Marco A. Flota / Grillotina
Las novelas y películas de mafiosos nos han ilustrado hasta la saciedad del ósculo siciliano. O sea el beso que un capo daba a otro en un cachete -o en ambos- y significaba condena de muerte.
En México se han hecho famosos los besos de Sicilia. Pero ahora no hablamos de aquella región italiana, sino del poeta Javier Sicilia, a quien le ha dado por repartir quicos a nuestros políticos, pero él no los
sentencia a muerte, sólo les dice hasta de qué se van a morir.
Los grillos ya le sacan la vuelta al señor Sicilia, después de que el lunes recibió con picoretes en los cachetes a Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Gabriel Quadri, antes de ponerlos como dicen que
Dios puso al perico (o sea verdes, con lo que nos queremos insinuar que los niños ecologistas sean pericos: Son tucanes), sólo se salvó de la ensalivada de cachete, aunque no del regaño, Andrés Manuel López
Obrador, quien será muy amoroso, pero hay límites.
Los políticos no le habían tenido tanto miedo a un beso, desde que Gustavo Carvajal, entonces presidente del PRI, época de López Portillo, declaró que a los grillos que iban a rendir pleitesía al ya ex Presidente
Echeverría, ya los había besado “El Diablo de San Gerónimo”.
Pero imaginemos las repercusiones por el besadero que armó Sicilia en el Alcázar de Chapultepec.
Llega Enrique Peña Nieto a casa y le arman una escenita:
- ¡Tú me engañas, Enrique!... ¿con quién andas?
- Con nadie, mi Gaviota, sólo tengo ojos para ti...
- ¿Y estos pelos blancos que traes en la solapa?... ¡Tienen que ser de una rubia platinada!
- ¡No, mi vida, son canas de la barba del poeta Sicilia, que me dio un beso!...
- Pues la próxima vez que te reúnas con él, me llevas a ver si también me besa...
- Mi cielo, Sicilia es un personaje que usa sombrero, chamarra de cuero, botas, igualito a Indiana Jones...
- Por eso, yo nunca he hecho una telenovela con Indiana Jones...
En casa de la candidata:
- Ya vine... ¡y tuve un día agotador!
- Sí, mi vida, te vi en la tele y debo confesar que me puse celoso cuando te besó ese personajazo...
- ¿CuÁl personajazo?
- El del sombrero, la chamarra, las botas...
- Ah, tú dices el poeta Sicilia...
- ¿Ah no era el que hizo la película “Crocodile Dundee”?...¡Yo pensé que te iba a ayudar a liquidar al Pejelagarto !
Un candidato recibió una llamada:
- ¡A la orden, Maestra!
- ¿Es cierto que saliste en la tele besándote con un hombre, Gabriel Quadri?
- Eh, Maestra... era el poeta Sicilia... ¿no ha oído usted hablar del poeta Sicilia?
- No, yo que me quedé en Armando Nervo... digo, Amado Nervio... ¿o cómo se llamaba?
¿Y por qué no se dejó besar el Peje?
- Sólo un besito de hombre a hombre, Andrés Manuel...
- No, gracias... dicen que son 7 años de mala suerte... ¡y yo apenas voy saliendo de 6!
¡RRIINNGG!
- Bueno, el IFE...
- ¡Felicidades, ya aceptaron Televisa y Azteca transmitir el debate por el 2 y el 13!
- Sí... ¡pero van a querer imponernos a Niurka o a Ninel como edecan!
EPIGRILLO
Caso Sabritas: La gente,
dice que es reto cañón.
(O sea, pa Calderón,
es una papa caliente)
Las novelas y películas de mafiosos nos han ilustrado hasta la saciedad del ósculo siciliano. O sea el beso que un capo daba a otro en un cachete -o en ambos- y significaba condena de muerte.
En México se han hecho famosos los besos de Sicilia. Pero ahora no hablamos de aquella región italiana, sino del poeta Javier Sicilia, a quien le ha dado por repartir quicos a nuestros políticos, pero él no los
sentencia a muerte, sólo les dice hasta de qué se van a morir.
Los grillos ya le sacan la vuelta al señor Sicilia, después de que el lunes recibió con picoretes en los cachetes a Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Gabriel Quadri, antes de ponerlos como dicen que
Dios puso al perico (o sea verdes, con lo que nos queremos insinuar que los niños ecologistas sean pericos: Son tucanes), sólo se salvó de la ensalivada de cachete, aunque no del regaño, Andrés Manuel López
Obrador, quien será muy amoroso, pero hay límites.
Los políticos no le habían tenido tanto miedo a un beso, desde que Gustavo Carvajal, entonces presidente del PRI, época de López Portillo, declaró que a los grillos que iban a rendir pleitesía al ya ex Presidente
Echeverría, ya los había besado “El Diablo de San Gerónimo”.
Pero imaginemos las repercusiones por el besadero que armó Sicilia en el Alcázar de Chapultepec.
Llega Enrique Peña Nieto a casa y le arman una escenita:
- ¡Tú me engañas, Enrique!... ¿con quién andas?
- Con nadie, mi Gaviota, sólo tengo ojos para ti...
- ¿Y estos pelos blancos que traes en la solapa?... ¡Tienen que ser de una rubia platinada!
- ¡No, mi vida, son canas de la barba del poeta Sicilia, que me dio un beso!...
- Pues la próxima vez que te reúnas con él, me llevas a ver si también me besa...
- Mi cielo, Sicilia es un personaje que usa sombrero, chamarra de cuero, botas, igualito a Indiana Jones...
- Por eso, yo nunca he hecho una telenovela con Indiana Jones...
En casa de la candidata:
- Ya vine... ¡y tuve un día agotador!
- Sí, mi vida, te vi en la tele y debo confesar que me puse celoso cuando te besó ese personajazo...
- ¿CuÁl personajazo?
- El del sombrero, la chamarra, las botas...
- Ah, tú dices el poeta Sicilia...
- ¿Ah no era el que hizo la película “Crocodile Dundee”?...¡Yo pensé que te iba a ayudar a liquidar al Pejelagarto !
Un candidato recibió una llamada:
- ¡A la orden, Maestra!
- ¿Es cierto que saliste en la tele besándote con un hombre, Gabriel Quadri?
- Eh, Maestra... era el poeta Sicilia... ¿no ha oído usted hablar del poeta Sicilia?
- No, yo que me quedé en Armando Nervo... digo, Amado Nervio... ¿o cómo se llamaba?
¿Y por qué no se dejó besar el Peje?
- Sólo un besito de hombre a hombre, Andrés Manuel...
- No, gracias... dicen que son 7 años de mala suerte... ¡y yo apenas voy saliendo de 6!
¡RRIINNGG!
- Bueno, el IFE...
- ¡Felicidades, ya aceptaron Televisa y Azteca transmitir el debate por el 2 y el 13!
- Sí... ¡pero van a querer imponernos a Niurka o a Ninel como edecan!
EPIGRILLO
Caso Sabritas: La gente,
dice que es reto cañón.
(O sea, pa Calderón,
es una papa caliente)
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