viernes, mayo 25, 2012

Irrupción ciudadana

Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate

En horas no habituales, aproximadamente a las 11:30 de la mañana de ese sábado 19 de mayo, era sorprendente que el trasporte colectivo, metro, iba a todo lo que daba su capacidad para transportar pasajeros como si fuera en una hora pico de cualquier otro día de la semana, dado que en el mismo no podría caber ni una sola alma más. La prisa de quienes en ese transporte viajaban era de que todos querían llegar a tiempo al Zócalo de la Ciudad de México, ya que ese lugar había sido definido como el destino que la ciudadanía se habían trazado como el punto de reunión para luego partir en marcha de ahí hacía el Ángel de la Independencia, por lo que, como ciudadano libre, no se podía fallar al compromiso contraído. Pero esto representaba tan solo una muestra, porque de todas partes y por diversos medios llegaban contingentes al lugar indicado.

Sí, a las 12 del día había que acudir a la cita convocada de manera inédita por las novedosas redes sociales, algo que es la primera vez que se hace como si hubiese sido una comunicación trasmitida de voz en voz o de persona a persona, aunque se hizo a través del internet, todo ello al margen de los partidos políticos. El objetivo fundamental de esa concentración ciudadana no era otro más que manifestar, con anticipación a las elecciones que se acercan, un rechazo contundente al PRI y a su candidato, Enrique Peña Nieto, al que las televisoras y los grupos de poder político y económico, que tras bambalinas y a costa de lo que sea, han demostrado con creces que pretenden imponerlo para que sea el próximo Presidente de la República.

Pero también, ya que la manipulación informativa ha sido el elemento principalmente de que se han valido las televisoras para impulsar a este candidato, es por ello que la manifestación ciudadana, del sábado pasado, se centró enérgicamente en ese punto, mediante consignas de repudio y descalificación, así como, en efecto, otras de rechazo al PRI en el sentido de no permitirle su regreso al poder con su abanderado Peña Nieto, por considerar que sería tanto como regresar al pasado autoritario y represivo, que como atadura limita todo tipo de libertades.

El humor y el ingenio popular no podían haber faltado en esta manifestación inédita, ya que estuvo colmada de infinidad de expresiones creativas y simpáticas, pero la que llamó la atención, fue una simple hoja de papel de un cuaderno común y corriente que portaba un niño de escasos cuatro o cinco años, en que con sus manitas la mostraba y se leía la expresión: “Peña Nieto si quieres yo te enseño a leer”, lo cual, aunque parezca simple, dice mucho.

Un acto masivo, muy ciudadano, que rebasó las expectativas de convocatoria, en el que claramente esa ciudadanía alertada, deja constancia de que cuando se quiere, se puede, y en este caso quiso y pudo, al demostrar su enorme potencial y capacidad de movilización. Probadita que nada más da una especie de vista de lo que puede llegar a hacer, pero que el quid de la cuestión fue para oponerse a que se tergiverse y se falsee la información con la que pretenden sostener a un candidato presidencial que en los hechos reales, al parecer, viene a la baja, o como se dice en un lenguaje más llano, viene en picada, aunque las mismas encuestadoras interesadas, plenamente identificadas (MTOFSKY y GEA-ISA), digan lo contrario.

Desde luego que las referidas encuestadoras, que lo han sostenido con falsedades, seguro que así se van a mantener en su mentira, hasta el último momento.

Esa irrupción ciudadana, sin parangón alguno en sus fines, que surge al calor de vencer el miedo y la apatía, a manera de contra campaña hacia Peña Nieto y por ende, anti PRI, es tan solo el detonante o el chispazo de lo que podría venir en la recta final del cierre de las presentes contiendas políticas electorales, toda vez que, los efectos podrían ser multiplicadores, de tal manera que este naciente movimiento ciudadano, con su influencia puede llegar a inclinar a la franja de indecisos para que voten por alguna opción que no sea el PRI, así como también, es muy probable que ya entrados en esa dinámica, esa influencia abarque, de igual manera, parte importante de aquellos segmentos de electores que se dicen definidos por este partido.

Es por eso que, la irrupción ciudadana, del sábado pasado, cuya cabeza podría decirse que es el estudiantado universitario, con su manifestación fue como haber pegado un fulminante cañonazo en la línea de flotación del PRI, por lo que se comenta que al interior de este partido, sienten que las condiciones que los favorecían se les revertirán y todo estará perdido, pero que lo único que los podría sacar adelante, sería la perpetración de un fraude electoral. Lo veremos.

Pálida tinta: Manuel Espino, el ex dirigente PAN, al unirse al PRI creo que su aportación será la de su puro voto, ya que al haber sido expulsado legalmente del que era su partido, se quedó sólo, y por ende, no representa ninguna base social política que lo siga en su nueva aventura. Es más, a la mera hora hasta su voto estaría en duda, ya que su corazoncito le puede ganar y masoquistamente ande votando por el PAN. Por parte del PRI, al admitir al ex panista en la campaña de Peña Nieto, evidencian inseguridad y debilitamiento.

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