David Colmenares
Leía ayer en Cambio 16 las respuestas de los españoles a una Encuesta respecto al derecho de los argentinos al acto de expropiación de las acciones de REPSOL en YPA. Los resultados:
“Es un ataque a España y el Gobierno tiene que responder con todas sus fuerzas: 8.3 %;
Es una mala noticia para REPSOL, PERO España tiene que diferenciar entre sus relaciones diplomáticas y los intereses de sus empresas multinacionales: 8.5 %;
Argentina como cualquier otro País, tiene plenos derechos para gestionar sus materias primas: 83.3 %.”
Encuesta terminada el 22 de Abril de este año.
Otros encabezados de la revista española, muestran facetas de la difícil situación política, económica y moral por la que atraviesa ese querido País: “el Rey pide perdón y dice que no volverá a ocurrir”; “los jubilados pagarán el 10 % de los medicamentos”; “los universitarios pagarán hasta 540 euros más por colegiaturas”; “las largas tijeras del PP: ahora también van por educación y sanidad”, etcétera.
Por otro lado se arrecian las malas intenciones de algunos miembros del PP contra la TVE española, tienen el problema de Iberia y las cuitas de su Monarquía.
La velocidad que busca Rajoy para reducir el déficit y obedecer los cánones de la Unión Europea, lo tiene en una situación complicada, frente a los otros partidos que no lo apoyan, frente a las autonomías que se resisten a los ajustes, frente a los sindicatos y frente a los ciudadanos en desempleo, en la informalidad, con pensiones reducidas, etcétera.
En ese contexto político de España se da la expropiación de YPF, mediante un Decreto que será aprobado por el Congreso Argentino, que expropia las acciones de la petrolera española, primero como un acto de corrección de un error, la acción decidida en 1999 de privatizar YPF por el Gobierno de Menem, que por cierto ha anunciado que votará a favor de la decisión de la Presidenta. A pesar de las presiones y amenazas del Gobierno Español y de la UE –que no de los EUA-, el saldo para el Gobierno de la Señora Fernández es favorable en relación al respaldo popular.
Además esta acción fue la crónica de una expropiación anunciada, que la propia empresa no supo enfrentar y menos su Gobierno. Por supuesto se da en un momento de debilidad del Gobierno de Rajoy, agobiado por las consecuencias de prometer en campaña algo y hacer lo contrario llegando al Gobierno. Es el caso de la reforma laboral que abarata el despido, los ajustes al Presupuesto que reducen entre otras cosas los apoyos al desempleo –con más desempleados por cierto- y a la ciencia, que le significaron una huelga general y ver reducida su aceptación antes de los primeros cien días de Gobierno. Hoy se discuten los ajustes a educación y a salud, lo cual no se traduce por supuesto en un apoyo multitudinario al Gobierno en funciones.
Por otra parte la decisión argentina, tiene un fondo económico, vinculado a las importaciones de gasolinas y a la reducida inversión de la empresa española, pero más político.
Las reacciones en México han ido desde los comentarios del Presidente, hasta actitudes como la expresada por el Diputado Francisco Rojas y algunos partidos políticos, de que se trata de una decisión soberana de un País hermano. Independientemente de lo que opinemos sobre lo acertado o no de tal medida, se trata de una decisión que los argentinas juzgarán. Lo que procede es que pidamos que se respete la Ley, que se compense correctamente a la empresa expropiada y si hay un cambio de posición como País, esta sea condensada.
Debemos reflexionar y no olvidar los argumentos con los que, incluso el Gobierno de la República ha festejado el 18 de marzo la Expropiación Petrolera que llevó a cabo el Presidente Cárdenas, apoyado por mexicanos tan ilustres como Don Jesús silva Herzog.
Leía ayer en Cambio 16 las respuestas de los españoles a una Encuesta respecto al derecho de los argentinos al acto de expropiación de las acciones de REPSOL en YPA. Los resultados:
“Es un ataque a España y el Gobierno tiene que responder con todas sus fuerzas: 8.3 %;
Es una mala noticia para REPSOL, PERO España tiene que diferenciar entre sus relaciones diplomáticas y los intereses de sus empresas multinacionales: 8.5 %;
Argentina como cualquier otro País, tiene plenos derechos para gestionar sus materias primas: 83.3 %.”
Encuesta terminada el 22 de Abril de este año.
Otros encabezados de la revista española, muestran facetas de la difícil situación política, económica y moral por la que atraviesa ese querido País: “el Rey pide perdón y dice que no volverá a ocurrir”; “los jubilados pagarán el 10 % de los medicamentos”; “los universitarios pagarán hasta 540 euros más por colegiaturas”; “las largas tijeras del PP: ahora también van por educación y sanidad”, etcétera.
Por otro lado se arrecian las malas intenciones de algunos miembros del PP contra la TVE española, tienen el problema de Iberia y las cuitas de su Monarquía.
La velocidad que busca Rajoy para reducir el déficit y obedecer los cánones de la Unión Europea, lo tiene en una situación complicada, frente a los otros partidos que no lo apoyan, frente a las autonomías que se resisten a los ajustes, frente a los sindicatos y frente a los ciudadanos en desempleo, en la informalidad, con pensiones reducidas, etcétera.
En ese contexto político de España se da la expropiación de YPF, mediante un Decreto que será aprobado por el Congreso Argentino, que expropia las acciones de la petrolera española, primero como un acto de corrección de un error, la acción decidida en 1999 de privatizar YPF por el Gobierno de Menem, que por cierto ha anunciado que votará a favor de la decisión de la Presidenta. A pesar de las presiones y amenazas del Gobierno Español y de la UE –que no de los EUA-, el saldo para el Gobierno de la Señora Fernández es favorable en relación al respaldo popular.
Además esta acción fue la crónica de una expropiación anunciada, que la propia empresa no supo enfrentar y menos su Gobierno. Por supuesto se da en un momento de debilidad del Gobierno de Rajoy, agobiado por las consecuencias de prometer en campaña algo y hacer lo contrario llegando al Gobierno. Es el caso de la reforma laboral que abarata el despido, los ajustes al Presupuesto que reducen entre otras cosas los apoyos al desempleo –con más desempleados por cierto- y a la ciencia, que le significaron una huelga general y ver reducida su aceptación antes de los primeros cien días de Gobierno. Hoy se discuten los ajustes a educación y a salud, lo cual no se traduce por supuesto en un apoyo multitudinario al Gobierno en funciones.
Por otra parte la decisión argentina, tiene un fondo económico, vinculado a las importaciones de gasolinas y a la reducida inversión de la empresa española, pero más político.
Las reacciones en México han ido desde los comentarios del Presidente, hasta actitudes como la expresada por el Diputado Francisco Rojas y algunos partidos políticos, de que se trata de una decisión soberana de un País hermano. Independientemente de lo que opinemos sobre lo acertado o no de tal medida, se trata de una decisión que los argentinas juzgarán. Lo que procede es que pidamos que se respete la Ley, que se compense correctamente a la empresa expropiada y si hay un cambio de posición como País, esta sea condensada.
Debemos reflexionar y no olvidar los argumentos con los que, incluso el Gobierno de la República ha festejado el 18 de marzo la Expropiación Petrolera que llevó a cabo el Presidente Cárdenas, apoyado por mexicanos tan ilustres como Don Jesús silva Herzog.
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