lunes, abril 30, 2012

La batalla de la capital

Raymundo Riva Palacio

En el primer minuto de este domingo arrancaron las campañas para jefe de gobierno del Distrito Federal, que es un proceso local con implicaciones nacionales. El Distrito Federal, segundo granero de votos en el país –uno de cada 10 electores del padrón se encuentran en la capital-, es el flanco más débil de la locomotora llamada Enrique Peña Nieto, y donde la izquierda y el PAN jugarán sus estrategias de compensación para buscar que la elección presidencial sea menos desigual.

El Distrito Federal ha sido el hoyo negro del PRI desde que Cuauhtémoc Cárdenas, en las primeras elecciones para jefe de gobierno en 1997, le arrebató la hegemonía del poder y consumó el desplazamiento de estructuras sociales y urbanas completas que cambiaron la casaca tricolor por la negro y amarilla. Vista la capital en términos estratégicos, los partidos y los candidatos saben que, salvo descuidos irresponsables que llevaran por senderos inesperados, la disputa real no es por el gobierno local sino por arrancarle puntos al líder en la carrera presidencial, o defender la ventaja.

Peña Nieto, al establecer un acuerdo con Beatriz Paredes para que fuera ella la candidata del PRI, se quiso recargar en una imagen de persona seria y respetada, que si no les daba el triunfo en la capital, tampoco significara un problema de imagen para su candidatura, como se estimó sería con Cuauhtémoc Gutiérrez, que viene de un sector muy aguerrido dentro del PRI pero que por su origen popular –los pepenadores-, encontraban difícil de vender ante la sociedad capitalina.

Paredes no es una buena candidata, pese a que tiene un alto nivel de conocimiento entre la población por su exposición mediática como líder del PRI, y es una de las políticas con más altos negativos. Frente al candidato de la izquierda, Miguel Mancera, que arrancó la campaña con casi dos votos por cada uno de ella de diferencia, no tiene mucho que hacer, salvo defender la plaza y esperar que con la inercia del carisma de Peña Nieto, pueda alcanzar más de un millón y medio de votos, que pudieran acercarse a los niveles de la izquierda en la capital.

Hace seis años, Paredes contendió contra el actual jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, que ganó con más de dos millones 213 mil votos, y perdió con el candidato panista, Demetrio Sodi, que tuvo un millón 301 mil votos. Paredes no hizo campaña real y fue la estructura del PRI, pese a lo maltrecha que se encuentra en la capital y la pérdida en las cinco mil secciones que la comprenden, logró un millón 30 mil 805 votos.

Los priistas esperan que el efecto peñista rompa el techo del millón de votos del PRI. Pero no están solos. El PAN tiene también su estrategia de compensación de votos, pero contra Peña Nieto. Sin una gran figura popular en la capital, el PAN optó por una polémica activista social con trayectoria de guerrera como su candidata, Isabel Miranda de Wallace. La apuesta era por género y por campo de experiencia: seguridad pública, ya que Mancera es ex procurador capitalino.

La señora Wallace, empero, ha resultado hasta ahora un desastre para el PAN. Falta de disciplina política, de organización y coordinación de su equipo personal con el partido, no ha dado los resultados que se calculaban. El arranque de campaña este domingo tuvo el impulso de la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota y el presidente del partido, Gustavo Madero, junto con una reingeniería que se le ha hecho en los últimos días para que su candidatura sea lo que esperaban: hundir más al PRI y quitarle votos en la capital a Peña Nieto.

Vázquez Mota, más que López Obrador –que no asistió al arranque de campaña de Mancera-, está necesitada de captar los votos de castigo al PRI y a Peña Nieto en la capital, aprovechando el desgaste natural de casi 18 años de gobiernos de izquierda. Por los números de Mancera, no parece que eso sucederá, y de mantenerse la tendencia, la estrategia de compensación de votos habrá blindado a Peña Nieto, y de no revivir la señora Wallace en estos dos meses de campaña, Vázquez Mota se hundirá y el PAN pasará a ser la tercera fuerza política, en la capital y, quizás, a nivel nacional.

3 comentarios:

Dorita dijo...

Paredes ya está quemada este año la mejor opcion es la señora Isabel Miranda de Wallace

Valeria C. dijo...

Wallace es lo mejor opcion este año, la señora Paredes ya esta quemada es otro dinosaurio del PRI y Mancera no representa mas que la corrupcion y el populismo del PRD

Unknown dijo...

Ya entendimos que te pagan o algo te dan para venir a comentar a favor de la panista "ciudadana" Miranda de Wallace. Ahora, si deseas que te sigamos publicando, no uses varios nombres inventados, eso es SPAM y en este sitio no nos agrada el SPAM. Saludos.