domingo, mayo 13, 2012

Video: Colosio. El asesinato, un disparo político

La película sobre el magnicidio de 1994 causará más polémica, pues se estrenará dos días antes del segundo debate entre candidatos presidenciales

Salvador Franco Reyes, Lucero Calderón, Andrés Becerril y Claudia Solera / Excélsior


El 12 de enero pasado, Excélsior se convirtió en el primer medio de comunicación en publicar que el asesinato del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio llegaría al cine de la mano del director Carlos Bolado y la productora Mónica Lozano.

Hace tres días —es decir, a sólo 117 días de haberse iniciado el rodaje principal— el largometraje de 140 minutos fue exhibido a periodistas de esta casa editorial en la sala THX de los Estudios Churubusco, donde quedó claro que la cinta se convertirá en una de las más polémicas de los últimos años.

El escándalo podría ser mayor, ya que el filme se estrenará el 8 de junio, dos días antes del segundo debate presidencial y a menos de un mes de la jornada electoral del primer domingo de julio.

El único punto de comparación es el escándalo causado por La ley de Herodes en 2000, cuyo blanco también fue el PRI, partido que permaneció siete décadas en el poder y que, según las encuestas, en este 2012 es el rival a vencer en las elecciones.

La película, protagonizada por Daniel Giménez Cacho, José María Yazpik, Kate del Castillo, Odiseo Bichir, Enoc Leaño (Colosio) y Harold Torres (Aburto), entre otros, entremezcla la investigación histórica y la ficción para sostener que el magnicidio fue un crimen de Estado.

“Nadie discute que el asesino material fue Mario Aburto, pero lo que es evidente —cuando menos en declaraciones ministeriales— es que había muchos intereses que se verían afectados si Luis Donaldo (Colosio) llegaba a la Presidencia. Esos intereses, se movieron todos para impedir que Colosio fuera Presidente de México.

“Por eso señalamos un crimen de Estado, pero hay que decir que no es una tesis nuestra, pues está en declaraciones ministeriales y en informes oficiales, que te llevan más a esta teoría que a la del asesino solitario”, expuso Mónica Lozano, quizá la productora más fructífera del cine nacional, con títulos que van desde Amores perros hasta Arráncame la vida.

La película “se estrena en la coyuntura del proceso electoral, porque como productor quieres que tenga la mayor oportunidad con el público y que un mayor número posible de personas acudan a la sala a ver tu trabajo.

“Cuando me lo preguntan, yo respondo que sí, de la misma manera que fueron las (películas) del Bicentenario y es algo que me parece absolutamente legítimo, porque el público se interesa en estas temáticas.”

A Lozano, quien realizó un primer intento a finales de los 90 de filmar el hecho, se le preguntó si las alusiones al PRI y que aparezca el logo no afecta el actual proceso electoral.

“Vivimos en un país de leyes, y no estamos violentando ninguna legislación que impida la proyección de la cinta. Fuimos muy rigurosos en la construcción de la ficción y lo que afirma la película es algo referido en documentos oficiales o en la voz de los testigos del momento.

“Sería lamentable que se afectara la libertad de expresión y se limitara la posibilidad de que el público tuviera acceso a una película que finalmente es una autocrítica a nuestro México”, aseveró.

“Juega en favor de todos los ciudadanos mexicanos para conocer y recordar y tener una postura de qué debemos de exigir a nuestros gobernantes y por qué vamos a votar por candidatos o partidos o particulares.

“Gana la sociedad, ganamos con la conciencia, con el debate, con la reflexión y no podemos seguir siendo una sociedad permisiva que niega su realidad.

“Hoy la sociedad es rehén de la violencia y habría que preguntarnos si no es por esa realidad que sufrimos en el 94.”

—¿Están listos para que la película sea un escándalo?

—Se me antoja que sea del interés de todos los mexicanos a quienes les importa el destino del país.

“Como sociedad somos rehenes de esa realidad y tenemos el derecho de conocerla, verla, discutirla, debatirla, y ojalá la película formule las preguntas y que haya partidos y candidatos que las contesten. ¿Qué México queremos?”, concluyó, a modo de reflexión, la productora.

Antes de despedirse, Hugo Rodríguez, coproductor del filme, compartió la emoción que embarga al equipo por el resultado.

“Estamos felices y contentos con el resultado, porque la película cumple una misión. Se trata de una ficción, en la cual generamos un universo, con sus anclajes a la realidad, y por eso estamos encantados.”


Influir en la conciencia, no en los votos: Bolado

Carlos Bolado, director de cine, se define como un “realizador políticamente incorrecto” al que le gusta poner el dedo en pasajes incómodos de la historia de México, para buscar crear conciencia acerca de distintas cuestiones políticas y sociales vividas en nuestro país. Recientemente ha trabajado en proyectos como Tlatelolco, que aborda la matanza estudiantil de 1968; Estado de gracia, serie que plantea la legalización de las drogas, y Colosio. El asesinato, que se centra en el crimen contra el malogrado político sonorense.

“Creo sinceramente que Colosio es un intento de influir en la conciencia, mas no en el voto. Queremos que la gente piense, que se haga preguntas, que cuando vea la cinta se cuestione, emita una opinión o al menos tome un libro, se quede con curiosidad y lea la historia de México, lo que aconteció.

“Es importante educar, transmitir, comunicar para que haya un cambio en el país, pues no podemos seguir viviendo así, con tanta sangre y tanto desastre. Como cineastas, tenemos una responsabilidad y ésta es la mía”, precisó.

Carlos Bolado, junto con la productora, Mónica Lozano, y el guionista, Hugo Rodríguez, presentaron el pasado viernes la premiere de la cinta, en una de las salas de los Estudios Churubusco.

Luego de dos horas de proyección, hablaron sobre la importancia y repercusión que tendrá la cinta en la política nacional, en un contexto electoral.

El también director de cintas como Promesas, Bajo California: el límite del tiempo o Sólo Dios sabe contó que tras recabar toda la información sobre el caso, él y Hugo Rodríguez se reunieron para enriquecer el guión que años atrás les había mostrado la productora Mónica Lozano.

Luego de reunir los 60 millones requeridos para rodarla, el equipo de producción comenzó a filmar en noviembre pasado la cinta que mezcla un hecho real y ficción.

La trama se centra en el trabajo que realiza un equipo secreto de investigación tras el asesinato del priista que buscaba la silla presidencial en 1994. Participan los actores José María Yazpik, Daniel Giménez Cacho, Odiseo Bichir, Enoc Leaño, José Sefami, Karina Gidi, Kate del Castillo, Tenoch Huerta y Harold Torres, entre otros.

Dado que no pudieron rodar en Lomas Taurinas, Tijuana, donde perdió la vida Luis Donaldo el 23 de marzo de 1994, la producción se las ingenió para recrear el lugar en Ixtapaluca; utilizó las instalaciones del Museo de Geología para simular el Palacio Nacional; en el University Club rodaron las comidas de los políticos y en el Club de Periodistas las conferencias de prensa en la historia, así como el Centro de Estudios Latinoamericanos y en la Marquesa.

“Se nos cayeron unas locaciones por el tema político de la película, pero vas acomodando las locaciones para tu historia”, precisó Bolado. Colosio. El asesinato se estrenará el próximo 8 de junio en la carterela nacional, bajo el cobijo de Gucci Artecinema. Se espera que el filme salga a pantallas con 450 a 500 copias.

El ascenso político de Luis Donaldo

Todo estaba listo para que Luis Donaldo Colosio Murrieta arrancara su campaña presidencial el 10 de enero de 1994 en Guadalupe Tepeyac, municipio de Las Margaritas, Chiapas, a la postre cuartel general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Por razones de seguridad esgrimidas por el Estado Mayor Presidencial, el abanderado priista, quien llevaba 43 días como candidato —lo ungieron el 28 de noviembre de 1993—, se tuvo que conformar con la plaza principal de Huejutla de los Reyes, corazón de la huasteca hidalguense.

“Los acontecimientos de Chiapas son un llamado a la conciencia de todos los mexicanos; es un llamado que nos habla de la urgencia de mayor justicia social, pero que también nos coloca ante el absurdo de la violencia”, dijo Colosio en su discurso inicial de campaña que terminó 74 días después, cuando fue asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana.

Antes de emprender altos vuelos en la política nacional como diputado, senador, dirigente nacional del PRI y llegar a candidato presidencial, Colosio fue un servidor público de bajo perfil.

En 1980, después de que Miguel de la Madrid Hurtado fue designado secretario de Programación y Presupuesto, Colosio, de 30 años, regresó a México, luego de haber estudiado en Austria.

Rogelio Montemayor —ex director de Pemex, relacionado con el Pemexgate de 2000—, fue uno de los viejos camaradas con los que Colosio retomó la amistad sellada en el Tec de Monterrey, donde estudiaron economía. Montemayor trabajaba en Programación y Presupuesto al mando del director general de Política Económica y Social, Carlos Salinas de Gortari.

Colosio se incorporó a esa dependencia como asesor y pasó después al puesto de subdirector de política regional y urbana, para después desempeñarse como coordinador de la Subcomisión de Gasto y Financiamiento.

Al mismo tiempo que trabajaba para el gobierno, Colosio daba clases en la entonces ENEP-Acatlán de la UNAM, en la Universidad Anáhuac y en El Colegio de México. En esta última, donde Manuel Camacho Solís daba clases y donde reclutó para su equipo a Marcelo Ebrard — actual jefe de Gobierno del Distrito Federal—, Colosio iba a quedarse como maestro de tiempo completo.

El candidato De la Madrid usó un estudio metropolitano realizado por Colosio, lo que implicó que lo invitaran a trabajar en 1981 en el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI en el Distrito Federal.

Con De la Madrid en la Presidencia y Salinas en Programación y Presupuesto, en 1982 Colosio es designado director general de Programación y Presupuesto Regional, donde se hizo cargo de programas como Pider y Coplamar, para llevar dinero a las zonas económicamente deprimidas.

En 1985 Colosio inicia su carrera política. Fue candidato a la diputación federal por Sonora, por el primer distrito, con cabecera en su natal Magdalena de Kino. Ganó y fue presidente de la Comisión de Programación y Cuenta Pública, lo que produjo mayores contactos con Salinas de Gortari.

En la LIII Legislatura, a Colosio le tocó convivir con personajes de la altura política de Heberto Castillo, José Ángel Conchello, el recientemente fallecido Eduardo Valle El Búho y Jorge Alcocer. A decir de quienes lo conocieron, Colosio demostró en la Cámara ser un político nato, bueno para la negociación.

En 1987, cuando Salinas fue elegido candidato, Colosio fue nombrado oficial mayor del PRI, desde donde se encargó de la coordinación general de la campaña electoral.

A principios de 1988, Colosio fue postulado a una senaduría por Sonora, que ganó en agosto; el 3 diciembre, dos días después de la toma de posesión de Salinas, Colosio pasó a la dirigencia nacional del PRI.

En el último tercio de ese sexenio, el sonorense nacido el 10 de febrero de 1950, fue nombrado secretario de Desarrollo Social. En 1993 fue elegido candidato presidencial. El 23 de marzo de 1994 murió, después de recibir dos disparos, en Lomas Taurinas.

Sí es un película coyuntural: Lozano

Colosio. El asesinato es una película que su director, Carlos Bolado, niega haber planteado para influir en el voto de los mexicanos, ante la crítica contra el partido que gobernaba durante este magnicidio (PRI, 1994) y que se estrenará en plena campaña electoral.

“Yo creo que cualquier película que mencione, a partir de la mitad del siglo XX, va a salir perjudicado el PRI. Ni modo, ellos fueron los que hicieron los hechos, nosotros sólo ponemos la cámara”, afirma Bolado.

Además, añade la productora, Mónica Lozano, “estamos hablando del PRI, pero no estamos hablando mal de un candidato ni de nadie”.

La película se estrena el próximo 8 de junio, dos días antes del segundo debate presidencial y 23 días antes de la cita en las urnas para elegir Presidente. Lozano admite que es un largometraje coyuntural, y no hay casualidad en que se exhiba durante campañas. La intención, precisamente, es generar autocrítica, reacción y debate.

Cuando se les pregunta si la película viola alguna ley electoral o si se han asesorado con gente del IFE, porque presenta claramente el nombre y logotipo del PRI, Lozano responde que en México es inexistente una regulación que limite la proyección cinematográfica.

“A mí me han preguntado si podemos cambiar las elecciones con la película. Esa no es nuestra intención, yo creo que el cine es un medio que llega a miles y cuando te va muy bien, a millones; realmente el medio para cambiar las campañas es la televisión, no éste”, asegura Carlos Bolado.

La trama de este filme de ficción se basa en la investigación que entregó hace 12 años el cuarto y último fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez, así como en testimonios, entrevistas y en los libros de Héctor Aguilar Camín (La tragedia de Colosio) y de Eduardo Valle, El Búho (El segundo disparo).

La conclusión de Colosio: el asesinato es que se trató de un crimen de Estado, porque a más de un grupo les convenía ese candidato muerto (políticos, empresarios y narcotraficantes).

El primer borrador del guión se escribió en 1998, pero fue hasta hace un año (cuando el PRI ya era claramente puntero en las preferencias electorales), que Mónica y Carlos decidieron pulir el libreto, empezar a buscar financiamiento y rodarla.

Por la crítica tan fuerte hacia ese partido político, algunos periodistas les han preguntado a los creadores si ésta es una película financiada por los panistas (por medio de Conaculta), lo cual ellos niegan rotundamente.

Un objetivo fundamental de Carlos Bolado con esta cinta es que los jóvenes, sobre todo menores de 20 años, puedan ver en la pantalla grande parte de la historia reciente de su país y que al menos conozcan y se interesen por Colosio, pues muchos de esta generación ni siquiera lo ubican.

En las redes sociales, usadas en su mayoría por este sector, ya se comienza a generar reacciones. En Twitter hay desde recomendaciones para asistir al estreno hasta etiquetas como: #quelahistorianoserepita y #paquenosenosolvide.

Bolado considera su obra “valiente”. Es la primera película que se hace del 94 y “muestra un asesinato que nos marcó a todos”.

También es valiente, asegura, porque por primera vez se habla de un contexto político, refiriendo a los actores y a los partidos. “Está muy claro que en México había censura. Las cuatro o cinco películas que trataron de tocar temas políticos y hablar de la historia del siglo XX, como El Caudillo, las sacaron de circulación”.

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