigo su salario, producto de su trabajo que comienza alrededor de las 5 horas y concluye a las 5 ó 6 de la tarde, con temperaturas cercanas a los 40 grados Centígrados.
Luego de recorrer cerca de tres horas, a la altura del poblado de Basíhuare, municipio de Bocoyna, ubicado en el kilómetro 130 de la carretera de Creel a Guachochi, el chofer perdió el control del camión y cayó en un barranco con una profundidad de aproximadamente 200 metros.
En el accidente fallecieron 11 personas y 12 más resultaron lesionadas. Entre las víctimas mortales se encuentran un bebé, un niño de nueve años, dos adolescentes de 17 años y tres mujeres.
La familia de Flores Acosta, quien resultó con lesiones graves, denunció que el autobús estaba asegurado con Qualitas, pero la compañía no se ha hecho cargo de los gastos de los pasajeros ni de los del chofer.
Por separado, el alcalde de Guachochi, Andrés Balleza Carreón, informó que asumirán la representación social de los jornaleros y sus familias e irán hasta las últimas consecuencias.
A 10 días del accidente carretero en la Sierra Tarahumara, donde perdieron la vida 11 jornaleros, el dueño de los campos agrícolas donde las víctimas trabajaban sigue sin ser identificado, por lo que no hay quién responda por las lesiones que sufrieron 12 campesinos.
Según el secretario del ayuntamiento de Guachochi, Gustavo Alfonso Arvizu Ruiz, ya enviaron a una persona para realizar la investigación en el campo menonita número 101, localizado en Ciudad Cuauhtémoc, pero el dueño de las huertas negó que los jornaleros accidentados trabajaran ahí.
Además, reveló que ninguno de los trabajadores del campo estaba dado de alta en el IMSS, por lo que una vez que den con el patrón, éste deberá cubrir los gastos relacionados con la defunción y hospitalización de las víctimas del accidente.
De acuerdo con la declaración ministerial de José Nicolás Cruz González, uno de los 12 indígenas lesionados en el accidente registrado en la carretera Creel-Guachochi el pasado domingo 3, tenían 18 días en el municipio de Cuauhtémoc, donde trabajaban en huertas de manzana y percibían 150 pesos.
El chofer del camión trabajaba para un particular que ofrece servicio de transporte del municipio de Guachochi a otras ciudades del estado, como Cuauhtémoc, informó su hija Lizeth Flores.
El día del accidente, el señor Flores, de 74 años, regresaba a Guachochi sin pasajeros y decidió levantar a los jornaleros que esperaban en la carretera que alguien los llevara hacia su tierra.
Llevaban consigo su salario, producto de su trabajo que comienza alrededor de las 5 horas y concluye a las 5 ó 6 de la tarde, con temperaturas cercanas a los 40 grados Centígrados.
Luego de recorrer cerca de tres horas, a la altura del poblado de Basíhuare, municipio de Bocoyna, ubicado en el kilómetro 130 de la carretera de Creel a Guachochi, el chofer perdió el control del camión y cayó en un barranco con una profundidad de aproximadamente 200 metros.
En el accidente fallecieron 11 personas y 12 más resultaron lesionadas. Entre las víctimas mortales se encuentran un bebé, un niño de nueve años, dos adolescentes de 17 años y tres mujeres.
La familia de Flores Acosta, quien resultó con lesiones graves, denunció que el autobús estaba asegurado con Qualitas, pero la compañía no se ha hecho cargo de los gastos de los pasajeros ni de los del chofer.
Por separado, el alcalde de Guachochi, Andrés Balleza Carreón, informó que asumirán la representación social de los jornaleros y sus familias e irán hasta las últimas consecuencias.
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