lunes, marzo 05, 2012

Suplen la voluntad popular (Dinero, medios y encuestas)

Ricardo Eguia

La “ONU” y la “OEA” coinciden al analizar las elecciones en México expresando que “el gobierno pierde legitimidad y carece del apoyo así como de la más mínima confianza social porque los gobernantes están más comprometidos con las cúpulas partidistas, con los que financian sus campañas y no con la población…”

El estudio habla de “las ventajas ilegítimas que tienen en las elecciones el dominio de los medios, el dinero, las encuestas distorsionadas y de las élites partidistas que hacen totalmente inequitativa la lucha electoral…”

Huntington por su parte hace una diferencia entre políticos democráticos y autoritarios, entre eficaces y débiles y con precisión apunta que “el desorden, es producto de una clase política rudimentaria, estática, reacia al cambio que deliberadamente o por inercias rezagan, hacen más lento el crecimiento de las Instituciones políticas que a su vez tampoco respaldan los cambios económicos ni sociales”.

Este investigador y sociólogo dedicó a México parte de sus análisis y contundente aseveró que “el sistema político que emergió después de la Revolución suministró a nuestro país una estabilidad política sin precedentes en América Latina así como la estructura política necesaria para un nuevo período de crecimiento económico y agrega: “Se crearon Instituciones coherentes y adaptables…México era un caso de éxito en materia de modernización política…El régimen anterior al 2000 dice, tuvo la capacidad de canalizar y resolver conflictos…” Pero demoledor sentencia, “El régimen actual está entrampado”.

En ese mismo orden de ideas Patrick Buchanan pese a su conservadurismo expresa que la “única lección de la historia, es que nunca aprendemos de ella” lo cual explica que después de dos sexenios infructuosos, regresivos, fracasados por incapaces acicatean los mismos panistas torpes una política de reclamos al pasado previo al 2000, plagados de atrofias, desvaríos, confrontación, furia, camorra, extravíos, tropelías, falsedades, muinas, enojos, atropellos a la ley, sinrazón, parcialidades censurables y una feroz “encuestatitis” pero alejados permanentemente de la armonía, la sensatez y la civilidad democrática…

México se debate entre una ficción democrática con total atrofia de los mecanismos de real representación popular donde las candidaturas son meras piezas de ajuste o de intercambio entre maquinarias partidistas y donde de nada sirven ni preparación, ni militancia, ni ideas, ni trayectoria, mucho menos propuestas de cambios…los representantes “populares” se deben a las élites partidistas, no a la ciudadanía a la que se le desprecia y solo se simula solidaridad con las causas sociales…

La simulación democrática grata al paladar de las élites partidistas rígidas implica que sin abolladuras al monopolio de las nominaciones dicen entreabrir espacios a la ciudadanía con mezquindad que al final del día son simples rendijas y trampas taponadas hacia la torre de marfil donde se refocilan y se arrellanan el continuismo y el saltimbanqueo, con lo cual se mantiene bloqueada la ventana a la democracia participativa…

Luego entonces si no hay ninguna ranura por donde se cuele una ráfaga del aire fresco de la democracia, resulta que por la disputa del poder sea solo entre las élites y de ahí las densas tolvaneras y los vendavales que braman ululantes entre los aullidos de los poderes fácticos disputándose el botín…

El primer “arrecife” inexpugnable, la primera muralla pétrea que divide a las élites partidistas y gubernamentales de la población son los medios monopólicos que como valladar insondable impiden ferozmente la transparencia de la información saturándonos tanto en radio como en la televisión mediocre de supuestas verdades absolutas ramplonas burdamente entretejidas con medias verdades, estéril verborrea, falsedades absolutas y estridente ruido mediático distractor no solo para minimizar la atroz realidad nacional, sino fundamentalmente para ocultar las ineptitudes, los excesos y los abusos de las camarillas facciosas que detentan el poder y en el colmo de la ridiculez, ahora ciertos “adalides” caricaturescos y post-modernos “talibanes derechistas a sueldo” que pretenden un día sí y otro también la “canonización” del panismo inmoral, paradógico y contumaz en esa tozuda propensión al latrocinio en estrecha simbiosis y dedicados laboriosamente a la desinformación o en “filtrar” solo lo que agrade al “gran pagador”.

Ahora irrumpen con las “encuestas” ataviados con la toga de símbolos entrañables de una sociedad que los abomina por su doble moral, afanes desmesurados de lucro, frivolidad y vulgaridad en la exaltación de mitologías íntimas chocarreras chillando siempre por más concesiones y pataleando por el “derecho a desinformar” y ejercer a plenitud la oportunista autocensura…

Sin ser experto ni mucho menos, sé que las encuestas son sondeos y mediciones parciales que equivalen a una foto instantánea tomada como en el arrancadero de un hipódromo y no pueden predecir el resultado de la carrera…

El problema pues no es de la muestra ni mucho menos del encuestador, sino de quien las enarbola y maximiza para engañar a incautos o sorprender a gente de buena fé sesgándolas de manera perversa para confundir, inducir e influir en la voluntad ciudadana.

Lo cierto es que los medios y el dinero a raudales nos bombardean con cifras y están literalmente montados con dichas “encuestas” en el proceso electoral y empiezan a perder credibilidad siendo cada vez más quienes piensan que no son imparciales ni objetivas, que son instrumentos al servicio del mejor postor y que de forma nada sutil pretenden no solo influir sino hasta coaccionar al electorado…

En lo personal creo que una sociedad más informada y profundamente lastimada por el rebajamiento e inmoralidad de la clase gobernante que se aferra al poder anquilosada, sectaria, inmovilista y corrupta, no se “traga” ya cualquier rueda de molino que impúdicamente se le pretenda prescribir por las élites partidistas, de los medios y los privilegiados dueños del dinero que distorsionando la realidad pretenden beneficiar al pan y perjudicar al PRI.

¡ Más que “encuestas” la población exige propuestas!

Sospechoso por decir lo mínimo que en ausencia de compromisos, sin propuestas bien estructuradas, sin deslindarse de Calderón (el más nefasto inquilino de Palacio Nacional) y sin haberse asentado el polvo de aquellos lodos de la interna panista donde Cordero la tildó de negligente, incapaz y desleal, sin que haya nunca ocupado un puesto de elección popular solicitando y menos obteniendo el voto directo, libre y secreto de la población ahora resulte que Vázquez Mota presuntamente es ya como por arte de magia el segundo lugar con falsos índices de popularidad e importancia virtual utilizando el ciberacarreo, la confrontación y la descalificación pero donde el votante es lo que menos importa…

Aquí es básico no dejarse sorprender por el uso irresponsable en las precampañas del poder presidencial, ni de los medios totémicos adocenados y tampoco del uso irresponsable, libertino de una herramienta moderna como son las encuestas con las cuales es imposible suplir la voluntad popular…¡ Votemos, no nos abstengamos!

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