martes, abril 03, 2012

El presidente del 2018

Salvador García Soto

La escena ocurrió en la fiesta donde el obispo celebraba sus 75 años de edad. En salón del seminario conciliar de Ecatepec donde el jerarca departía lo mismo con políticos que con empresarios, de pronto se hizo el silencio a petición del festejado, y ahí frente a todos, el obispo Onésimo Cepeda practicó uno de sus deportes favoritos, el futurismo, y soltó de pronto a la concurrencia: “Quiero pedir un aplauso para el próximo presidente de México en 2018, Eruviel Avila Villegas”.

Al gobernador del estado de México las chapitas se le iban y le volvían; algunos aplaudieron tímidamente otros no podían ocultar la sorpresa por tan anticipado destape, pero se trataba del cumpleañero, y varios le siguieron el juego ante la incomodidad de “destapado” que tenía una risa nerviosa que no ocultaba la sorpresa que le provocó el arranque del prelado católico.

Fue el miércoles 28 de marzo cuando Onésimo Cepeda celebraba su 75 aniversario con una fiesta privada en las instalaciones del seminario hasta donde habían llegado empresarios, legisladores, gobernadores, varios de ellos arribaron en sus helicópteros que descendían en un club contiguo al seminario. Unas 200 personas habían llegado a festejar con el obispo católico que gusta de las celebraciones mundanas y cajas de wisky, cogñac y champaña entraban al lugar.

Carlos Slim Domit, Carlos Romero Deschamps, Rafael Herrerías, Wilfrido Robledo, el obispo ortodoxo Antonio Chedraui, el nuncio apostólico Christophe Pierre, el cardenal Norberto Rivera, diputados, senadores, alcaldes y los gobernadores Francisco Olvera y el aludido Eruviel Avila fueron parte de los selectos invitados del obispo. El único helicóptero al que se permitió descender en el aeropuerto fue el del gobernador mexiquense y el gran ausente, cuya ausencia era comentada por todos: Enrique Peña Nieto, asistente asiduo a los cumpleaños de Onésimo.

Casi al terminar la fiesta, cuando ya algunos invitados habían partido, el festejado tomo la palabra y comenzó por agradecer a los presentes por acompañarlo. Vinieron agradecimientos a Dios, a la vida a su familia y ya al final, para cerrar el mensaje, vino el futurista destape: “Quiero pedirles un aplauso para el próximo presidente de México en el 2018”. Y el bochorno del aludido Eruviel Avila que sin embargo sonreía y las risitas nerviosas en el salón y los brindis y luego las despedidas y las palmadas en la espalda.

Todavía los mexicanos no definen quien será el presidente del país en este 2012 y el obispo Cepeda ya sabe quién será el del 2018 ¿Serán poderes divinos de adivinación o será pura y mundana calentura política del obispo?

NOTAS INDISCRETAS…Lo que le faltaba a Josefina Vázquez Mota: en medio de las versiones de sabotaje y fuego amigo en su campaña, ayer la candidata panista perdió el aire por un mareo en medio de un evento; el malestar le impidió pararse a pronunciar su discurso y tuvo que dar el mensaje, haciendo pausas y sentada desde su lugar. Al final ella mismo atribuyó el malestar a una gripe. Pero eso ya parece más un catarro, pero político y si la Vázquez Mota no hace algo urgente su campaña y ella misma seguirán enviando señales de debilidad más que de crecimiento y fortaleza…Después de 3 años y medio de fungir como director de Comunicación y Relaciones Institucionales, Fernando Solís Cámara, dejo el Grupo Banorte Gruma en los mejores términos. Solís Cámara tiene experiencia política y en campañas por lo que no sería raro verlo incorporarse con algún candidato. Por ahora deja el importante grupo financiero con el reconocimiento de Roberto González Barrera, Guillermo Ortiz y Alejandro Valenzuela…Se lanzan los dados. Escalera doble. Mejora la semana.

No hay comentarios: