Apro
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, declaró esta mañana que su compañía ha sido víctima de “una campaña de hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas para derrumbar la acción de YPF y facilitar la expropiación a precio de saldo”.
Calificó la expropiación de su filial YPF por parte del gobierno argentino como un “acto ilegítimo e injustificable”.
Brufau pidió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner indemnice a Repsol con 10 mil 500 millones de dólares, que es el valor del accionariado expropiado.
Y acusó a dicho gobierno de tratar de tapar su propia crisis con la expropiación de la filial petrolera. “(La expropiación) sólo es una forma de tapar la crisis social y económica que está enfrentando Argentina”, dijo.
En una larga conferencia de prensa, el ejecutivo de la petrolera hispana dijo que “estos actos no quedarán impunes”, porque entre otras medidas, llevarán el caso ante el arbitraje del Banco Mundial.
Explicó que, sin duda, la actuación anunciada este lunes por el gobierno de Argentina tiene como origen el descubrimiento que hicieron del yacimiento de Vaca Muerta, el más importante localizado en años recientes.
El lunes, el gobierno de Argentina anunció el inicio del proceso parlamentaria de un proyecto de ley para el cambio de control en YPF S.A., en el que se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% de las acciones clase D, todas ellas que pertenecientes a Repsol.
Asimismo, el gobierno aprobó un “decreto de necesidad y urgencia”, con vigencia desde el mismo lunes 16, por un plazo de 30 días, por el que se nombró a un interventor de esa compañía a un ministro del gobierno.
Este 51% de acciones expropiadas de YPF son parte del 57,43% que poseía Repsol. De este modo, no fue tocado el 25% del capital que posee el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, de Argentina, ni el resto del capital.
La aprobación de este decreto dio validez a la serie de rumores que desde hace unas semanas se venía ventilando sobre la expropiación, sin embargo, en Repsol no esperaban que fuera un golpe tan seco y directo contra el capital español.
Brufau viajó en varias ocasiones a Argentina para reunirse, sin éxito, con Fernández de Kirchner, incluso, en medios españoles esta mañana se destacó que la presidenta sí tuvo tiempo para recibir al actor estadounidense Sean Penn, el 14 de febrero pasado, cuando el directivo de la petrolera buscaba la forma de reunirse con ella.Brufau dijo hoy que pese a sus continuos intentos por reunirse con la presidenta, ella se negó, y relató un encuentro con dos funcionarios del gobierno argentino y el representante gubernamental en YPF. “Julio de Vido, Kicillof y Baratta nos comunicaron (a él y al jurídico de Repsol, Luis Suárez de Lezo) el viernes que la señora estaba enojada y no se podía negociar. Creo que tenía la decisión tomada desde le día uno de su gobierno. No se me ocurrió ponerme detrás de Sean Penn para poder ver a la presidenta”, ironizó.
El directivo de la petrolera señaló que el valor de YPF es de 18 mil 300 millones de dólares, de los cuales 10,500 millones son el valor de las acciones que tenía Repsol en la petrolera argentina.
“YPF vale mucho más que 18 mil millones, en ese cálculo no está incluido (el yacimiento de) Vaca Muerta. Lo que vamos a pedir es que se cumpla la ley de privatización, luego habrá otro tipo de demandas”, dijo ante la pregunta de los periodistas.
En su opinión, de acuerdo con esa legislación, el ejecutivo argentino tiene el “compromiso” de lanzar una OPA (oferta pública de adquisición) para pugnar por la compra del 100% del capital si quiere tomar el control de YPF.
El gobierno argentino ha acusado a Repsol de no cumplir sus compromisos de inversión en el país en un momento en que se disparó el déficit energético en el país sudamericano.
No obstante, Brufau consideró que eso es el resultado de una política energética equivocada, y que “a través de levantar la bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF se oculta la realidad”.
Retó a que se ponga en marcha una auditoría, porque la compañía “ha hecho20 mil millones de inversión”, negando así el argumento oficial de Argentina.
Consideró que habrá una ofensiva de desinformación y de “intoxicación, que en esto son expertos”, sin embargo, recordó que “hasta finales de 2011 sólo recibíamos beneplácitos, y ahora se nos acusa de una década de depreciación”.
Pidió “que alguien me explique”, porque “hace cuatro meses éramos la mejor compañía de Argentina y ahora ya no”, y reprobó el argumento de la presidenta, en el sentido de que Repsol ya rentabilizó su inversión.
“Una rentabilidad anual financiera de entre el 7% y el 8%”, mientras el costo de la financiación en Argentina asciende al 14% o al 16%, señaló.
Recordó que cuando aún se leía el proyecto de decreto expropiatorio, una delegación del gobierno se apersonó en la sede de YPF, lo cual fue “patético” y “vergonzoso”, “impropio de un país moderno”.
Añadió: “Entraron en nuestras instalaciones al amparo de una ley de Videla, antes incluso de que la presidenta acabase de explicar el decreto de intervención”.
Por último, recordó: “Cuando vimos lo de las Malvinas, supe que nosotros íbamos detrás, estamos muy metidos en el sentimiento del pueblo”.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, declaró esta mañana que su compañía ha sido víctima de “una campaña de hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas para derrumbar la acción de YPF y facilitar la expropiación a precio de saldo”.
Calificó la expropiación de su filial YPF por parte del gobierno argentino como un “acto ilegítimo e injustificable”.
Brufau pidió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner indemnice a Repsol con 10 mil 500 millones de dólares, que es el valor del accionariado expropiado.
Y acusó a dicho gobierno de tratar de tapar su propia crisis con la expropiación de la filial petrolera. “(La expropiación) sólo es una forma de tapar la crisis social y económica que está enfrentando Argentina”, dijo.
En una larga conferencia de prensa, el ejecutivo de la petrolera hispana dijo que “estos actos no quedarán impunes”, porque entre otras medidas, llevarán el caso ante el arbitraje del Banco Mundial.
Explicó que, sin duda, la actuación anunciada este lunes por el gobierno de Argentina tiene como origen el descubrimiento que hicieron del yacimiento de Vaca Muerta, el más importante localizado en años recientes.
El lunes, el gobierno de Argentina anunció el inicio del proceso parlamentaria de un proyecto de ley para el cambio de control en YPF S.A., en el que se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% de las acciones clase D, todas ellas que pertenecientes a Repsol.
Asimismo, el gobierno aprobó un “decreto de necesidad y urgencia”, con vigencia desde el mismo lunes 16, por un plazo de 30 días, por el que se nombró a un interventor de esa compañía a un ministro del gobierno.
Este 51% de acciones expropiadas de YPF son parte del 57,43% que poseía Repsol. De este modo, no fue tocado el 25% del capital que posee el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, de Argentina, ni el resto del capital.
La aprobación de este decreto dio validez a la serie de rumores que desde hace unas semanas se venía ventilando sobre la expropiación, sin embargo, en Repsol no esperaban que fuera un golpe tan seco y directo contra el capital español.
Brufau viajó en varias ocasiones a Argentina para reunirse, sin éxito, con Fernández de Kirchner, incluso, en medios españoles esta mañana se destacó que la presidenta sí tuvo tiempo para recibir al actor estadounidense Sean Penn, el 14 de febrero pasado, cuando el directivo de la petrolera buscaba la forma de reunirse con ella.Brufau dijo hoy que pese a sus continuos intentos por reunirse con la presidenta, ella se negó, y relató un encuentro con dos funcionarios del gobierno argentino y el representante gubernamental en YPF. “Julio de Vido, Kicillof y Baratta nos comunicaron (a él y al jurídico de Repsol, Luis Suárez de Lezo) el viernes que la señora estaba enojada y no se podía negociar. Creo que tenía la decisión tomada desde le día uno de su gobierno. No se me ocurrió ponerme detrás de Sean Penn para poder ver a la presidenta”, ironizó.
El directivo de la petrolera señaló que el valor de YPF es de 18 mil 300 millones de dólares, de los cuales 10,500 millones son el valor de las acciones que tenía Repsol en la petrolera argentina.
“YPF vale mucho más que 18 mil millones, en ese cálculo no está incluido (el yacimiento de) Vaca Muerta. Lo que vamos a pedir es que se cumpla la ley de privatización, luego habrá otro tipo de demandas”, dijo ante la pregunta de los periodistas.
En su opinión, de acuerdo con esa legislación, el ejecutivo argentino tiene el “compromiso” de lanzar una OPA (oferta pública de adquisición) para pugnar por la compra del 100% del capital si quiere tomar el control de YPF.
El gobierno argentino ha acusado a Repsol de no cumplir sus compromisos de inversión en el país en un momento en que se disparó el déficit energético en el país sudamericano.
No obstante, Brufau consideró que eso es el resultado de una política energética equivocada, y que “a través de levantar la bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF se oculta la realidad”.
Retó a que se ponga en marcha una auditoría, porque la compañía “ha hecho20 mil millones de inversión”, negando así el argumento oficial de Argentina.
Consideró que habrá una ofensiva de desinformación y de “intoxicación, que en esto son expertos”, sin embargo, recordó que “hasta finales de 2011 sólo recibíamos beneplácitos, y ahora se nos acusa de una década de depreciación”.
Pidió “que alguien me explique”, porque “hace cuatro meses éramos la mejor compañía de Argentina y ahora ya no”, y reprobó el argumento de la presidenta, en el sentido de que Repsol ya rentabilizó su inversión.
“Una rentabilidad anual financiera de entre el 7% y el 8%”, mientras el costo de la financiación en Argentina asciende al 14% o al 16%, señaló.
Recordó que cuando aún se leía el proyecto de decreto expropiatorio, una delegación del gobierno se apersonó en la sede de YPF, lo cual fue “patético” y “vergonzoso”, “impropio de un país moderno”.
Añadió: “Entraron en nuestras instalaciones al amparo de una ley de Videla, antes incluso de que la presidenta acabase de explicar el decreto de intervención”.
Por último, recordó: “Cuando vimos lo de las Malvinas, supe que nosotros íbamos detrás, estamos muy metidos en el sentimiento del pueblo”.
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