lunes, mayo 21, 2012

Lanza Peña manifiesto tras marchas; omite firmarlo ante notario

Apro

Tras la serie de manifestaciones en su contra convocadas en decenas de ciudades del país y del extranjero, a través de las redes sociales, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, lanzó un manifiesto político de diez puntos en el que se compromete a “no restaurar el pasado que superamos”.

Asimismo, expresa su compromiso a favor de las libertades de manifestación, de expresión y religiosa, así como crear una “instancia autónoma” para vigilar la contratación de publicidad política con los medios de comunicación.

En dos encuentros que sostuvo con integrantes de la Coalición por México y con rectores de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, el candidato del PRI y PVEM señaló que escucha “con entusiasmo”, tanto las voces que lo apoyan como a quienes no están de acuerdo con su proyecto.

“No pretendo gobernar en la unanimidad: quiero que construyamos un México unido y fuerte a partir del reconocimiento y de la diversidad de nuestras convicciones e ideas”, expresó en la primera parte del manifiesto que leyó en sus dos eventos programados en la Ciudad de México.

En respuesta indirecta a las manifestaciones en contra del retorno del PRI a la Presidencia de la República, Peña Nieto afirmó que él pertenece “a una generación que ha crecido en una cultura democrática” que quiere seguir viviendo en la democracia. “Vamos a ganar el futuro que merecemos, no a reinstaurar pasados que superamos”, reiteró.

Sus diez compromisos fueron leídos, en ambos eventos, sin posibilidad de réplica ni de pregunta.

Son: Respeto a la libertad de manifestación, a la libertad de expresión, una nueva relación con los medios, respeto a los derechos humanos, libertad religiosa, no discriminación, división de poderes, elecciones libres, transparencia y rendición de cuentas, federalismo y transparencia.

Se comprometió, al menos, a impulsar tres reformas constitucionales: Una, para crear “una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación”; otra, para “asegurar la vigencia de protocolos de respeto a los derechos humanos en la actuación de las fuerzas armadas y las policías de todo el país; y una tercera, para dotar al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos de competencia en asuntos de los estados y municipios.

Peña Nieto afirmó que los compromisos de este manifiesto, que no fue firmado ante notario como acostumbra en otros casos, parten de su convicción de que “los próximos seis años serán determinantes para consolidar las libertades políticas de los mexicanos y dar vigor y contenido a nuestra democracia”.

El exgobernador del Estado de México convocó a un “diálogo abierto y franco para la construcción de nuestra democracia”, y propuso a intelectuales, académicos, políticos de todas las militancias, así como a organizaciones no gubernamentales y jóvenes universitarios a dialogar sobre su manifiesto, a enriquecerlo y definir mecanismos que “aseguren su vigencia”.

El segundo punto, sobre la libertad de expresión, Peña Nieto habló como si ya fuera el primer mandatario. Se comprometió a que como presidente de la República “seré garante de la libertad de expresión”. “Las críticas al presidente de la República, en todos sus estilos y formatos, serán escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta. En una presidencia democrática no caben ni la violencia en contra de periodistas, ni la censura”, agregó.

Otros temas espinosos

Durante la mañana, en una reunión con intelectuales y políticos como Jorge G. Castañeda, Juan Ramón de la Fuente, Marta Lamas, Federico Reyes Heroles, Alejandro Martí, entre otros, Peña Nieto abordó el tema del aborto. No se pronunció por la despenalización de la interrupción del embarazo y señaló que este asunto “lo deben resolver las legislaciones estatales”.

Tampoco fue claro y abierto a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. “Tengo pleno respeto a la diversidad sexual y respetaré las decisiones que sobre este tema establezcan las legislaciones estatales”, afirmó.

Peña Nieto también se expresó en contra de la despenalización de las drogas. No obstante, afirmó: “No estoy cerrado a un debate más amplio sobre el tema. Lo que debe de quedar claro es que una decisión sobre la despenalización de las drogas depende de un acuerdo multinacional de amplio consenso y no de una medida unilateral.”

En los temas políticos, Peña Nieto se expresó en contra de la reelección consecutiva de alcaldes y legisladores; a favor del referéndum y el plebiscito como mecanismos de consulta ciudadana, y de la “regulación” de las candidaturas independientes.

Sobre la segunda vuelta presidencial, el priista expresó su desacuerdo; y señaló tres mecanismos para “fomentar la formación de mayorías”: eliminar la “cláusula de ingobernabilidad”; disminuir el número de diputados de 500 a 400 y reducir el de senadores de la República.

Reunión con la ANUIES

Al mediodía, Peña Nieto sostuvo un encuentro con los rectores de las universidades integrantes de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Se comprometió a ampliar la cobertura media y superior para que en los próximos seis años se cumpla la meta de 45% de cobertura, así como lograr la inversión del 1% del Producto Interno Bruto en ciencia y tecnología.

“No podemos formar y educar para la frustración de los jóvenes”, afirmó el político mexiquense, quien se comprometió también a consolidar el vínculo entre universidades, empresas y sector gubernamental.

Presumió el sistema de becas que en el Estado de México se incrementaron en 70% y que “más del 60% de los alumnos recibieron becas y apoyos para lograr sus objetivos”.

El rector de la UNAM, José Narro, quien condujo el evento insistió en su discurso que aún permanecen excluidos del sistema universitario cinco millones y medio de mexicanos.

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