viernes, mayo 18, 2012

Advierte AMLO: “no protegeré a caciques ni líderes corruptos”

Apro

Al llegar a esta ciudad, en medio de la lluvia, Andrés Manuel López Obrador pronunció un discurso victorioso en el que sostuvo que, a mitad de camino, su campaña va muy bien y por ello ganará las votaciones el 1 de julio.

“En 44 días voy a ganar”, afirmó al continuar su larga gira de esta semana en la que recorrió una decena de entidades desde la frontera norte hasta la sur.

“Lo único que nos puede detener es que no estemos organizados”, advirtió el tabasqueño al pedirles a sus seguidores que hagan campaña todos, que informen y orienten a la gente; que no vendan su voto y, si aceptan lo que les ofrecen, “coman la carnada, pero no se atraganten con el anzuelo”.

El candidato de la coalición Movimiento Progresista también pidió a sus simpatizantes que se hagan cargo de formar las brigadas de promoción del voto, llevando a cinco personas a emitir su sufragio. Y, sobre todo, les pidió vigilar las casillas y defender el voto.

Al llegar a Tapachula, el candidato de la coalición de izquierda reafirmó su postura esbozada ante los banqueros en la convención realizada en Acapulco, Guerrero: llevar a cabo las reformas estructurales pero, al mismo tiempo, sacar de la pobreza extrema a 15 millones de mexicanos y combatir la corrupción.

“Se tiene que acabar la ratería, que quede claro. Siempre hablan de la delincuencia común, pero también vamos a combatir la delincuencia de cuello blanco”, manifestó.

Ante unas 2 mil personas convocadas en la plaza principal de esta ciudad fronteriza con Guatemala, López Obrador repitió el mismo mensaje que dos días antes lanzó del otro lado del país, en la ciudad de Nogales, Sonora, que colinda con Arizona: “Sí se puede combatir la corrupción”.

Manifestó tener confianza suficiente de que haya el presupuesto necesario para sacar al pueblo de la pobreza con el ahorro de 300 mil millones de pesos producto de los gastos excesivos en mantener a un grupo de funcionarios privilegiados.

Secándose el sudor y la lluvia intermitente, López Obrador habló de la urgencia de reactivar la economía, rescatar el campo para que el país sea autosuficiente en alimentos, crear empleos y espacios educativos y, con todo esto, poner fin a una época de decadencia.

En medio de vítores, advirtió que Elba Esther Gordillo ya no manejará la educación, aunque aclaró que no hay que echarle la culpa sólo a ella del deterioro en el sector, también a Felipe Calderón, quien apoya a la líder vitalicia del magisterio y permitió la corrupción.

“No quiero defenderla, pero quien le da la influencia es el presidente, es Calderón, porque le ayudó a ganar en el 2006 y, a cambio, le dio la Subsecretaría de Educación Básica, el ISSSTE y la Lotería Nacional. Yo ya no voy a proteger a caciques ni a líderes corruptos”, ofreció.

Aseguró que al ganar no cambiará su forma de ser y que no le pasará lo que dicen: el poder enloquece a los inteligentes y vuelve locos a los tontos. “Tengan confianza, no voy a cambiar”, sostuvo al comprometerse gobernar para todos.

Mientras López Obrador hablaba, un grupo del Partido del Trabajo (PT) arrancó un par de enormes mantas en las que los perredistas chiapanecos mostraban su inconformidad con la candidatura de la expriista María Elena Orantes al gobierno de la entidad.

“Por cuánto vendiste la izquierda en Chiapas a los caciques”, advertía una de las enormes mantas ilustrada con fotos de Carlos Salinas, Orantes y López Obrador.

El aspirante presidencial no reparó en la escaramuza que ocurrió a un lado del escenario entre los petistas y los perredistas inconformes de Chiapas que, al igual que en otros estados, han mostrado sus inconformidades.

En Acapulco, cuando se le preguntó a López Obrador sobre este problema, persistente en varias entidades, dijo que no se metería en esos pleitos porque lo importante era ganar la Presidencia de la República.

Al final del acto, el tabasqueño pidió que apoyen a todos los candidatos, sin hacer distinciones, y mencionó a la diputada María Elena Orantes, que se salió del PRI cuando este partido eligió a Manuel Velasco, del PVEM, como candidato a la gubernatura.

“Este es un movimiento de amor, de amor al prójimo, a la Patria. Todo será correspondido, no voy a traicionarlos porque amor con amor se paga”, manifestó López Obrador al despedirse de sus simpatizantes de esta ciudad fronteriza.

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