lunes, mayo 07, 2012

¿Reforma fiscal, sin un proyecto de Nación?

David Colmenares

Respecto a mi comentario, “México País Unitario en lo Fiscal”, en el cual pretendo demostrar que el agotamiento del Pacto Fiscal lo hace prácticamente inexistente y que estamos más cerca de la Subordinación que de la Coordinación Fiscal, mi amigo el economista Javier Espinosa Isaías, experto en contabilidad gubernamental, presupuesto base resultados, transparencia y rendición de cuentas, me mandó sus comentarios que deseo compartir con los lectores de este espacio. Javier participó en los trabajos de la Convención Nacional Hacendaria, en el Grupo Técnico de Contabilidad Gubernamental y la Unidad de Contabilidad Gubernamental de la Subsecretaría de Egresos hasta el sexenio anterior.

“Qué difícil es definir si México tiene vocación federalista o centralista; durante los gobiernos de partido único supongo que, nadie preguntaba cuál era la diferencia, quizás no había necesidad. Hoy es distinto, creo existen dos tendencias, los que afirman que el poder federal es el único que puede resolver los problemas (supone que todos los demás son incapaces y corruptos) y por ello promueven leyes generales, encapsulan los recursos en programas únicos de concepción federal y con reglas de acción, modalidad y cobertura definidos desde el centro, a tal punto que hasta las peculiaridades de instrumentación deben de ser iguales; otra visión que aspira a crear una oportunidad local, bajo el supuesto de que puede haber un diseño eficaz de política pública que brinde mayores posibilidades y oportunidades a partir del conocimiento específico del lugar y de las necesidades de la gente…

“Cuando comenzó a abrirse el horizonte de gobiernos estatales ya no dependientes de la voluntad del centro, muchos pensábamos que se formaría un verdadero Pacto Federal, que los Estados ejercerían un poder real a partir de su consenso, sin embargo poco después los hemos visto disputar en el Congreso Federal dos pesos más para el programa carretero…

“Quizás es que tenemos perdida la brújula de los fundamentos de la República, pues más allá del federalismo o el centralismo, dejamos en el olvido desde hace mucho sus fundamentos. Son ahora más importantes los esquemas de oportunidad, tolerancia y muchos otros, que el propio sentido del interés público; las diferencias, que la cohesión social, por citar algún ejemplo; ¿por qué queremos una Nación? Y qué le da significado.

“En materia fiscal el problema no es cómo reformar para darle un poco de aire a los gobiernos estatales, es cómo queremos al Estado, y con qué responsabilidades, para luego preguntar quién y por qué debe financiarlo, para más adelante resolver quién debe hacerse responsable de hacerlo y de administrarlo; al igual que tú, creo que existente un camino local que puede ser abordado con mayores beneficios que la visión única (más cuando esta última ha sido adoptada sin siquiera preguntarnos si beneficia a alguno de nosotros), que ésta requiere recursos que hoy no están disponibles en el terreno local.

“Estoy de acuerdo en que una Reforma Fiscal debe preferir la tributación directa por ser la única justa con el de arriba y la también única posibilidad de mejorar la recaudación, si se asegura que esta cuente con atributos legales, judiciales, políticos y administrativos; pero pienso que el problema es aún más relevante, cómo obtener una reforma fiscal congruente y eficaz sin tener nuevamente un camino claro, esto es sin un Proyecto de Nación”.

CAMBIO DE POLITICA EN FRANCIA

Buena noticia que el pueblo francés haya optado por un proyecto más cercano ala gente, por una política económica diferente a la que tiene a Europa en general, excepciones por supuesto, postrada y con grandes conflictos sociales como en España y Grecia.

Los socialistas españoles cayeron por aplicar una política económica conservadora, más cercana a las de su histórica rival, el PP. Hoy el pueblo español enfrente por diferentes vías la política instrumentada por el gobierno conservador, que por cierto prometido que haría exactamente lo contrario. No necesitamos traductores para entenderlo.

Leamos el programa Económico de Holande.

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