Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder
Miles de minutos de tiempo aire, litros y litros de tinta se han desperdiciado en un vano esfuerzo por justificar la guerra contra los barones de la droga, porque los estupefacientes son perjudiciales para quienes los consumen y sus familias.
De idéntica manera se ha procedido para explicar la alianza entre el SNTE y los gobiernos del PAN. No se ha reparado en gastos en el propósito de que a la sociedad le pase desapercibido lo perjudicial que ha resultado para México Elba Esther Gordillo, porque ella y su sindicato han embrutecido varias generaciones de mexicanos a cambio del saqueo de las cuotas sindicales y las aportaciones federales, sin considerar que en los últimos tres años dispone de prerrogativas políticas y electorales gracias a su partido.
Es momento de hacer corte de caja antes de la contienda electoral, porque pareciera que los gobiernos de Acción Nacional se han empeñado en “tripular” a los electores, a la sociedad, en el entendido de que ellos representan la renovación por ser mejores que los gobernantes del pasado reciente y del amago de regreso de las viejas fórmulas. Es oportuno dejar claro cuánto le ha costado a México la “simulación” del combate a Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la complicidad con Elba Esther Gordillo, y determinar cuál de los dos es el obstáculo mayor para que, ahora sí, el país se encamine a la transición política.
La verdad es que no hay a cual irle, porque si la guerra del presidente Felipe Calderón al narco cuesta vidas y dinero, muchas vidas y mucho dinero, éste se recupera, mientras la fractura social creada por la violencia, la desaparición de los seres queridos, las humillaciones, el miedo, tardará muchos años en restañarse.
Pero, ¿cuánto tiempo se necesita para enderezar el rumbo de la educación y evitar la formación de mexicanos ignorantes, estúpidos o definitivamente tontos, debido a la mala nutrición y a la pésima enseñanza? Décadas, sin embargo eso no es el daño más peligroso infligido a los mexicanos por el SNTE.
Quienes tienen empresas o buscan la educación de excelencia para sus hijos, recurren a la educación privada y a las universidades extranjeras, para cuidar del patrimonio, pero quienes únicamente disponen de los servicios educativos del Estado a cambio del pago puntual de sus impuestos -me refiero a la educación básica y media-, verán reducidas sus oportunidades para competir, con el riesgo de que la dirección de una empresa, la conducción de un proyecto de gobierno, una representación popular, una gubernatura e incluso la conducción del Poder Ejecutivo Federal, quede en manos de ignorantes, jueces mal formados, diputados rijosos, porque no conocen otra manera de hacerse escuchar.
El daño infligido por Elba Esther Gordillo al país, es tanto o más perjudicial que el patrocinado por “El Chapo” Guzmán y toda la cauda de delincuentes.
Miles de minutos de tiempo aire, litros y litros de tinta se han desperdiciado en un vano esfuerzo por justificar la guerra contra los barones de la droga, porque los estupefacientes son perjudiciales para quienes los consumen y sus familias.
De idéntica manera se ha procedido para explicar la alianza entre el SNTE y los gobiernos del PAN. No se ha reparado en gastos en el propósito de que a la sociedad le pase desapercibido lo perjudicial que ha resultado para México Elba Esther Gordillo, porque ella y su sindicato han embrutecido varias generaciones de mexicanos a cambio del saqueo de las cuotas sindicales y las aportaciones federales, sin considerar que en los últimos tres años dispone de prerrogativas políticas y electorales gracias a su partido.
Es momento de hacer corte de caja antes de la contienda electoral, porque pareciera que los gobiernos de Acción Nacional se han empeñado en “tripular” a los electores, a la sociedad, en el entendido de que ellos representan la renovación por ser mejores que los gobernantes del pasado reciente y del amago de regreso de las viejas fórmulas. Es oportuno dejar claro cuánto le ha costado a México la “simulación” del combate a Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la complicidad con Elba Esther Gordillo, y determinar cuál de los dos es el obstáculo mayor para que, ahora sí, el país se encamine a la transición política.
La verdad es que no hay a cual irle, porque si la guerra del presidente Felipe Calderón al narco cuesta vidas y dinero, muchas vidas y mucho dinero, éste se recupera, mientras la fractura social creada por la violencia, la desaparición de los seres queridos, las humillaciones, el miedo, tardará muchos años en restañarse.
Pero, ¿cuánto tiempo se necesita para enderezar el rumbo de la educación y evitar la formación de mexicanos ignorantes, estúpidos o definitivamente tontos, debido a la mala nutrición y a la pésima enseñanza? Décadas, sin embargo eso no es el daño más peligroso infligido a los mexicanos por el SNTE.
Quienes tienen empresas o buscan la educación de excelencia para sus hijos, recurren a la educación privada y a las universidades extranjeras, para cuidar del patrimonio, pero quienes únicamente disponen de los servicios educativos del Estado a cambio del pago puntual de sus impuestos -me refiero a la educación básica y media-, verán reducidas sus oportunidades para competir, con el riesgo de que la dirección de una empresa, la conducción de un proyecto de gobierno, una representación popular, una gubernatura e incluso la conducción del Poder Ejecutivo Federal, quede en manos de ignorantes, jueces mal formados, diputados rijosos, porque no conocen otra manera de hacerse escuchar.
El daño infligido por Elba Esther Gordillo al país, es tanto o más perjudicial que el patrocinado por “El Chapo” Guzmán y toda la cauda de delincuentes.
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